XVIII

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Lessa ahora se dirigía en la motocicleta color negro con toques morados, acelerando junto a Letty, quien también conducía una motocicleta, ambas iban encabezando al grupo, dirigiéndose hacia donde la última señal de Don Nadie había sido registrada. - Tenemos una brecha de diez minutos entre pratullajes, la señal de Don Nadie está cerca pero tenemos que ser muy rápidos.

- Sí, no tengo muchos ánimos de toparme a militares hoy. -Lessa hablo, negando con la cabeza mientras aceleraba más su motocicleta.

Una vez en el lugar, Lessa bajo, tomando su metralleta en manos y quitando su casco para caminar cerca de Roman. - Roms y yo los cubriremos, apresurense, este lugar no me da muy buena espina. - Esta pidió antes de comenzar a caminar con Roman para poder ver si había algo o alguien ahí.

- Claro que no te da buena espina, estamos en medio de la nada, aquí solo hay mosquitos y serpientes venenosas. - Lessa sonrió, antes de seguir con su misión de buscar posible peligro o vida humana ahí, cosa que no lograron.

Regresando al avión destruido, esta llamo a Dom. - No hay ni una sola alma aquí. Ni señales del señor Don Nadie. - Lessa asintió hacia Dom después de escuchar a Roman decir, cuando el ruido de algo abriéndose los interrumpió, esta miro hacia Ramsey, quien sacaba una caja del lugar que acababa de desbloquear.

La mirada de Lessa se volvió confusa al ver el artefacto que Letty tomó en sus manos. - Parece la mitad de un melón. - La menor dijo, haciendo a todos mirarla y negar antes de volver a la seriedad del tema. - No se lo que sea pero creo que será mejor que salgamos de aquí an-

Sin poder terminar, Lessa se agacho al ver cómo una bala caía cerca de su cabeza, asustandose por un segundo, tratando de cubrirse, esta comenzó a disparar a los grandes bunquers que iban llegando, la menor logró ver a Roman correr justo hacia los bunquers, maldiciendo esta corrió en dirección a él.

Escuchando como los demás encendían los motores, no iba a dejar al moreno ahí, por lo que, viendo como los demás bunquers seguían al equipo, esta suspiro cuando vio que solo era uno el qué seguia a Roman. - Muy bien, Lessa, busca un lugar alto y alejado, un lugar alto y alejado.

Esta repetía mientras buscaba con la mirada antes de sonreír al ver una piedra de gran tamaño a la lejanía, corriendo hacia el lugar, esta recargo la metralleta antes de ver la gran piedra frente a ella. - Ah, maldición, muy alta... - Esta dijo antes de escuchar a Roman gritar, maldiciendo, esta comenzó a escalar la roca, sonriendo cuando esta se paro en la punta de esta.

La chica logró ver como el grupo de militares rodeaba algo, pensando en que sería a Roman, la chica apunto, disparando sin pensar mucho, derribando uno por uno a los hombres. - ¡Roman!

- ¡Lessa sácame de aquí! - Esta sonrió, claro que había sido el hombre, la chica salto de la gran piedra, agradeciendo haber comenzado a ir al gimnasio, porque de otra manera su fuerza no hubiera sido suficiente para detenerse. — ¡Lessa, aquí hay ratas!

— Ah, entonces si tienes quien te haga compañía. — Lessa dijo, acercándose al gran pozo en el que este se había caído.

— Ay, que graciosa. — La chica se rio al ver el rostro sarcastico del hombre. — Sácame de aquí.

— Sólo déjame encontrar con que sacarte, ¿Cómo demonios te caíste ahí? — La chica dijo, Roman murmuraba algo de correr sobre unas hojas y luego caer.

— ¡Lessa no vayas a pisar hojas cafés! — Lessa se asustó ante tremendo grito, tropezando hacia atrás, sintiendo como el suelo debajo de ella desaparecía, la chica solto un jadeo de sorpresa antes de que un gruñido de dolor saliera de su boca al caer en el suelo. — Te dije que no pisaras hojas cafés.

𝐎𝐏𝐏𝐎𝐒𝐈𝐓𝐄 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃𝐒 || Han LueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora