Hoy era el último día de clases, al fin. Lalisa necesitaba un descanso, unos dos hermosos meses libres y al fin llegarían. Quería alejarse todo lo posible de Jennie, la chica con la cual había dado su primer beso (Ladrona), la misma chica que la atormentaba todas las horas.
(Me dan lastima, creo que debería pagarles una psicóloga o algo)
¿Qué había hecho desde ese día en el campamento? Hacerle la vida imposible a Jennie, la castaña no entendía por qué Lisa estaba tan molesta, no la culpo, ni la tailandesa sabía.
No le gustaba pensar en su beso, le hacía sentir cosas que no le parecían correctas. En clases estaba mirando al pizarrón, normal; Jennie se situaba al frente para responder una pregunta, todo bien allí o eso pensaba hasta que la castaña comenzaba a hablar. Su voz era hipnotizante y Jennie era sumamente tímida, hablaba un poco lento y le daba el tiempo suficiente a Lalisa para observar sus labios. Los veía como tonta, recordando cuando la besó mientras estaba dormida, después veía sus ojos cafés que justamente estaban observándola y apartaba el rostro bruscamente sonrojado. Aquello en verdad no podía estar sucediéndole a ella.
Y luego estaba Jisoo, Jesus, la iba a volver loca. La tailandesa siempre veía a su mejor amiga perseguir "discretamente" a la pelirroja. (Y Rosé pensaba que ella era la obsesionada, si supiera) Si Park estaba en la pizzería, ellas debían ir allí; la pelirroja quería estar en el campo, casualmente ellas tenían que ir a entrenar al equipo; si Park quería ir al baño, adivinen quienes tendrían que ir a interrumpirla para molestarla ¡Por supuesto que ellas! (Ew ¿Y la privacidad? JisooStalker On)
Y también estaba el pequeño detalle que Jisoo parecía celosa de ella. ¿Por qué? Por la mayor tontería del mundo.
—Jisoo, deja de una vez a Park en paz—la tailandesa suplicaba, estaban en el pasillo. Jisoo bufó y la atravesó con los ojos.
—Claro, lo dices porque tu si pudiste besar a Jennie—y apenas esas palabras eran pronunciadas Lalisa se sonrojaba.
—¡Es absurdo que te enojes por eso!—le reclamaba todo el tiempo pero Jisoo era muy cabezota.
Al parecer la pelinegra objetaba que era injusto que Lalisa le hubiera dado un beso a Jennie y la imbécil de Park no se atrevió a besarla.
—No es mi culpa que la rarita no tenga agallas—se cruzó de brazos, Jisoo guardaba su diario en su cartera.
—Yo nunca mencioné a Rosé—hizo una mueca.
—¿Ah no? Si es obvio que estas molesta por que no te besó aquella noche, no me engañas Kim. Incluso puedo decir que ya escribiste sobre eso en tu diario, ¿cierto?—se burló y rió al ver el rostro colorado de Jisoo.
—¡Tú-, no estoy molesta por eso!—reclamó y la tailandesa chistó con gracia.
—Aja—levantó los brazos, fingiendo que tenía un cuaderno y estaba escribiendo—: "Querido diario, ¿por qué la fenómeno no me besó? Yo que soy tan hermosa, ella debería estar desesperada por besarme, ¿no crees?"—dijo utilizando un tono de timbre más agudo, similar a la voz de su amiga.
Aquello era una completa mentira, y las dos lo sabían, pero aun así el rostro de Jisoo adquirió un tono rojizo mientras se daba la vuelta furiosa y se iba.
—¡Qué te jodan, Manoban!—la pelinegra le gritó mientras iba seguramente a la cafetería.
—¡Sabes que es cierto!—Lalisa quería reírse y aún más al ver a su amiga pintándole la paloma aun dándole la espalda, hasta que desapareció por un pasillo.
La tailandesa se recostó de los casilleros, debatiendo si seguir a Jisoo o no. En parte no quería ya que seguro vería a Jennie y por el otro lado quería seguir fastidiando a su mejor amiga. ¿Qué haría ahora? Pero la respuesta llegó sola, o mejor dicho, fue la chica rubia quien la hizo decidir. Ella estaba allí, cerca de Lisa y hablaba con una chica, no parecían estar coqueteando, pero la chica de igual manera se le lanzó encima. ¡Vaya, la chica quiere ir rápido! Pensó, pero la chica rubia quería apartarla y la tailandesa pensaba que era mejor así.
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⌗𝐑𝐢𝐯𝐚𝐥𝐞𝐬 ; 𝐉𝐞𝐧𝐥𝐢𝐬𝐚 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧
FanfictionLalisa Manoban tiene que comenzar la secundaria, junto a su mejor amiga Kim Jisoo, después del divorcio de sus padres que supuso una etapa difícil en su vida. Ella no creía en el amor, hasta que conoció a Kim Jennie, la mejor forma de huir de sus s...