Destructor de Escenarios [3]

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Las negociaciones con Bihyung terminaron y el juez me apuró.

[Si ya has acabado, regresa.]

Luego volvió a mirar distraídamente mi botella de licor. Parecía que no había bebido lo suficiente...

Esperen. ¿Había dicho que Hades y Perséfone no estaban presentes en este momento?

—Oye, juez. Una cosa más.

[No sé qué sea esta vez pero...]

—Te daré la botella si me ayudas — Los ojos del juez brillaron ante mis palabras—. Por favor, llévame al Tártaro otra vez.

* * *

No tenía mucho tiempo así que bajé al Tártaro y luego volví a subir. Fue poco rato pero el juez ya estaba borracho.

[¿Entonces, ya terminaste?]

—Sí.

La ausencia de Hades y Perséfone era algo que podía aprovechar muy bien. Sólo le había dado un poco de información a Kim Namwoon, pero eso por sí solo haría una gran diferencia. Esperaba con ansias la Gigantomachia que llegaría algún día.

[Hay un mensaje que dejó la reina.]

—¿La reina?

[Sí. Te repetiré las palabras.]

Comenzó a recitar a Perséfone con voz solemne.

[Encarnación Kim Dokja, has completado la tarea de una manera muy interesante.]

...

[Muchas Nebulosas en la Transmisión Estelar ahora te están mirando. Muchos de ellos son hostiles hacia ti.]

Era un hecho, este escenario había llamado demasiado la atención de las Constelaciones.

[Debes estar preparado.]

Me puse un poco nervioso después de escucharlo. ¿Estaba esto relacionado con su ausencia? Las reacciones de las otras grandes Constelaciones habían disminuido notablemente hace un tiempo.

En particular, Uriel o también... Uriel. Teniendo en cuenta que Uriel era parte de la nebulosa <Edén>.

[La Constelación 'Prisionero de la Diadema Dorada' se ha decepcionado de ti.]

[La Constelación 'Conspirador Misterioso' reconforta al 'Prisionero de la Diadema Dorada'.]

Esos tipos todavía estaban aquí.

[Entonces, que te vaya bien.]

Asentí. No tenía sentido preocuparse por eso ahora. Lo importante era construir mis Fábulas. Algunas Nebulosas podrían despreciarme como dijo Perséfone, pero no todas.

Hubo un torbellino distante y mi campo de visión cambió gradualmente. Una vez que abrí los ojos nuevamente, había regresado.

—Dokja.

Había una extraña tensión en esa voz. Me palmeé las mejillas para recuperar el sentido. Entonces vi la cara ansiosa de Hyunsung.

—¿Qué pasó? —le pregunté.

La gente que nos rodeaba estaba animada. Lee Jihye y los demás estaban todos apiñados en un lugar. En el aire aparecían rastros de un espacio distorsionado.

Un portal. Era el camino que mis compañeros y yo habíamos recorrido. ¿Por qué estaba abierta esta cosa? ¿No había terminado el escenario?

—Ha aparecido el segundo grupo surcoreano —me explicó Hyunsung.

Perspectiva Del Lector OmniscienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora