Hora del Juicio [2]

278 72 18
                                    

Justo cuando estaba a punto de abrir la boca, escuché la voz de Cheon Inho.

—¡Oh, Dokja! Llegaste justo a tiempo.

Sonrió cuando nos vio. Tuve un mal presentimiento cuando siguió hablando en voz muy alta.

—¡Dokja tiene muchas monedas! ¿Cuántas tienes? Probablemente seas el más rico entre nosotros, ¿verdad?

[El personaje 'Cheon Inho' ha activado la habilidad 'Incitar' nivel 2.]

La multitud miró en mi dirección.

—¿Monedas?

—¿Quién tiene muchas monedas?

No pasó mucho tiempo para que todos los ojos se volvieran hacia mí. Cheon Inho, era un tipo inteligente.

—¿T-Tú eres Dokja?

—¡Por favor, sálvame!

La gente jadeaba mientras se acercaba. Eran al menos unas 20 personas. Si les diera monedas a todas ellas, perdería unas 2.000. Pero si no les daba monedas, me convertiría en el gran villano de la estación Gumho.

[Tu comprensión del personaje 'Cheon Inho' ha aumentado.]

—Dokja —rio él—, no tengo las monedas para ayudar a toda esta pobre gente pero... Tú sí tienes, ¿verdad? ¿Esperarás a que mueran?

Suspiré en silencio. Ya había visto este truco un par de veces.

[Las Constelaciones del sistema del Bien Absoluto han definido a Cheon Inho como "malvado".]

Ya estaba harto de aguantarlo.

—¡S-Sálvame!

—¡Por favor, sálvame!

La gente se echó a llorar con la expresión más lamentable del mundo.

[¡Jajaja! Esta historia se está volviendo divertida. Para que sepan, ¡quedan 10 minutos!]

Bihyung habló con una voz llena de alegría y el grupo me miró con expresiones complicadas. Dejé escapar un breve suspiro y lentamente cerré los ojos antes de volver a abrirlos.

—Ya veo. ¿Quieren monedas? —entonces me reí— ¿Por qué debería dárselas?

Miré a mi alrededor. El primer escenario era como el pecado original. Ninguna de las personas aquí era inocente.

Eso lo hacía más repugnante. Aquellos que habían pisoteado a otra persona para sobrevivir, ni siquiera podían asumir la responsabilidad de su propia vida.

—¿P-Por qué?

—¡Tienes muchas! ¿No puedes darnos algunas?

En medio de la confusión, Cheon Inho se echó a reír.

—Esperaba esto de tí —dijo—. Desde el primer momento en que apareciste aquí. ¿No vendiste comida por monedas? Si no les hubieras hecho comprar comida en ese momento, ¿sabes cuántas personas podrían sobrevivir ahora?

—¡Sí! ¡Está en lo correcto!

—¡Mierda! ¡Devuélveme mis monedas!

De repente, la atmósfera fluía en mi contra. Justo como él quería.

—¡Esperen un momento! ¡Lo que están haciendo es...!

—¡Dokja no es esa clase de persona!

Yoo Sanga y Lee Hyunsung intentaron dispersar a la multitud pero todos ya habían perdido el sentido de la razón. Entonces Cheon Inho introdujo la última cuña a la situación.

Perspectiva Del Lector OmniscienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora