Carne

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- No digas eso en voz alta - salí por completo del agua mirando las aves del otro lado.

Si eso realmente fue lo que Reus dice que fue, espero que no tomen represalias contra la familia del tributo por tal situación de... rebeldía.

Me tire boca arriba intentando agarrar aire, me ardían las picaduras y creo que me lastime la muñeca por la forma tan idiota de defendernos de los pájaros, entonces recordé las heridas de Reus. Me levanté mirando a mi compañero con preocupación, estaba sentado mirando al río y sus manos estaban clavadas en su nuca intentando quitar su camisa que gracias al agua ahora estaba realmente pegada a sus heridas abiertas, me acerco con cuidado.

- Déjame hacerlo - hable levantándome, tome la orilla de la camiseta para alzarla con cuidado dejando ver su piel blanca, creo que una de las heridas era tan profunda que podía ver el músculo. Intento tragarme el pánico y preocupación por su estado - Quédate quieto.

Miré unos segundos las heridas, pensé en dos cosas, en que Syrus debe estar revolcándose en su cama por nuestra idiotez y en que esto debía ser muy entretenido de ver para las chicas enloquecidas por Reus. ¿Él chico atractivo del cinco quitándose la camisa? Si, ojalá esto nos de patrocinadores.

Él se quejó mientras termina a de quitárselo la camiseta por encima de la cabeza, intente no entrar en pánico porque un pedazo de carne de desprendió cuando lo hizo.
Cómo pude presione intentando cortar el sangrado con la camiseta que ahora en lugar de ser de un blanco opaco era de un rojo intenso, amarre la cuerda por su torso para que la tela no se moviera, él me dijo que el podía arreglárselas y prácticamente me mandó a que me encargue de desplumar el ave que aún seguía en su mano, la cocine mientras lo miraba descansar.
Entonces la idea de todos viendo a Reus semidesnudo me genera molestia, cubro su pecho con mi chamarra antes de regresar a su a la comida.

- Ya casi está - hable juntando las ramas que había recolectado, saqué en el encendedor de mi bolsillo, lo mire. Era el primer uso y debía seguirlo guardando, encendí el fuego con cuidado y cuando este tomo fuerza dejé el pájaro sobre este sostenido de un par de ramas.

Mire a Reus temblar por el repentino viento que salió en cuanto el sol empezó a irse, saqué el saco de dormir y lo obligue a recostarse de lado dentro de el. Rasque la herida de mi brazo antes de seguir cocinando la carne, fuera de todo era una gran cena. Mejor de lo que esperaba, pero no sabía si alcanzaría.

Terminé cruzando el río la más rápido que pude para tomar el resto de los pájaros, cuando anocheció ya tenía todo listo. Apague el fuego lo más rápido que pude y lo cubrí con tierra para que no saliera más humo.

- Ya está, Reus - lo llame, pero no hubo respuesta. Me gire mirándolo dormir o quiero creer que estaba dormido, aunque si esta inconsciente por lo menos no debería sentir dolor.

Me acerque a él con cuidado, toque su mejilla notando que sigue muy mal. Revise el intento de vendaje y note que no paraba de sangrar, entre en pánico unos segundos, mis ojos se ponen llorosos, me obligo a mantener la compostura.
De todas maneras me decidí a limpiar esta vez yo misma y a profundidad, quite la prenda dejando ver la carne lastimada, con algo de pesar use una de mi botellas para lavarlo. Usar el agua del río no me parecía la mejor idea del mundo, sobre todo porqué tengo la sensación de que lo haría gritar del dolor por la sal y atraer tributos no era lo mejor, además de que... no me gustaría verlo gritar.

Toda esa noche la pasé en desvelo y un desespero que no podría explicar, durante la madrugada el castaño se levantó y tuve que darle la comida prácticamente en la boca. Él seguía repitiendo que esperara un poco que cuando se sintiera mejor lo haría por el mismo, pero al no saber cuánto llevaba sin comida bien (además de la carne seca) me obligue a dejar mi pena y lo atendí con cuidado, incluso lo motive con algunas palabras amables.

LightningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora