Capítulo 13

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—¿No estuve fantástica?—Jisoo peinaba su cabello recién duchado.

Estaban terminando el entrenamiento esa tarde, Jisoo lucia muy feliz y ya casi la tailandesa podía adivinar por qué tan animada. Roseanne Park, la rarita, estuvo toda la tarde en las gradas viéndolas entrenar, apostaba que solo fue por la pelirroja. Lisa no quería hacer suposiciones, pero creía que su amiga estaba un poco animada por eso. Ellas no habían vuelto a tocar el tema de aquel día en la enfermería, ya que cada vez que intentaba insinuárselo a Jisoo, ella cambiaba de tema o huía.

Por esa razón Lalisa se sentía un poco frustrada.

—No mejor que yo, Kim—asintió con aire superior paga fastidiar a su amiga.

Estaban cambiándose y Jisoo solo vestía unos short con una camiseta de tiras, ¿no tenía frío? Lalisa prefirió llevar un jersey y una falda, tacones y maquilarse, por supuesto.

—¡Ja, ja, que graciosa eres, Lalisa!—la pelinegra le lanzó la toalla.

Terminaron de arreglarse y salieron a esperar a Jungkook y a Sehun. Momo e Irene ya estaba afuera, esperándolas y las recibieron con una noticia.

—¿A dónde vamos?—la pelinegra más bajita dijo, últimamente parecía un poco más feliz de lo normal.

—La pizzería, no escuché muy bien a Oh—la tailandesa sonrió mientras ladeaba la cabeza. Jisoo le dio un golpecito amistoso con su hombro.

—Claro, ¿cómo van las cosas con Jungkook?—le preguntó pícaramente.

—¡Cierto! Ya llevan varias semanas saliendo, ¿ya son algo?—Irene le dio un guiño y Lalisa vio al suelo incomoda.

Durante este mes había empezado a salir más seguido con Jungkook. Varias citas al cine o a tomar algo, no eran muy serias o al menos para ella. No les podía confesar a la chica la razón de sus acciones, bueno en realidad eran dos, aunque la tailandesa intentaba negárselas: la primera era porque al parecer a Jennie le gustaba Jungkook, siempre la pillaba mirándolos con cierto enojo cuando Lalisa estaba con el chico, cosa que le hacía rabiar.

Por esa razón salía con él, para hacer sufrir a la castaña por querer a alguien tan tonto como Jungkook; y la segunda, pero era muy ridícula para la opinión de ella, era que intentaba distraerse con otro chico para dejar de pensar tanto en Jennie.

Últimamente era así, no podía ni dormir tranquila preguntándose qué estaría haciendo la castaña o si estaba bien o algo. Era un asco sentirse así.

—No hay nada, creo—sonrío débilmente, pero sus amigas no lograron decir nada cuando llegaron los chicos.

Jungkook le dio un beso juguetón en la mejilla a Lisa, la chica se sonrojó al escuchar las risas burlonas de sus amigas y meterse en el convertible de Sehun enojada. A veces ellas podían ser tan inmaduras. El resto del viaje fue típico, charlas, bromas, Jisoo pretendiendo tener frío para que Sehun le diera su chaqueta del equipo. Lo normal.

¿Por qué no puedes dejar mi cabeza en paz, Kim? Se preguntó enojada al darse cuenta que otra vez volvía a pensar en los ojos café. Ya. Lalisa no podía sentirse así, de rara, debía hacer algo. Lo mejor que podía hacer era huir, intentar sentir lo que sentía por Jennie con otra persona.

—¿Jungkook?—llamó al chico mientras todos hablaban.

Jungkook estaba sentado con ella atrás ya que Jisoo ocupaba el puesto de copiloto.

—¿Si, preciosa?—sonrío encantador.

Lalisa hizo un puchero abriendo los brazos para que la envolviera en los suyos.

⌗𝐑𝐢𝐯𝐚𝐥𝐞𝐬 ; 𝐉𝐞𝐧𝐥𝐢𝐬𝐚 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora