🦋IV

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Cuándo el encargado abrió la puerta por nosotros me quedé totalmente impresionado con la decoración de aquella habitación. Durante gran parte de mi vida me acostumbraron a la sobriedad, a vivir sin excesos, "una vida honesta propia de un príncipe cercano a su pueblo" afirmaba siempre mi madre.

- ¿Que te parece?- me preguntó cuándo ambos quedamos a solas

Sinceramente no sabia que contestarle, aquella habitación que no era mucho más grande que la mia, estaba llena de detalles allá donde mirases. Dos camas de matrimonio adornaban cada uno de los lados, un espejo reposaba en el lado izquierdo, junto a un escritorio de madera. También contaba con un sin fin de cuadros colgados en las paredes que viajaban desde paisajes maritimos, hasta montañas nevadas.

- Es muy bonita- le contesté sinceramente

No fue hasta entonces que noté una gran ventana, la cuál contaba con un pomo dorado.

- ¡Felix, mira!- a paso rápido me planté justo enfrente de esta- Podemos irnos si queremos, tan solo deberíamos bajar por aquí- mi boca enmudecido al notar la altura en la que estabamos

- ¿Pretendes descender de un octavo piso?

Sonreí al escuchar sus palabras

- Eso es justamente lo que pensaba hacer- le contesté al girarme hacia él

Me remangué la camisa y me dispuse a buscar cualquier tipo de tela que hubiese en la habitación para amarrarla y descender por ella, tampoco es como si fuera a hacerlo por primera vez.

Abrí uno de los armarios, el cuál estaba más cerca de mis maletas y saqué unas cuantas toallas bordadas.

- ¿Enserio pretendes escapar de aquí?- me preguntó el rubio de brazos cruzados

- Creí que ya había quedado claro- le dije mientras amarraba las toallas- Nunca quise venir aquí, no estoy echo para convivir con ellos, ni si quiera compartimos valores, todos aquí acabaran despreciandome y tratandome como un diferente, así que prefiero huir antes de que eso pase.

- Eso es de ser un cobarde

Me detuve al escuchar sus palabras

- No soy cobarde- le dije devolviéndole la mirada- tan solo soy realista

Me puse en pie y saqué las sabanas de las camas para amarrarlas también, cuándo una mano me quitó la tela de entre mis manos

- Para tu información, ni con las sabanas de nuestras camas llegarás a tierra- masculló, irritado o por lo menos eso parecía- Te van a hacer falta metros de tela para no matarte por la caída

Mi vista volvió a la ventana y al paisaje helado que parecía a kilómetros de nosotros, cuándo tan solo nos separaban unos metros.

- ¿Y que pretendes que haga?¿Que me quedé aquí sentado sin hacer nada?- le cuestioné

Felix suspiró y tomó asiento en la otra cama, justo enfrente de mi, cada uno en un lado opuesto de la habitación.

- ¿Acaso este es un mal lugar?- me preguntó en un murmuró

Las estancias ensi eran preciosas, toda la academia parecía sacada de un cuento clásico, pero esta no era el problema, ni siquiera tenía relación alguna, el problema radicava en mi.

- No es un mal lugar- admití- Pero no es un lugar para mí

La habitación quedo en silencio durante unos segundos, ningúno sabía que decir, era una situación complicada para dos personas que se conocían hace relativamente poco.

- Hyunjin- me llamó, haciéndome levantar la cabeza- Te acabarás acostumbrando, te lo aseguró, talvez el comienzo sea algo complicado, pero dentro de unos meses ya verás este lugar como tu hogar, a todos nos pasa lo mismo

The Crystal Prince°• {Hyunlix}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora