II.

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Habían pasado dos días y me veía mejor, las bolsas bajo mis ojos casi habían desaparecido y aunque aún sentía un agujero en un pecho, tenía confianza de que todas esas desagradables sensaciones se irían.

La noche anterior Heng me había llamado para avisarme que el señor Udomkaewkanjana había convocado a una reunión para hablar de un importante proyecto por lo que desperté más temprano y llegué a la oficina antes de lo normal.

—Freen, nos solicitaron para dentro de diez minutos en la sala de juntas — dijo Heng casi corriendo y luego entendí por qué. Corrió al elevador y esperó no más de treinta segundos cuando este se abrió y tuvo que recibir a un grupo de personas.

Por lo poco que alcancé a ver, se trataban de extranjeros. Eran tres caballeros de pelo cano y dos jóvenes mujeres.

Caminaron en sentido opuesto a mi oficina y supe que iban a la sala de juntas.

Tomé mi iPad y salí rumbo al mismo destino que ellos.

—Bienvenidos, nos alegra mucho que ya se encuentren en Bangkok — mi jefe, el señor Saint Udomkaewkanjana ya estaba saludando cuando entré junto a otros compañeros. Me detuve al llegar a mi silla y antes de sentarme saludé.

—Ella es nuestra agente junior, Sarocha Chankimha —me presentó mi jefe e hice una reverencia a cada uno de los miembros de la mesa.

—Será un placer trabajar con este equipo y espero obtengamos los resultados deseados —habló uno de los hombres del lado opuesto a la mesa.

—Muchas gracias, Christian, esperamos lo mismo. Es por eso por lo que he convocado a esta reunión, quiero presentarles a International Corporative Communications, han venido desde Inglaterra para colaborar en un proyecto de inversión extranjera que requiere de socios locales... — por un momento dejé de escuchar al hombre ya que sentí una insistente mirada. Al intentar descifrar quien era esa persona me di cuenta de que una chica me sonrió.

Su cabello era corto y rubio, su piel pálida, ojos marrones y unos labios tan rosados.

Sentí mis mejillas sonrojarse e inmediatamente evité el contacto visual.

—...se estima que este proyecto tenga una duración de un año por lo que les pedimos que algunos nos apoyen al compartir su oficina, esto solo durará unos días hasta que quede habilitado el piso de arriba. Si no hay más que decir, les doy la bienvenida y más tarde les haré llegar un escrito con los detalles de esta colaboración —al terminar de hablar aplaudimos al señor Udomkaewkanjana y procedimos a retirarnos de la sala.

Este tipo de colaboraciones eran usuales en la empresa, pero no para mí, era la segunda vez que me incluían y lo veía como una gran oportunidad para el crecimiento laboral y mentiría si dijera que no estaba nerviosa.

—¿Compartir mi oficina? —Heng no estaba feliz en absoluto con la idea y lo demostró al entrar bufando detrás de mí a mi oficina.

—No le veo el problema, solo serán unos días —realmente no me molestaba el compartir e incluso me parecía interesante aprender de otras personas, sobre todo si son de otros países.

—Bueno, tal vez no es para tanto, pero...

—Chicos, disculpen la interrupción —nuestro jefe entró a mi oficina dejando a Heng a media oración —Quería presentar más personalmente a Freen con las jóvenes con quienes compartirá su oficina temporalmente.

—Claro, adelante, por favor —le pedí antes de ver como se adentraba más y como detrás de él lo acompañaban las chicas que había visto hasta hace unos momentos y más específicamente a quien me había sonreído.

Entre el amor y la soledad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora