Manifestación errada

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Regularmente una persona con el paraje espiritual debía tener una estricta educación que le permitiera controlarlo. Su energía podía atraer entes inquietantes o ellos mismos tenían ese privilegio (o maldición) de llamarlos.

Nagant fue una mujer de sumo carácter que negó muchas sugerencias en romper tabus; Atsuhiro Sako nunca llegó a lo que esperaba más allá de sellar ánimas; en cambio, Izuku era joven, con gran energía para atraer las almas y apenas estaba aprendiendo todo eso, perfectamente maleable.

Tomura se puso de pie despacio y sobando su quijada por el anterior puñetazo, Izuku también se levantó del sofá a la defensiva apretando el chal rojo a su cuello.  

—Dices que no soy esa persona, pero todos estos meses me has dicho que me amas. No te entiendo —recalcó áspero, cosa que hizo en Izuku arrugar el entrecejo—, ¿entonces quién es?

—Te lo dije aquella vez, cuando en mi prueba de valía lo conocí-...

—No, cállate. Si dices que tuviste un encuentro en ese tiempo con alguien estarás en problemas.

Izuku crujió los dientes indignado, ya no iba a silenciarse por miedo.

—¡Horn me llevó a él! ¡Ese sujeto de Vaarja me ha salvado tantas veces que ya perdí la cuenta!

—¿Vaarja? Ahora entiendo... Esos tipos son unos dementes, hacen todo tan radical. ¿Te forzó a hacer algo? —Burló Tomura elevando los hombros.

—¡No...! Bueno... —su semblante molesto fue ablandando por recordar la imprudencia con la que fue arrastrado a ese lugar, pero pronto negó la cabeza espabilando—, ¡Reconoció su error! Acababa de pasar algo horrible con su guía... Mi guía...

—¿Ves? No sabes lo que dices —insistió con esa jovial risa burlesca. Intentó acercarse, pero Izuku retrocedió los mismos pasos alerta.

—¡Tú eres el que me ha dañando! Me forzaste un hanahaki al sobrepensar las cosas, dijiste que no le importaría a alguien como él, pero Kacchan salió de su aldea para encontrarme. ¡Él me hizo recuperar lo que quise desechar!

Removió un poco el chal que le rodeaba para sujetar el collar, lo jaló hasta romper la pequeña cuerda en la nuca y se lo arrojó a Tomura.

—Si volví a Alvirt fue para notificarte adecuadamente, no me casaré contigo, lo haré con Bakugo Katsuki. Se acabó Tomura.

Ese comentario fue suficiente para alterar nuevamente a Shigaraki, quien apretó los puños.

—¡¿Y qué rayos harás por tu cuenta?! Derkhan desapareció, no tienes familia ya, incluso tu guía te abandonó, si Toshinori viera en lo que te convertiste te escupiría como Nagant lo hacía todo el tiempo. Eres un espiritista que ha manchado ese nombre, ¡¿Crees que Vaarja aceptará un incompetente como tú?! ¡El único remedio es quedarte aquí! ¡SOY EL ÚNICO QUE TE ACEPTA!

Gruñó colérico levantando el collar con el dije de plata que tiempo atrás le dio cuando le pidió su mano, se acercó a Izuku con intención de volver a entregárselo con rudeza, pero el menor solo apartó las manos que se acercaban con un manotazo.

—¡No volveré a caer en tus palabras, Tomura! ¡Ya fue suficiente! Lo que dices no es verdad.

Probablemente sea por el tiempo de conocerse, Tomura siempre encontró una manera u otra para convencer a Izuku. Era un chico dulce y accesible a las cosas, desde luego que evitaría conflictos por lo que Tomura siempre logró manipularlo.

Sin embargo, ahora fue diferente. Izuku era más asertivo y firme en no cambiar de opinión, pero su motivo era por aquella voz que le acompañaba mentalmente. La voz de su guía era presente e insistente.  

Horn & Fang [BkDk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora