La luz del sol se asomaba por la ventana haciendo que Julia abriera los ojos. Aunque estaba desorientada, ápido recordó donde se encontraba. Estaba en el departamento de Scott, mejor dicho en su cama de Scott, la noche anterior había dormido en sus brazos.
Se sentía tonta, como una niña pequeña que se había despertado en una mañana de Navidad. Aunque había sido extraño y se había sentido avergonzada en un principio, dormir junto a Scott había sido reconfortante. Se había sentido segura y querida, hizo esa mueca en la cara, esa que las personas hacen cuando saben que les está pasando algo increíble. Una gran sonrisa iluminaba su rostro. Además, aún no se podía creer que todo aquello le estuviese pasando a ella.
Scott no se encontraba en la habitación, Julia supuso que estaría en la cocina, ya que no se encontraba en su baño tampoco, eso, alegro a Julia porque podía darse una ducha rápida. No le apetecía verlo de frente sin antes estar algo más presentable y después de haber lavado su boca ciertamente.
Prendió la ducha, dejo que el agua caliente la relajara. El champú de Scott olía a él, y eso la hizo sonreír. El baño de Scott tenía un gran jacuzzi con el cual Julia fantaseo un poco, se sentía roja como un tomate por tener aquellas imágenes en su mente y es que Julia no era experta, pero la noche anterior había podido sentir a Scott, el hombre estaba bien dotado, pero sabía que había sido un caballero, no había intentado nada. Julia se preguntaba como sería hacer el amor con él, que la besara suavemente y la volviera loca de pasión. También se preguntaba si sería capaz de dar el primer paso. Nunca había estado con un hombre, pero no quería decir que no lo quisiera, trato de dejar ese pensamiento de lado o tendría una combustión espontánea en aquel momento. Después de unos minutos, Julia estaba lista. Había peinado su cabello y maquillado. Más no se había cambiado aún. Solo llevaba una bata de baño que asumió era de Scott, después de todo su ropa estaba sucia esperaba pedirle le dejase usar su lavadora en lo que desayunaban. Lo que no entendía es donde se encontraba
---¿Scott?--- pregunto Julia al salir de su habitación
De pronto escucho murmullos, era la voz de una mujer---¿Scott? --- volvió a preguntar Julia. Algo no andaba bien. ¿Por qué había una voz femenina?
Entró a la cocina y para su sorpresa se encontró frente a Annie, y a Scott, aun sin camisa, solo en pantalón de pijama.
---¿Qué hace ella aquí? --- pregunto Annie inmediatamente, confundida al ver que Julia entraba a la cocina, quien se arrepentía a estar ahí solo con una bata de baño con nada de bajo, se sintió muy desnuda ante los ojos críticos de Annie.
---Trabajamos hasta tarde y Julia se quedó en el cuarto de invitados, aún no me explicas que es lo importante que tienes que decirme Annie. --- contestó Scott evadiendo la mirada de Julia.
Julia no podría creerlo, Scott la había negado, le había hecho creer que la razón por la que estaba ahí, era por trabajo y no por qué habían tenido una cita la noche anterior y por qué habían dormido juntos, menos pensar en decirle que ahora se encontraban en una relación romántica.
Él le había jurado que ya no pasaba nada entre él y Annie, al parecer eso no era cierto. Aquellos comentarios habían herido profundamente a Julia como si la noche anterior no hubiese sido importante. Al parecer no para él.
---Quería tener esta conversación en privado, pero no veo porque Julia no pueda saberlo --- dijo Annie agitando su largo y abultado cabello.
--- Scott, cariño, debes saber que estoy embarazada, serás padre, uno muy guapo, por cierto--- le dijo Annie mientras lo abrazaba por el cuello. Aquello fue como si una bala hubiera traspasado el corazón de Julia.
---Pero Annie, tú y yo... --- Scott estaba sin palabras. Había entrado en completo estado de shock, el pánico se deslizaba por sus venas
---Lo sé cariño, pero esa noche después de la gala, había tanta pasión en nosotros que no prestamos atención y no usamos preservativo, pero era de esperarse amor, eres tan apasionado, aún me sonrojo de recordarlo --- decía Annie en un tono muy cínico, mirando fijamente a Julia mientras Scott continuaba en estado vegetativo.
Julia necesitaba salir de ahí, sintió como su sangre iba bajando, estaba a punto de vomitar, sentía las bilis subiendo por su garganta. Necesitaba un baño urgentemente.
Scott se había acostado con Annie, eso que había Julia había imaginado en la ducha, Scott lo había hecho ya con Annie, con ella solo era un juego, otra manera más de burlarse de ella, de humillarla una vez más.
---Julia, ¿qué pasa querida? ¿Te sientes bien? --- preguntó Annie al ver el semblante de Julia, no debía ser nada bueno para que la misma Annie lo notase--- tienes que ir al doctor Julia, porque te voy a necesitar para que me ayudes con la boda, por supuesto que serás la fotógrafa oficial, será tu oportunidad de brillar hermanita. --- Julia solo asintió y después de eso salió de ahí, sentía las lágrimas en los ojos, pero se juró así misma que no lloraría, al menos no ahí.
Se apresuró al dormitorio y se cambió rápidamente. Tomo sus cosas y salió como pudo
---Julia espera --- Scott, la sujeto del brazo, en sus ojos había una mezcla de sufrimiento, pena y otro sentimiento que Julia no entendió.
---Te odio Scott, con todo mi ser --- le dijo ella mientras las lágrimas salían, sin poder evitarlo.
---Julia lo siento --- dijo él, aún confundido, no había sido fácil escuchar lo que acababa de escuchar, ni siquiera recordaba haberse acostado con Annie y ahora tendría un hijo o hija, se sentía como un total idiota, y ver como estaba dañando a la mujer de la que estaba enamorado, ver llorar a Julia lo estaba volviendo loco.
---No es suficiente con sentirlo Scott, no está vez --- le dijo una muy dolida Julia. Ella se dio la vuelta y él no la siguió.
Julia llegó a su apartamento y lloró, lloró todo lo que pudo, como si las lágrimas pudiesen limpiar su dolor, solo que no lo hacían, cada sollozo era peor del anterior. Julia se dio la oportunidad de llorar todo lo que pudo, una botella de tequila y ella en el piso pegado a la pared, de fondo una canción de Alejandro Sanz de los 80s, dejaron que el dolor fluyera.
Julia supuso que así se debió sentir Cenicienta a media noche, una vez que el encantamiento terminó y el carruaje dejo de ser carruaje y se convirtió en calabaza y regreso a su realidad. Nunca debió de dejarse llevar por cuentos de hadas.
En ese momento Julia sé prometió que sería la última vez que lloraría por Scott. Al menos eso esperaba.
ESTÁS LEYENDO
UN AMOR SIN ENFOQUE, A PLUS SIZE STORY
ChickLitTERMINADA. Julia ha terminado la universidad y quiere seguir su sueño de formar una gran carrera en la fotografía, para ella poder plasmar lo que otros no ven es su mayor meta, pero tras la muerte de su padre, Julia es obligada a trabajar con su in...