❄XVIII

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Dicen que cuándo uno esta cercano a su muerte, observa toda su vida en fotogramas, como si se tratará de una película en cinta. Yo en cambió observé imagenes sueltas; durante algunos segundos me vi a mi mismo de cinco años jugando en un charco de barro delante de la puerta de casa, mi madre y algunos sirvientes aparecieron pocos instantes después para sacarme de ahí y limpiarme, otro recuerdo apareció en mi mente, pero esta vez estaba discutiendo con un par de camareros en un bar, después de que estos se negaran a servirme una misera cerveza, tendría alrededor de diecisiete años entonces.

Mi vida se veía como una película rota y gastada, sobre alguien que no había logrado hacer nada de provecho en su vida, tenía un título de la realeza, si, pero nada más.

En mis recuerdos no vi a un príncipe, no vi al heredero de la corona de Garnet, en mis recuerdos solo podía observar a un jóven hartó de su vida, un chico común, no tenía nada a destacar y lo único que se me había dado bien en la vida eran cualidades contrarias a las de un chico noble y de buen corazón.

De un momento a otro, las imagenes que no paraban de reproducirse frente a mis ojos fueron cada vez más brillantes, la luz que emanaban era tan fuerte que me obligó a dejar de mirarlas y de golpe toda mi visión fue blanca, no había nada, solo luz, caliente y reconfortante como una lampara de aceite.

- Gracias a dios, estás despierto- dijo una voz cercana a mi oído izquierdo- creí que me ibas a dejar, idiota

Mis ojos estaban demasiado secos para abrirse, parecía que llevaban cerrados toda una eternidad. Debajo de mi comencé a sentir una superficie blanda, la cuál supuse que era un colchón.

- Pensé que ese hijo de puta le había hecho algo malo a tu cabeza- continuó la voz, un tanto entrecortada, parecía que estaba apunto de llorar

Reconocía aquella voz, no podía ser otra persona que él

- ¿Porque no hablas así más a menudo?

Mi voz sonaba pastosa y un tanto grave, todavía no había abierto lo ojos, pero la cercanía de Felix a la cama hizo que notará un pequeño salto debido al susto.

- ¿Ha-hace cuanto estas despierto?- estaba nervioso, su voz tembló mucho más de lo normal

Cuándo mis ojos fueron acostumbrándose a la luz que se filtraba por ellos, pude comenzar a abrirlos. Para mi sorpresa no me encontraba tumbado en la cama de mi habitación, ni siquiera en la de Felix, me encontraba dentro de una habitación blanca, con una diminuta ventana a un lado y rodeado de artilugios metálicos que no daban muy buena impresión a primera vista.

- ¿Que es éste lugar?- no podía levantarme de la cama, así que no veía mucho más que aquellos artilugios y una cortina blanca que hacía la función de pared

- Estamos en la enfermería, te trajeron ayer aquí después del incidente de la exhibición deportiva

Mi cabeza comenzó a recordar los sucesos, antes de que todo fuera oscuro. Podía recordar el público a mis espaldas, las jóvenes gritando mi nombre, la competencia de tiro con arco, los comentarios de Bang, mi arco apuntando hacía él...

- Supongo que ayer perdí cualquier esperanza de encontrar esposa- era obvió, ninguna mujer en toda Azdhara estaría dispuesta a contraer matrimonio con un lunático, después del espectáculo que di

Felix miró hacía otro lado, mientras intentaba peinar de mala manera su pelo. Éste parecía haber dormido a mi lado, tenía el uniforme arrugado y las bolsas bajo sus ojos no metían, ni tampoco podían ocultarse.

- Supones bien, la mayoría comenzó a asustarse cuándo apuntaste hacía la cabeza de Bangchan

Sus ojos no me miraban, pero yo deseaba ser mirado por él

The Crystal Prince°• {Hyunlix}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora