Jisoo no era ella misma, la tailandesa lo notaba. Ya había pasado casi una semana desde que fueron al parque de diversiones y dos desde que se había comenzado a comportar se esa forma. Más de lo habitual, claro. Se le veía enojada, frustrada y triste.
Lalisa podía verlo, la chispa en sus ojos estaba o parecía opacado, la tailandesa no lo quería decir, pero incluso pensaba que Jisoo intentaba escapar. Huir de su infelicidad saliendo con Sehun, ella sabía que su mejor amiga no sentía nada por el pelinegro. ¿Por qué se hizo su novia entonces? No tenía sentido, pero los besos entre ellos dos iban en aumento y parecían una forma de distracción para Jisoo.
Quería abordar el tema, pero no estaba segura de nada. Jisoo llevaba casi un año comportándose raro, pero durante estas dos semanas parecía casi al borde del colapso, y Lalisa no quería verla así. Pero lo que temía era preguntarle ya que no quería volver a pelear, llevaban tiempo sin hacerlo, y además la tailandesa se sentiría como una completa hipócrita. Como podía decirle a su mejor amiga que estaba muy extraña cuando ella también lo estaba, aunque no podía ser lo mismo. A Lalisa le atormentaba una única cosa con nombre y apellido: Jennie Kim. Incluso sus padres quedaron en segundo plano, su mamá nunca estaba en casa y su papá no llamaba, no le afectaba mucho a estas alturas. Era como no saber que tenía padres, los señores Kim parecían más su familia que la suya propia. Mientras que Jisoo debía tener varias cosas en la cabeza, puede que estuviera preocupada por su futuro, o algún problema familiar. Puede también que le gustara algún chico, tal vez, e intentaba olvidarlo succionándole la boca a Sehun todo el día.
En todo caso se sentía ofendida, si a su amiga le gustaba algún chico, ¿por qué aún no se lo había dicho? Ellas siempre se contaban todo, Lalisa le había contado a Jisoo sobre que esa semana reprobó el examen de Biología. Se contaban todo, bueno, todo menos el tema de Jennie. Del resto Jisoo sabía hasta su tipo de sangre, ¿por qué no le contaría sobre el chico que le gusta? Pero la oportunidad apareció sola un día, fue accidente, y Lalisa no lo planeó. Ni siquiera iba a preguntarle sobre su depresión, solo esperaba a que su mejor amiga se abriera a ella.
—¡Te juro que te lo devuelvo!—la tailandesa le imploró juntando sus dos manos como un ruego.
Estaban subiendo las escaleras al cuarto de Jisoo, estaban en casa de los Kim ya que la invitaron a pasar la tarde allí.
Jisoo pareció pensarlo, pero Lalisa sabía que si lo iba a hacer por su pequeña sonrisa traviesa. Era muy agradable verle una sonrisa auténtica, últimamente no lo hacía mucho.
—Puede ser… —quería hacer sufrir a su amiga, pero al ver los ojos miel casi saliendo río un poco—. Vale, yo te presto los apuntes de Biología.
—¡Gracias, Soo!—se lanzó a abrazarla causando risa en las dos porque casi caían por la escaleras.
—De nada. ¡Ten más cuidado, casi terminamos como barriles por tu culpa!—giró el pomo abriendo la puerta y lanzado cartera en la cama.
—Bien, ¿ahora donde escondes ese lindo cuaderno?—le dio un guiño sentándose en la cama, Jisoo estaba con una toalla en el brazo.
—Mmm creo que, en mi escritorio, debe estar por allí—se encogió de hombros mientras entraba al cuarto de baño que había en la habitación.
—¡Eres la peor anfitriona del mundo, te estas bañando mientras hay visita!—la regañó la tailandesa al escuchar el ruido de la ducha.
Escuchó una risa sarcástica de Jisoo sobre el ruido del agua.
—¡No me importa, Manoban, si yo quiero bañarme lo hago!—después otros ruidos al otro lado de la puerta.
—Al menos pudiste haberme dado tu misma el cuaderno, idiota—dijo para sí misma soltando una risa.
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⌗𝐑𝐢𝐯𝐚𝐥𝐞𝐬 ; 𝐉𝐞𝐧𝐥𝐢𝐬𝐚 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧
FanficLalisa Manoban tiene que comenzar la secundaria, junto a su mejor amiga Kim Jisoo, después del divorcio de sus padres que supuso una etapa difícil en su vida. Ella no creía en el amor, hasta que conoció a Kim Jennie, la mejor forma de huir de sus s...