Cartas

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Bajo mirando el suelo, escucho a gente hablar y soy escoltada hasta el edificio de justicia entre felicitaciones y halagos. Entro quitándome el pelo de cara, noto a una gran cantidad de gente en el centro de la sala. Mi vista pasa a una mujer de una edad avanzada diciendo algo en un tono muy bajo, casi no tenía voz, hablaba de algo de la vencedora y una bienvenida digna, supuse que hablaba de mí. Pero la idea de que aquí sí premiarán a los vencedores como si fuera algo... positivo me daba asco.

Todos se callan cuando Syrus y yo llegamos a estar demasiado cerca de ellos, la mujer toma más fuerza cuando se callan hasta que nota la mirada sobre nosotros. La mujer se gira mirándonos, sonríe antes de acercase a mi y cuando está cerca se tambalea un poco, me apresuro para ayudarla.

- ¿Esta bien? - pregunto notando que es solo ligeramente más alta que yo, las arrugas me distraen, sus ojos se centran completamente en mi y me regala una ligera sonrisa, me enderezó antes de soltarla y cuando me voy a dar la vuelta vuelve a hablar.

- Abra una comida - me paro, pero no me giró para verla. Una cena con personas de otro distrito, la idea de estar rodeada de gente que no sea mi equipo de preparación o amigos me agobia, casi me asfixia - Nos gustaría a los vencedores darle la bienvenida.

- No creo que se posible - Syrus se apresura a contestar por mi, escucho a la mujer carraspear - A mi vencedora no le agrada...

Miro de reojo, notando su clara esperanza en que acepte. Un chico rubio precioso y otro hombre detrás de ella también me miran, tomo aire antes de mirar a Syrus.

- ¿A que hora? - pregunto aun sin girarme, intentando pensar en que esto, solo quizás podría ser buena idea. Si me decía que es después de las cinco podría excusarme diciendo que me toma tres horas de preparación y que interferir con el cronograma, pero para mi sorpresa ella suelta.

- En unos minutos, si te parece bien - me giro sorprendida, ella sonrió dejando ver más sus líneas de expresión y la clara planificación, era... astuta. Debía ser una de los altos mandos, para que nadie la cuestionara de manera más intensa, quiero decir que no. Pero no puedo si me mira de aquel modo - ya organicé todo, vendrán más invitados.

Le cuesta seguir hablando, le hago una seña para que me de un segundo. Miro a Syrus y el solo se encoje de hombros dejando la decisión completamente en mis manos.

- Me parece bien - suelto antes de salir corriendo de allí, dejando a Syrus encajarse de lo demás.

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Miro el vestido unos segundos escuchando a Mantes quejarse de el poco tiempo que tiene para esto y de cómo fue algo imprudente de mi parte aceptar tal cosa.

La ignoro poniéndome los aretes y acomodando mi collar, unos minutos después salgo. Sostengo la mirada indiferente cuando me guían entre las paredes del edificio de justicia, abre las puertas de la sala de reuniones dejando ver como juntaron la gran mesa para hacerlo un tipo... comida menos formal.

La mujer de edad avanzada se acerca a mi, ofreciéndome su mano para acercarse al resto de personas. Mi vista cae en lo que tengo identificado como políticos y vencedores o al menos eso dijo Syrus que vería, pero mi atención se va al chico rubio de antes que parecía mucho más joven que los demás, de porte confiado, casi extravagante y ojos coquetos que me miran acompañados de una sonrisa.

Me presentan a todos y yo ni siquiera me tomo la molestia de aprender los nombres, saludo cordialmente hasta que llegamos al rubio. La mujer me suelta para tomar la mano del chico que parece muy confiado, por el semblante de la mujer puedo notar que tiene mucha confianza.

LightningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora