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Los pasos de Lessa eran seguros y fuertes, sus tacones color negro hacían eco con cada paso que daba en el pasillo del, por ahora, vacío bar.

A Lessa no le gustaba, ni un poco, visitar los bares de su familia, al menos, no en las mañanas, y mucho menos, el de Los Ángeles. Los bares bajo la marca Moretti Imperial eran los bares, clubes, e incluso, hoteles, más lujos de América y Europa, sin embargo, el bar en el centro de Los Ángeles era el más odiado para Lessa, quizá porque era el más grande y porque era el que más trabajo necesitaba.

Siempre tenía que hacer algo cuando llegaba a ese lugar, despedir gente, contratar, ordenar más bebidas, mesas, ventanas, sillas, de todo, siempre había algún problema con el que ella tenía que lidiar.

Y ese día no era una excepción. - ¡¿Cuantas veces les tengo que decir que no pongan mesas a menos de dos metros de la pista de Baile?! ¡Saquen esto de aquí! - Lessa ordenó, ella no era alguien que las personas pudieran odiar, no solía hablar muy alto ni dar órdenes como si fuera la dueña de un lugar, pero había tenido malas experiencias en el propio negocio de su padre, fue por eso que el mismo la hizo entender que ella era la dueña de esos lugares, pero que si quería ser escuchada, tenía que levantar la voz.

Entonces, prácticamente se había convertido en la jefa mandona que todos odiaban, no porque quisera, más porque era la única manera en que ellos entendían. - ¡Federico! Quiero el inventario de las bebidas pedidas este mes y el anterior, llévalas a mi oficina y por favor, quita esa asquerosa música, es un bar, no un elevador.

Lessa camino hacia el área VIP del lugar, lista para subir los escalones antes de que una voz la interrumpió. - Señorita Moretti, hay alguien que quiere hablar con usted. - Lessa se dio la vuelta, mirando a uno de sus trabajadores antes de ver por sobre su espalda, esos bonitos ojos azules la saludaron con una sonrisa, esta miro a su trabajador de nuevo, pidiéndole que se retirara.

La chica sonrió una vez que estuvieron solos, la menor abrió los brazos, dirigiéndose al rubio, abrazando su torso, este río con cariño, acariciando sus espalda mientras la saludaba. - O'Conner, siempre es un placer verte.

- Lo mismo digo, Less. - Esta sonrió, acariciando el cabello color morado de la chica antes de pasar su vista a una mujer que estaba a detrás de Brian, la chica la miró con una ceja alzada antes de ver al rubio. - Ella es Mia, mi novia.

- Alessandra, es un placer. - La menor extendió su mano, siendo estrechada por la de la mayor. - Bueno, ¿qué les parece una bebida? La casa invita. - La menor no les dio tiempo de negarse, subiendo las escaleras del área VIP. - Lucas, un martini, un vodka simple y... - Lessa miró a Mia un segundo antes de volver a su bartender. - Un whiskey. - Esta dijo, moviendose a la mesa más alejada del lugar. - Entonces, dime ¿que te trae por estos lugares tan... Céntricos?

- Sabes que no vendría a molestarte si no fuera algo que necesito con mucha urgencia.

- Lo se bonito, es por eso que te pedí un Vodka, pareces algo estresado. - Lessa rio, agradeciendo cuando las bebidas llegaron, tomando su Martini, esta se recargo en el cómodo sofá que rodeaba la mesa, mirando a la pareja. - Dime que necesitas, sabes que si puedo ayudar, lo haré.

- Es... Necesito que me ayudes a sacar a alguien de la c-

- Okay, espera... - Lessa detuvo al rubio, mirando al bar, tronando sus dedos, esta señaló las escaleras, viendo como todos los trabajadores comenzaban a salir del área, Lessa regreso su vista a la pareja, notando como estos se miraban bastante preocupados. - Vaya, debe ser bastante importante ¿no es así?

- Es mi hermano. - Mia comenzó, haciendo a Lessa pasar su mirada a ella. - Él... No ha sido la persona más correcta, pero es mi hermano y no puedo permitir que vaya a la cárcel por algo que hizo en defensa propia y de su familia.

𝐎𝐏𝐏𝐎𝐒𝐈𝐓𝐄 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃𝐒 || Han LueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora