Episodio 1: Inicio del servicio de pago [1]

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—Soy Dokja(1).

Por lo general, me presentaba así a las personas, entonces ocurría el siguiente malentendido.

—Oh, ¿eres hijo único?

—Lo soy, pero eso no es lo que quiero decir.

—¿Entonces?

—Mi nombre es Dokja. Kim Dokja.

Mi padre me dio ese nombre para ser un hombre fuerte por mí mismo. Sin embargo, gracias al nombre que me dio, resulté ser un hombre normal, soltero y solitario.

En resumen, era así. Yo era Kim Dokja, 28 años y soltero. Mi pasatiempo era leer novelas web en el metro.

En el vagón de metro ruidoso, levanté la cabeza reflexivamente. Un par de ojos curiosos me miraban fijo. Pertenecían a una empleada del equipo de recursos humanos, Yoo Sanga.

—Ah, hola.

—¿Vas a casa después del trabajo?

—Sí. ¿Qué hay de ti?

—Tuve suerte. El gerente se fue de viaje de negocios hoy.

Se sentó junto a mí tan pronto como el asiento a mi lado quedó vacío. Un perfume sutil se desprendía de ella, poniéndome nervioso.

—¿Normalmente tomas el metro?

—Eso...— Sanga hizo una expresión oscura.

Ahora que lo pienso, esta era la primera vez que la veía en el metro.

Desde el Gerente de Personal Kang hasta el Gerente de Finanzas Han... Había rumores de que Yoo Sanga tenía hombres de la compañía que la llevaban a casa todos los días laborales.

Sin embargo, palabras inesperadas salieron de su boca:

—Alguien robó mi bicicleta.

Bicicleta.

—¿Viajas en bicicleta?

—¡Sí! Tengo muchas horas extra estos días y parece que me falta ejercicio. Es un poco molesto, pero vale la pena hacerlo.

—Ajá, ya veo.

Sanga sonrió. Mirándola más de cerca, podía entender los sentimientos que los hombres tenían hacia ella. Sin embargo, no era asunto mío. Cada persona tenía un género de vida y ella era alguien que vivía un género diferente al mío.

Después de la conversación incómoda, miramos nuestros teléfonos. Abrí la aplicación de la novela que estaba leyendo antes mientras ella... ¿Qué hacía?

—Please, lend me some money(2).

—¿Eh?

—Es inglés.

—Ya veo. ¿Qué significa?

—Por favor, dame algo de dinero —respondió con orgullo.

Estudiar en el metro mientras volvía a casa... Realmente era diferente a mí. Sin embargo, ¿de qué servía memorizar palabras?

—Estás trabajando duro.

—Por cierto, ¿qué estás mirando tu?

—Ah, yo... — Su mirada estaba fija en la pantalla de mi teléfono.

—¿Es una novela?

—Sí, bueno... Estoy estudiando coreano.

—Vaya, también me gustan las novelas. Últimamente no he podido leer porque no tengo tiempo...

Eso era sorprendente ¿Le gustaba leer novelas...?

—Murakami Haruki, Raymond Carver, Han Kang...

Ya me lo imaginaba.

Perspectiva Del Lector OmniscienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora