El rugido y la plegaria

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Los bosques profundos y llenos de neblina eran una traba para salir hacia los llanos si no conocías los senderos.

Podría tener una situación similar a como vivió en los bosques de Raner, aquellos con toques otoñales donde logró escapar de su cautiverio, sin embargo, ahora estaba más preparado. Ya no estaba incapacitado con una fractura, no tenía el desánimo andante por mentalizar la pérdida de su aldea Derkhan, la incertidumbre de que su compañero estuviera por ahí moribundo, esta vez no.

En su espalda cargaba un carcaj con flechas y un arco, en su alforja una daga, los tomó "prestado" de los estantes de exhibición de su anfitriona en la posada, era como salir hacia su prueba de valía a sobrevivir. Curioso que faltaba un día a que diera inicio al solsticio de invierno, la fecha tentativa de esas ceremonias de mayoría de edad para jóvenes guerreros.

Caminaba dificultoso en los matorrales para salir desapercibido y no fuese encontrado, ¿Por qué esto se asemejaba a cuando huyó de Raner? Una sensación incómoda lo invadió por esa comparación. Alvirt era una villa amistosa, tenía años que lo conocía, Entonces, ¿Por qué?

―Se va enojar... ―Susurró para sí mirando hacia atrás recordando a Tomura― pero algo... Algo no está bien... ¿Verdad?

Dijo con inseguridad mirando al alma errante del lobo que le comandaba el camino al frente.

Fang era su única alternativa, si Nagant estaba en lo correcto el lobo originalmente era su guía y no tendría por qué dudar de sus decisiones en sacarlo de ahí.

―Necesito a Horn... ―insistió con una ansiedad andante apretando sus puños a los guantes.

Ante el chillido de Fang respingó con indulgencia.

―No lo tomes a mal, Fang... Es eso que me acostumbré tanto a él que me es tan raro no tenerlo conmigo, puedo llegar a sentir que me falta el aire y el corazón... Es como si se detuviera...

Quiso corregir al considerar el entristecer el guía por la supuesta comparación. Balbuceaba bajito llevando una mano a su cabeza apretando el gorro hacia abajo.

―¿No llegas a sentir algo así también? O... ¿Katsuki es quien se sentiría sofocado?

Apretó sus labios con un gesto pensativo e incómodo, un hormigueo recorrió su lengua por mencionarlo así, le parecía extraño pero tampoco quería llamarlo con ese mote infantil luego de lo que pasó.

Pasó horas de la noche saliendo del bosque en neblina, Fang fue muy eficiente en guiarlo en la oscuridad con precaución, por ahora debían encontrar un lugar para pasar el resto de la velada.

Continuaron emprendiendo su viaje con la luz de las estrellas encima como única iluminación, Izuku no podía darse el lujo de encender una antorcha llamado la atención ante la crítica situación de saqueos y siendo un fugitivo en más de una aldea.

―¿Por qué se fue tan lejos...? Si me estás llevando con Horn, ¿verdad? ―Exclamó con cierta duda al lobo que iba al frente.

La estela del alma de Fang continuaba centrada con ese andar solemne y seguro, sin embargo, en unos segundos detuvo y alzó sus puntiagudas orejas mirando hacia su izquierda.

Izuku parpadeó confundido de esa reacción y siguió con la mirada hacia la ubicación llamativa, era una colina nevada con cierta luz que podía verse rodearle al otro lado. Inevitablemente tensó de suponer que había alguien más allá, sacó el arco y una flecha en cada mano.

―Fang... ―Susurró con advertencia retrocediendo con precaución, no quería encontrarse con nadie ajeno en sus términos.

El lobo ni se inmutó, continuó en su posición inmóvil como si analizara esa colina.

Horn & Fang [BkDk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora