Mundo Abandonado [4]

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El Rey Errante sonrió levemente ante mis palabras.

—¿Cómo que mucho tiempo? Te vi la otra vez.

—Apenas nos cruzamos en ese momento.

Hasta ahora había visto al Rey Errante dos veces. La primera fue cuando Han Sooyoung y yo destruimos a Song Minwoo y la segunda fue cuando murió la Catástrofe de las Inundaciones.

Esta era la tercera vez...

Ella se quitó lentamente la máscara. Como era de esperar, era su cara.

—¿Cuándo saliste de prisión? —le pregunté.

—Hace poco.

Nos miramos por un momento. Ella y yo no nos parecíamos. No importa cuánto la mirara, seguía teniendo la misma cara que cuando tenía treinta años. Cuando era niño, a menudo escuchaba decir que parecía a mi prima mayor. Por supuesto, eso fue cuando todavía tenía a mi padre.

—¿Vivías en Seúl?

—Vine a encontrarme con alguien que conocía —respondió.

—¿Entonces fuiste atrapada accidentalmente en el Domo de Seúl?

—Sí.

—Si ya no estás en la cárcel. ¿Por qué llevas el uniforme de prisión?

—¿Quizás sea por un deseo de expiación?

—...¿Expiación? ¿Tú?

—Todo ser humano es un prisionero. Tienen su propia prisión.

La miré fijo. Ese tono descarado... Ella de verdad no había cambiado.

—¿No puedes decir alguna palabra de agradecimiento? —dijo—. Habrías tenido más dificultades sin mí.

...Ciertamente, ella me había ayudado. Mi madre dirigió sus fuerzas al norte hacia la catástrofe. Había sido algo sobresaliente, sin importar cuán débil fuera dicho desastre. De hecho, sabía que ella lo haría bien. Odiaba a mi madre pero también la conocía bien.

—Te has encontrado con tu madre pero no pareces feliz.

—¿De verdad te importa eso?

—Un poco.

[La habilidad exclusiva 'Detección de mentiras' nivel 1 está activada.]

[Ha confirmado que la afirmación es falsa.]

Qué divertido. Sabía que era mentira pero aún así tenía que comprobarlo.

—Has sobrevivido —le dije—. Eres una gran superviviente.

—Es gracias a la historia que me contaste.

—...Supongo que sí.

—Tú eres el único que iba a la prisión a verme y me contabas sobre la novela que leíste.

Eso era correcto. Nunca había tenido una conversación adecuada con mi madre durante todas las veces que la visité en la prisión. Sólo le hablaba de 'Formas de Sobrevivir'. Una vez que me cansé, dejé de visitarla.

—No tenía nada más de lo que hablar aparte de la novela.

—¿Cómo puede ser?

—Esa novela era todo lo que tenía.

Una imagen del pasado me vino a la mente antes de desaparecer. Si no hubiera existido 'Formas de Sobrevivir' o el autor que escribió la historia, tal vez yo no estaría en este mundo ahora mismo. Esta historia era el único consuelo para el Kim Dokja que no tenía madre ni padre.

Perspectiva Del Lector OmniscienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora