4:37 P.M.

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Julia se presentó a su trabajo el lunes por la mañana, después de pasar el peor fin de semana de su vida, probablemente tenía hinchados los ojos de tanto llorar, pero por más que lo había querido evitar no había podido contener las lágrimas, ya que se sentía lastimada y mucho. Por lo que aquel fin de semana no salió de su cama.

Había pensado mil y una cosas que le diría a Scott esa mañana cuando lo viese, se imaginó muchos escenarios, en uno de ellos se imaginó incluso que lo borraba con Photoshop de la realidad, pero la vida no era tan simple y los sentimientos no engañaban

No vio a Scott en toda la mañana, si no hasta la tarde, exactamente las 4:37 minutos, así marcaba el reloj en su oficina. Fue como si el tiempo se hubiese parado en ese preciso momento cuando entro por la puerta.

Julia le quiso gritar, patear y escupir por haber sido un idiota total con ella, pero no hizo nada, de hecho no dijo una sola palabra, solo lo observo y él se quedó tan absorto en la mirada como ella, parecía que sus ojos hablaban por ellos y eso era suficiente.

Él se acercó a ella, la sujeto por la espalda e intento besarla, pero Julia se volteó. No lo dejo

--Julia, lo siento yo. -- intento disculparse

--¿Qué estamos haciendo Scott? -- -- Annie está esperando un hijo tuyo ---le dijo Julia en un suave susurro, como un lamento. ¿Annie esperaba un hijo suyo?, eso Scott aún no lo sabía, ¿pero no le dijo nada a Julia?

---Fue la mejor noche de mi vida Julia -- le dijo mientras le tomaba de las manos y era sincero, Julia lo sabía, pero ¿por qué la había dejado en la mañana sin explicación alguna? Ni siquiera había contestado su mensaje. Ella se merecía más que eso.

---¿te casaras con Annie? --- le pregunto sin rodeos, Julia quería que él le dijera que no, pero Scott se quedó en silencio. Él no pensaba en casarse con Annie, pero tampoco estaba preparado para ilusionar a Julia con algo que no sabía si iba a funcionar, tenía miedo, tenía miedo de no ser suficiente para ella.

Ante el silencio de Scott, Julia comprendió una cosa, ella lo amaba, y amar era lo más hermoso que había en el mundo, pero Scott no le correspondía de la misma manera, y ella no podía obligarlo, lo que ella podía hacer era alejarse y dejarle ir, por qué aunque tenía todo ese amor para entregar, primero estaba ella. Y ella tenía derecho de ser amada de la misma manera en que ella amaba, quizás algún día, lo encontraría, pero no en este momento, tenía que dejarlo ir aunque un pedazo de su corazón se desprendiera de sí misma.

Julia se dio la vuelta pero Scott la detuvo

---no, espera, yo te.. -- Scott le iba a decir que la amaba en ese momento, al diablo, con todo, con las dudas, con los miedos, ella era todo lo que deseaba, de no ser que por qué alguien entro en la oficina. Un hombre que en verdad se encontraba apurado.

--Scott, siento mucho que no supieras antes de mí --- Chad Anderson, su investigador privado había entrado a la oficina con un maletín en mano y una gran mochila en su espalda. Chad era un hombre joven, rubio, de cabello rizado, tenía la pinta de un surfista que llevaba un traje elegante, y así era en sus tiempos libres Chad era surfista. En California. Surfista de día, investigador privado de noche.

---tengo noticias Scott --- le dijo con mucho éxtasis, sin importarle que se encontraba con Julia, Scott necesitaba hablar inmediatamente con Chad

---los dejaré solos --- Julia salió al darse cuenta de que era obvio que aquellos hombres ocupaban hablar en privado.

---Julia espera, aún no hemos terminado de hablar, quizás más tarde... --- pero ella no lo dejó terminar

---Adiós Scott --- salió del lugar, si voltear atrás, temía que si lo hacía no se podría ir.

UN AMOR SIN ENFOQUE, A PLUS SIZE STORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora