Episodio 23: Mundo Abandonado [1]

108 18 9
                                    

El juez me guió hacia la salida del Inframundo. No podía saber el camino exacto porque llevaba una venda especial en los ojos. Parecíamos subir y luego bajar. Después de una larga caminata, el juez me quitó la venda.

[Sigue este camino.]

Abrí los ojos y vi un camino oscuro y estrecho. Quizás esta era la salida que no requería pasar por Caronte, el barquero.

[Debes mantener la vista al frente.]

—¿Qué significa eso?

Miré a mi alrededor pero el juez ya había desaparecido.

No tenía más remedio que empezar a caminar por esa senda. La luz se apagó y la oscuridad se apoderó de mí. Al principio me era posible determinar la dirección hacia la que iba utilizando las paredes, pero pronto desaparecieron. El punto de referencia en el que confiaba desapareció y me sentí como un barco flotando en un océano sin boyas.

De repente me vino a la cabeza el mito de Orfeo. ¿Qué pasaría si mirara hacia atrás? Entonces apareció una tenue luz en la oscuridad.

[Tienes miedo de lo que hay detrás de ti. Por eso eres un niño lamentable.]

Era un mensaje de Perséfone.

[Mantén esto en mente. Debes saber qué hay detrás para saber qué hay delante. Porque el frente sólo puede existir cuando hay un atrás.]

Hablando de eso, el juez había dicho algo similar. Sin embargo, sólo por escuchar unas palabras que sonaban lógicas no significaba que de repente había obtenido la iluminación y pudiera guiarme.

[Parece que necesitas algo de motivación...]

El punto de luz en el aire se extendió como si estuviera vacilando.

[Bueno. No puedo llevarte al comienzo del laberinto entre los mundos, pero esto debería ser suficiente.]

De repente sentí algo. El hilo de luz desapareció y una pequeña luciérnaga apareció frente a mí. Era una luz lejana. Parecía muy frágil y brillante. Nadie me dijo nada pero yo ya sabía qué era.

-Eres tú...

Era la Shin Yoosung de la regresión número cuarenta y uno.

Pude saber que había estado esperando mucho tiempo solo por su voz. Si ella ya estaba al comienzo del laberinto entre los mundos, entonces su concepto de tiempo era diferente al mío. No había pasado mucho para mis estándares, pero podrían haber sido ya algunos años para ella.

La pequeña luz tembló un par de veces antes de hablar con voz vacilante.

-Dokja.

Quizás había sido influenciada por los recuerdos de la Yoosung joven.

-...¿Puedo llamarte así?

Mi nombre era una especie de vinculo entre nosotros, su deseo de apegarse a alguna parte. Sonreí suavemente.

—Por supuesto. Ahora eres mayor que yo.

La suave luz volvió a temblar y tocó con suavidad mi cara. Había calidez en ese gesto...

Mi corazón sintió dolor. Debe haber estado esperando durante mucho tiempo. Aun así, tendría que esperar más.

—Lo siento, pero no puedo salvarte ahora.

La luz subía y bajaba como si estuviera asintiendo.

-No te preocupes. Mi historia ahora...

—Aún no ha terminado —hablé sin darle tiempo a terminar—. Has sufrido durante tanto tiempo y esto no puede terminar así.

Perspectiva Del Lector OmniscienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora