Izuku se conservó en su lugar levemente aturdido de todo aun, frotó la manga de su ropa contra el rostro para limpiar el rastro de lágrimas. Todo era tan confuso, se sentía perdido en lo que podría hacer de ahora en adelante.
Debía estar con Horn a como dé lugar, tanteó la tela escarlata que rodeaba sus hombros y quedó pensativo recordando la última mirada en aflicción que restregó Katsuki, ese chal que le dejó todavía conservaba algo de calor ajeno.
—No lo entiendo, él... —susurró para sí cerrando sus ojos meditabundos, recordando al rubio decirle que debían casarse para mantenerlo seguro en Vaarja.
Frunció el entrecejo con un ligero sonrojo negando la cabeza.
—Realmente quiso hacer lo mismo que la aldea Raner —recordó cohibido de ser un prisionero de guerra donde estuvo contemplado a hacer algo similar forzosamente.
Avanzó su mano a sujetar una vez más la cadena que lo estaba reteniendo en el lugar, miró el entorno buscando algo que le ayudara a liberarse. Al escuchar unos pasos al otro lado de la única puerta se puso tenso y dejó de forcejear con el hierro.
La puerta fue abierta con una lentitud tortuosa que provocó en Izuku morder su labio con estrés, sin embargo, todo ese pánico culminó al ver como entró un lindo gato gris que se acercó por sus anchas con mucha familiaridad al entorno y saltó a la cama con un maullido.
—Haa... Hola —susurró tímido al pequeño animal que se acostaba entre sus piernas en busca de calor, por lo que llevó una mano acariciar sus orejas. —¿Quién te dejó pasar?
La simpatía del gato hizo que el nerviosismo poco a poco descendiera en su cuerpo, por lo que estuvo acariciando el terso pelaje. Pronto sintió una mirada acechando por lo que giró de reojo a la entrada, encontrándose con un sujeto de reacción indiferente pero internamente intrigado.
—¿Cómo estás, Deku? —Preguntó cruzando sus brazos recargando al margen de la entrada.
—¿Huh? —Parpadeó confuso de la mención, aunque no era la primera vez que escuchaba ser nombrado así. —¿Quién eres?
—Hitoshi Shinso y ese traidor de ahí es mi guía, se llama Gray —señaló al gato que acurrucaba encima de Izuku. —Por lo que veo tienes un encanto para los animales ajenos, ¿por eso Fang terminó siguiéndote a ti?
Los labios de Izuku apretaron culpable por lo oído, bajó su rostro hacia el gato, aunque éste de forma desprevenida le lanzó un zarpazo para que no le tocara más. Shinso mostró sus dientes divertido de la escena.
—No, ya noté el rechazo —rio entre dientes.
El chico en cama sujetó al gato con cuidado para bajarlo y ponerlo de pie en el suelo.
—Yo les dije que no rompieran ese tabú, pero Katsuki y su compañero ignoraron cualquier advertencia... —defendió afligido. —No querían dejarme solo.
Shinso hizo una mueca y rascó parte de su cabello.
—Duermes demasiado, ¿qué tan herido estás para eso? —Izuku enarcó una ceja ante eso, lo mencionaba como si nadie supiera cómo fue obligado a llegar ahí. —Corriste con suerte de no estar despierto al llegar, ¿tienes idea de lo que hacemos a los forasteros que asoman a la aldea?
El peliverde tragó saliva espesa sin tener respuesta.
—Los torturamos en un interrogatorio, obligándo a desentrañar cualquier mínima intención hostil, tu animal ya hubiera sido sacrificado.
—¡¿Qué pasó con él?! —Preguntó angustiado de eso último.
—Creo que está afuera, escuché de un borrego amarrado en un árbol.
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Horn & Fang [BkDk]
FanfictionOrgullosas y poseedoras de una independencia feroz, las tribus del norte son consideradas salvajes, ásperas, en especial por los diversos rituales que se llevan a cabo, entre ellos la prueba de valía donde los envían a enfrentar por cuenta propia la...