ｓｅｖｅｎ | ɢᴇᴏʀɢᴇ ʀᴜꜱꜱᴇʟʟ

them

Por fin había llegado la carrera de casa y todo se siente como si estuviera donde debería.
Daisy y yo viajamos juntos pero aún así intentamos mantener un perfil bajo ante las cámaras por lo que sin contacto en el paddock.

Después de su reunión con Christian, Day ha estado pensativa. Yo creo que tiene que ver con Max y con que realmente lo extraña. Es su hermano después de todo, ella nunca podría odiarlo.
Además, para sumarle presión, su padre está aquí este fin de semana. Trato de cambiar de tema cuando comenzamos a hablar de eso pero sé que su cabeza nunca para.

Desde mi lugar puedo verla correteando de aquí a allá por el box. Parece que hay algo que no está bien con el auto de Max desde la Qualy de ayer. Por lo que me explicó, nadie sabe que es lo que realmente pasa y nadie tiene la intención de solucionarlo tampoco.

La miro el tiempo suficiente para que nuestros ojos se encuentren en medio de la multitud nerviosa y le sonrío guiñandole un ojo. Ella me saca la lengua como una niña y no puedo evitar sentir que mi corazón explota dentro de mi pecho.

-George- llama una voz profunda detrás mío. Toto.- Aprovechando que estamos en Inglaterra me gustaría invitarte a las oficinas de Mercedes para poder charlar mejor.

-Me encantaría- respondo completamente entregado a lo que me dice y noto lo desesperado que soné.

-Bien, te veo mañana a las 9- extiende su mano para que la estreche- Tienes talento, George, lo digo en serio.

daisy's pov
Jodidos inútiles.
Les dije.
Les dije que debían arreglar el auto.
Nadie me hizo caso.
¿Y a quién van a culpar? A mi, por supuesto.

Max llega al box en el scooter que lo trae desde la pista. Está molesto y honestamente lo entiendo, me mira negando. Sabe que estoy molesta también, me había escuchado pelear con los mecánicos todo el fin de semana por el deplorable estado del auto en este gran premio.
Me indica con la cabeza que lo acompañe a su motorhome.

Cuando ambos entramos, papá se nos une.

-Jodido infierno- pronuncio rendida.

-¿Tú te quejas?

Miro en dirección a mi padre con enojo.

-Sí, yo me quejo, ¿tienes un problema con eso?

-Oigan...

-Tu campeonato no está en juego- niega Jos.

-Y el de Max tampoco, él todavía puede ganar. Quedan un par de carreras aún.

-No hay que pelear, ¿si? No es culpa de...

-Tu hermano necesita alguien comprometido con su trabajo, no a alguien como tú que actúa como una fácil con el resto de la parrilla.

-¿Crees que no me comprometo con mi jodido trabajo?- pregunto riendo sin gracia. Me importa una mierda que me trate de zorra, no es la primera vez que lo hace. Sé lo que soy, ahora lo sé, y es lo único que importa, no lo que él crea- Tú no tienes idea lo que es comprometerse con algo.

-Cada día me levanto y me ocupo de lo que realmente importa y por quien realmente importa.

-¿Y qué hay de mi? Todo lo que tenías que hacer era ser mi padre- respondo indignada.

-Y tú exitosa, me pregunto quien está más decepcionado.

No.
Ya basta.
Estoy harta de tener que soportar esto.
Estoy harta de tener que escuchar estas idioteces.
Estoy harta de tener que escuchar a mi padre.

-Renuncio.

Max se levanta del sillón y comienza a negar.

-Nonono, Daisy, ¿qué dices?

-Que me voy.

-Escucha, hablemos tranquilos. Solo tu y yo...

Ignoro lo que me dice mi hermano y abro y cierro la puerta del motorhome tan fuerte que puedo jurar que la hice giratoria.

El camino hacia el hotel es confuso, no recuerdo cómo llegué realmente pero de alguna manera lo hice.

Decido tomar una ducha antes de meterme a la cama pero unos toques en mi puerta me interrumpen.

-Max... quiero dormir, ¿Podemos hablar por la mañana?

-No, escúchame. Yo puedo mejorar- asegura- ganaré el campeonato, no solo el de este año, todos los demás hasta que me retire. Puedo ser mejor y puedo arreglarlo, Daisy. No te vayas.

-Max, no quiero esta vida. No puedes arreglar eso- niego intentando que entre en razón.-Te cuidé tanto y te protegí tanto que no noté que nunca te había contado el detalle más importante. Tú no me necesitas. No me necesitas para ganar, no me necesitas para ser mejor, no me necesitas para nada.

-Sí lo hago- responde terco- No sé qué hacer sin ti.

-Sí lo sabes, solo que no te has enfrentado a eso aún.

-Daisy...

-Te amo, Maxie, pero no amo mi vida y no puedo seguir fingiendo que si.

holiss, cómo va??
yo ando enojada porque wattpad me borró este capitulo y otro más que me habían quedado buenísimos y ahora que los tuve que reescribir no me gustan pero bueno jsjsja
Espero les haya gustado mucho la sorpresa <3