Capítulo 10

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Este fin de semana no estaba entre los favoritos de Lalisa. Todo comenzó el viernes cuando peleó con Jisoo, aun no comprendía cual era el tema, pero siempre eran por los secretos que se tenían.

Aun recordaba esa tarde.

* * FlashBack* *

Estaban saliendo del instituto, caminando por el aparcamiento al carro de Sehun cuando después de un día de pensarlo la tailandesa decidió sacar el tema.

—Soo, últimamente te noto un poco… extraña—la tailandesa escogió con cuidado sus palabras, Jisoo volteó a verla con una mueca—. ¿Hay algo que quieras contarme?

Jisoo Kim por primera vez en su vida la observó con recelo, fue un golpe duro para Lalisa.

—No entiendo de que me hablas, la única que está actuando extraño eres tú—levantó su dedo índice señalándola, después resopló levemente—. Pero supongo que no querrás contarme nada, ¿cierto?

Lalisa detuvo su andar para quedársele viendo, Jisoo notándolo hizo lo mismo para encararla.

—¿De qué hablas? A mí no me pasa nada, contrario a ti—no quería admitirlo, pero se estaba comenzando a enojar.

Jisoo levantó las manos al cielo.

—¡Claro que no, pero que dices!—dijo muy sarcásticamente antes de ver fijamente los ojos miel—. Por favor, Lalisa, llevas casi un año ocultándome algo y no quieres soltarlo. ¿Qué sucedió con lo de nunca tenernos secretos? Creo que la promesa murió.

Eso ultimo lo dijo con una voz amarga. Lalisa sabía que tenía razón, ella había roto esa promesa, pero no era la única.

—¡Tú no te quedas atrás!—se indignó aún más con el rostro inocente que hizo Jisoo—. ¡Atrévete a decir que es mentira pero tú también me ocultas algo! Llevas meses en ese extraño estado tuyo de ver al vacío y perderte en tu mundo, tienes algo que te atormenta en la cabeza y ni te dignas a decírmelo. Dime, ¿quién es la que rompió la promesa ahora?

Jisoo apretó los labios, aunque Lalisa logró ver sus ojos húmedos, ellas nunca pelaban así y la tailandesa sabía que esto estaba lastimando mucho a su mejor amiga.

—¡Yo tengo mis propios problemas, pero no eres quien para decir si estoy mal o bien!—chilló y algunas personas que pasaban miraron, Jisoo se acercó más hablando en susurros cortantes—. Que este callada no significa que deba estar afectada, Lalisa.

—¡Pufff, eso no te lo crees ni tú! Lo veo en tus ojos Kim, pero claro que no me dirás—revolvió su cabello frustrada y después suspiró—. Últimamente andas de un humor cambiante, un día estas feliz y a la otra semana completamente enojada o triste. ¿Qué te sucede? Y lo de ayer en el campo, ¿qué fue eso?

Jisoo entendiendo a donde quería llegar la vio con ojos encendidos en fuego.

—No sucedió nada, ni nunca lo hará, solo intentas ver cosas donde no las hay para ocultarme tu secretito—eso fue lo que hizo explotar a Lalisa.

—¡Oh puede que ni yo misma esté enterada del magnífico secreto que te oculto! Jisoo, sólo soy una chica, mis padres se separaron, tengo la cabeza echa un ocho y tú en lo único que piensas es que te oculto algo—una lágrima resbaló por la mejilla de la tailandesa, en ese momento a Jisoo se le pasó todo el enojo.

Arrepentida intentó acercarse para abrazarla, pero Lisa se hizo hacia atrás.

—Necesito pensar… quiero estar sola—y de esa forma la tailandesa huyó lejos de su mejor amiga de toda la vida.

Mientras iba caminando a casa lloraba, por todo lo que le había ocurrido, por la pelea y sobre todo por el secreto que no le podía contar a Jisoo, por que como había dicho, ni ella misma sabía lo que le sucedía. Al llegar a casa se encerró en su cuarto y no respondió ninguna de las llamadas de Jisoo.

⌗𝐑𝐢𝐯𝐚𝐥𝐞𝐬 ; 𝐉𝐞𝐧𝐥𝐢𝐬𝐚 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora