𝐎𝐏𝐏𝐎𝐒𝐈𝐓𝐄 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃𝐒 || Han Lue

XI

Lessa miraba su celular mientras estaba sentada dentro del auto color morado uva, este había sido algunas cosas que, según su padre, habían logrado salvar de su misión en Londres, sus ojos brillaron mientras salía de la aplicación de mensajería antes de ver la aplicación de galería justo al lado de su dedo.

Abriéndola, esta logró ver bastantes carpetas ordenadas con nombres de países, Alemania, Francia, Rusia, España, Australia y más, frunciendo el ceño, la chica apretó la última carpeta que, aprecia, había creado, la de Australia.

Sus ojos recorriendo fotos de lugares, comidas, prendas de ropa, incluso autos, hasta que su pulgar dejó de moverse por la pantalla al ver una imagen que contenía rostros. Una imagen de un Han sonriente, con un casco, que parecía de los que los niños usaban cuando manejaban bicicleta, en su cabeza mientras se veía un pie en su mano, este tenía un calcetín, muy colorido, cubriéndolo.

Sonriendo inconscientemente, admiro la sonrisa de Han un minuto más, pensando en la razón por la que este podría estar riéndose, pero al pasar la mirada al pie vestido, esta pudo deducir que era por eso.

Amigos... ¿Habían viajado juntos a Australia como amigos? Sí, bueno, los amigos hacen eso ¿no? — Debimos haber sido muy cercanos... — Esta murmuro, mirando la imagen un segundo más, notando como algo en la mano del asiático brillaba, acercando la foto, Lessa logró distinguir un pequeño aro color dorado en su dedo anular, frunciendo el ceño, esta llevó su mirada a su mano.

Era el mismo anillo que ella portaba en su dedo.

— No la entiendo, hermano, se cayó de un jodido avión hace un año y medio y ahora quiere saltar de un avión, en su auto, a voluntad propia. — Lessa se distrajo, escuchando la voz, alta, de Roman, quien estaba en el auto frente a ella. Sabía que estaba hablando con Brian, a ella no le afectaba que este hiciera bromas sobre ella cayéndose de un avión, no recordaba que era lo que estaba haciendo, pero por la manera en la que este lo repetía, a diario, Lessa pensó que estaba haciendo algo heroico, bueno.

Además, el moreno le caía bien.

La puerta de carga se abrió, haciendo que una alarma se escuchara, lo que hizo a todos ponerse en posición, Lessa tomó su celular, metiéndolo en la bolsa con cierre de su chaqueta para no perderlo, sus manos tomaron el cinturón de seguridad, colocándolo alrededor de su cuerpo, cuando la señal de Brian y Dom se escuchó, la chica espero a que Letty, quien estaba en el auto a su lado, retrocediera, para luego hacerlo ella, sin pensarlo mucho, esta simplemente dejó que el auto cayera en picada.

Los ojos de Lessa se iluminaron, a ella le encantaba el paracaidismo, era bastante irónico, pero estar sentada en un auto mientras caía en picada de un avión hacia una montaña, era algo que jamás pensó que haría, y ahí estaba, sonriendo como una niña cuando vio como la montaña se acercaba aún más a ella.

Eso hasta que los gritos de Roman la interrumpieron, tratando de cerrar sus ojos con fuerza para que los agudos tonos de este no hicieran que ese dolor de cabeza, que había sido muy usual últimamente, no apareciera en ese momento.

Decidiendo concentrarse en el GPS, Lessa tomo el control de su paracaídas, mirando como el marcador ponía mil metros, que era la lejanía que tenía en suelo y su auto, esta abrió el gran paracaídas, sintiendo un fuerte freno en su caída antes de que el auto se sintiera pleno.

Siendo la tercera en soltar su paracaídas, la chica comenzó a acelerar detrás de Brian, después de que estos vieran como Roman quedaba atrapado en el aire, dando vueltas por el lugar, todos siguieron su camino, prometiéndole volver por él después.

Unos minutos fueron suficientes para que alcanzaran la caravana, donde, había escuchado Lessa, iba la tal Ramsey. Un segundo paso desde que los autos estuvieron siguiendo las camionetas cuando estás mismas hicieron una rara formación, Lessa sabía que eso pasaría.