Roca

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Día 6

Intente guardar silencio mientras miraba a Marc comer, parecía realmente desesperado por arrancar hasta el último pedazo de carne. Suspire haciéndole una seña a Reus para que lo mirara antes de ponerme a limpiar las iguanas que a este punto parecían lo suficientemente secas para poder quitar la piel, tallo en silencio mientras recargo mi espalda en Reus, solo para poder asegurarme de que esta aun conmigo.

- También tengo armas extra - admite el moreno aun con algo de comida en la boca, Reus lo miro unos segundos.

Los tres nos quedamos en silencio un segundo, Reus me mira y yo asiento dejando que hable un poco con Marc, el cual mira la carne seca casi con anhelo mientras come.

- ¿De qué tipo? - pregunta Reus después de unos segundos, los escuche hablar un poco al respecto mientras yo peleaba con la cena.

Suspire notando lo difícil que era esto, necesitaba un cuchillo con cierra o uno curvado, eche mi pelo para atrás revisando de nuevo mi chaleco, mi vista cae en una mano acercarse hasta mis pies. Dejo un cuchillo curvado frente a mí y regreso a su lugar, mire al pelinegro unos segundos. Sin entender bien su acción, él aparta la mirada fingiendo no haber hecho nada.

- Gracias - solté rápidamente antes de tomarlo y seguir con mi labor, sitiendo algo bonito por su acción.

Escuche a los chicos hablar un poco más entre ellos, al parecer ellos habían pasado los primeros días por esta zona y ambos tenían bastante qué decir de lo que alcanzaron a ver.
Reus parecía emocionado de tener con quien hablar sin que lo callara y Marc parecía agradecido de por fin tener algo de compañía, al parecer había encontrado una especie de alcantarilla separada de las demás y estuvo encerrado allí un par de días, eso me hizo sentir un poco mal por él. Estar solo en la oscuridad debe hacer sido muy desesperante.

- Te lo dijo, no llegué a esa zona. Pero escuche ratas o algo por el estilo - evite sonreír al notar el tono más confiado de ambos, comencé a juntar algunas ramas.

- No lo sé, pero suenan más como rantas para mí - levante la vista mirándolo, alzo ma ceja mirandolo con dudas, supongo que eso lo hizo entender que no sabíamos a qué se refería- son como ratones, pero mucho más letales y casi siempre dificiles de atrapar. En casa había algunos, asados con zanahorias eran un manjar.

Asentí regresando a lo mío, saqué mi encendedor mirando la mini fogata que había hecho. Lo abrí y cuando estaba por encenderlo el moreno me lo arrebato de golpe, me quedo quieta por el moviento bruzco.

- Es encendedor de aceite - lo mire con molestia notando que había tomado de nuevo el cuchillo inconscientemente, me obligo a soltar el mango de cuero- es más potente, no lo uses mucho lo puedes llegar a necesitar luego.

Mire a Reus esperando que le dijera algo, pero el castaño estaba muy centrado en acomodar algo en su mochila.

- Toma - extendió su mano y yo con algo de desconfianza extendí la mía, dejó caer una especie de pastilla blanca y una caja de cerrillos de madera.

- ¿Qué es esto? - hable alzando la pastilla.

- No lo sé, pero hace que el fuego dure más y tenga más fuerza. Mi mochila tenía un paquete de seis, aunque no supe usarlos bien, solo quedan cuatro - asentí mirando los objetos en mi mano.

- Bueno - solté mirándolo con los ojos entre cerrados.

Encendí el fuego, ambos chicos se acercaron un poco, supongo que intentando recibir un poco de calor. Ahora los tres estábamos en silencio, yo cocinando la carne y ellos estaba mirándome o mirando alrededor, de vez en cuando alguno se ofrecía ayudarme, pero yo negaba. Terminaron resignados a solo ver, sentí a Marc acomodarse bastante cerca de mí, eso me puso nerviosa.

LightningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora