Episodio 7: Arrendador [1]

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Seguimos a Lee Jihye y entramos en Chungmuro.

—Es una atmósfera caótica —dijo Sanga al ver la puerta rota de la plataforma.

Mientras subíamos de las vías de la línea 3 del tren, vimos a unas personas sentadas.

[Has entrado en Chungmuro.]

[El tercer escenario está actualmente en progreso.]

[El canal #GIR-8761 está activo.]

[El canal #BIR-3642 está activo.]

Desde ahora, el tamaño de los escenarios crecería y la cantidad de canales dokkaebi aumentarían. De ahora en adelante, ese ingenuo de Bihyung tendría dificultades.

Algunas personas de mediana edad nos vieron y agitaron sus manos.

—Oh, pequeña samurái. ¿Trajiste gente nueva?

—Sí.

Samurái. Supongo que podrías llamarla así si no conocieras a su patrocinador. Tarde o temprano, serían castigados por eso. Lee Jihye frunció el ceño ante las personas de mediana edad.

—¿De nuevo están borrachos?

—¡Ja! ¿Qué otra cosa puedes hacer cuando el mundo se ha vuelto así?

Esas personas parecían relajadas, a diferencia de aquellos que estaban experimentando un desastre. Era natural ya que vestían uniforme de soldados. Definitivamente este lugar era diferente a la estación Gumho.

Ahora era el verdadero comienzo.

—¿Pero tus amigos entraron por el túnel? Qué bien... Deben tener muchas monedas.

Luego, uno de los hombres de mediana edad se volvió hacia Yoo Sanga.

—Señorita, ¿cuál es su nombre? ¿Le gustaría alquilar una habitación por poco dinero?

—¿Habitación?

—¿Todavía no conoces el sistema aquí? —el hombre rió— Este lugar–

—No intentes engañar a los recién llegados —lo interrumpió Lee Jihye.

—Uh, ellos se enterarán de todos modos. Esto es lo que todo el mundo está haciendo para vivir...

—Si no quieres salir herido, piérdete.

El hombre de mediana edad palideció ante sus palabras. Se dieron la vuelta y desaparecieron en el túnel hacia la línea 4 del metro. Lee Jihye guardó su espada.

—Ya los traje aquí, así que tengan cuidado de ahora en adelante. No soy su niñera.

Esta niñata estaba hablando con tanta indiferencia.

Miré alrededor. Chungmuro. Esta era la etapa del tercer escenario, donde estaban en juego reglas completamente diferentes.

—¡M-Mierda! Te mataré si te acercas...

Un hombre estaba en medio de la plataforma de la línea 3 del metro, agitando un cuchillo y amenazando a la gente.

A sus pies había un cuadrado de poco más de 3 metros cuadrados de tamaño, que emitía una luz verde que se extendía por el aire.

—¿Por qué está haciendo eso? —preguntó Sanga.

—No lo sé.

Podría adivinar, pero no había necesidad de asustarla en este momento. Había muchas personas sentadas con un cuchillo en la línea 3 del metro. A diferencia de los hombres de mediana edad anteriores, sus rostros estaban llenos de desesperación. Los miré y le pregunté a Lee Jihye:

Perspectiva Del Lector OmniscienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora