Victoriosa

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Desperté de golpe notando a varias personas a mi alrededor, todas tenían ropa completamente blanca y parecían examinarme con cuidado, intento levantarme soltando ligeros golpes para apartar a los desconocidos de mí.

- Despertó - informó alguien, un grito provino de quien sabe dónde y unos segundos después tenía a mi estilista mirándome con una enorme sonrisa.

Tome aire notando lo entumecido que tenía el cuerpo, lo dormido de mi brazo y la sequedad en mi garganta. Todo dolía, todo ardía y si no fuera porque siento como me amarran a la camilla intentaría matar a alguien o matarme, lo que sea mas rápido.

- Querida, estas aquí por fin - la mire sin poder hablar, paso su mano por mi cara sobando un poco mi mejilla antes de que sus ojos se pusieran llorosos - cancelen la reanimación, no quiero nada de cirugías estéticas y sigan con las prótesis. No te tocaran para algo que no sea curarte, Sara.

La mire intentando no entrar en pánico, los escuche hablar. Decían que intentarían reconstruir mi pie y después de eso caí dormida cuando indicaron que debían subir la dosis de un tipo de medicina que no conozco.

Desperté lo que creo que son varias horas después en una camilla, mire el lugar unos segundos. Frente a mi estaban sentados el hombrecillo verde, Syrus y Mantes.

- Estas despierta, Chef - hablo el castaño con obviedad - Despierta y victoriosa, ¿cierto?

- Iré a avisar a los encargado - hablo el peliverde, antes de irse se acercó a mí y me abrazo con cuidado repitiendo un par de veces lo feliz que estaba de verme.

Guarde silencio quitándome las sábanas y sentándome de golpe, mire mis piernas. Mi tobillo estaba perfectamente acomodado, no había cicatrices ni nada, lo moví asombrada por la recuperación.
Mi vista pasó a mi mano, dos dedos metálicos me hicieron sobre saltar, iba a gritar cuando mi estilista los tomó acercándose a mí.

- Como no trataste de manera adecuada la corta los dedos se infectaron casi hasta la palma, si querían salvar la mano tenían que cortar - la mire intentando procesar lo que decía, ¿por que siento la necesidad de golpear algo? - también tuvieron que poner una prótesis interna en tu tobillo, la herida en tu cadera también estaba infectándose y tuvieron que jalar piel. No se nota a la vista, pero quizás lo sientas.

Mire los dedos unos segundos más, era de un plateado oscuro y parecían tener muy buena movilidad. No quería llorar, no quería gritar, si lo hacía Syrus me lo echaría en cara después.

- Podemos cubrirlo con guantes, también la herida de la espalda estaba casi podrida. Esas sí dejaran marca, pero podemos intentar hacer tratamientos externos ya que sanen internamente - me talle la cara con la mano sin prótesis y suspire - Tu entrevista es hoy, querida.

Solté un quejido que parecía más un gruñido de molestia, la mujer me miró con pena y yo solo me limite a mirar el techo intentando tomar paciencia.

- Mantes, déjanos solos unos segundos - pidió mi instructor acercándose a nosotros, la pelimorada asintió antes de salir del cuarto - ¿Cómo te sientes?

- Pues estoy despierta y victoriosa, ¿no? - respondí después de unos segundos, mi voz se escuchaba ligeramente diferente. Más profunda de lo usual, más cansada de lo usual, más adolorida de lo usual.

- Si, estuviste inconsciente casi catorce horas - suspire echando mi pelo para atrás notando que era más corto ahora. Pero no importa, nada de este cuerpo era realmente mío - apenas estaban trasmitido y coronando el título al tributo más joven en ganar cuando todos entraron en pánico, casi creen que se quedan sin vendedor.

Ofrezco mi mirada más desinteresada, lo escuchaba, pero yo aún sentía que no estaba aquí. Juego con los dedos mecánicos y reviso mi cintura casi ignorando su preocupación.

LightningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora