Aquellos que Enfrentan un Dios [3]

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En los altos muros de Verónica, los gigantes llenaron las llanuras debajo de las tierras altas. Alguna vez fueron humanos pero ahora eran catástrofes. Gong Pildu rugió cuando todas las torretas del castillo dispararon.

—Malditos bastardos. ¡Ésta es mi tierra!

Eran aproximadamente cincuenta japoneses los que corrían por las llanuras. Este nivel de fuerza significaba que se habían juntado más de la mitad de las catástrofes de Tierra de Paz.

—¡Piérdanse-!

Gong Pildu estaba un poco molesto cuando disparó las armas. No sabía cómo se había llegado a esta situación. Sin embargo, Lee Jihye pensaba que todavía estaba resentido por la destrucción de las Zonas Verdes por parte de Kim Dokja.

Ella observó el gran ejército de catástrofes y le temblaron los dedos.

—Maldita sea, desearía que hubiera un lago...

—Hagamos todo lo que podamos.

Hyunsung se acercó desde el puesto de vigilancia y se paró junto a ella. Lee Jihye se dio vuelta y vio a Lee Boksoon. Sus ojos brillaron.

—Anciana, ¿puedes pedir prestado el poder de tu Constelación de mecenazgo?

—Juju, ¿quieres que mi antepasado continúe trabajando?

—Ah, bueno... Señor soldado, ¿el grupo de Huiwon todavía no está aquí?

Hyunsung asintió con pesadez.

—No hay noticias del otro grupo. Antes de irse, Dokja dijo que tenían que hacer un escenario extra...

—Maldición. Tenemos que detenerlos.

Entonces aparecieron sombras tenues sobre ellos en el cielo. Lee Jihye vio los pequeños insectos que llenaban el cielo y se asustó.

—¡Ack!

Había una variedad de monstruos voladores mezclados. Gilyoung y Yoosung habían terminado de preparar el ejército de bestias e insectos. Gilyoung estaba sentado sobre algo que parecía una avispa y agitó su mano.

Mientras tanto, las catástrofes llegaron al castillo y comenzaron a derribar los muros.

—...Ya vienen —dijo Hyungsung con voz tensa.

Comenzó el asedio en toda regla.

Por un lado, Gong Pildu disparaba sin cesar mientras que, por el otro, la gente pequeña gritaba.

—¡Peleen!

—¡Por ​​Verónica!

Las voces resonaron en todo el castillo mientras los muros eran gradualmente aplastados por las patadas de las catástrofes. Ahora ese término parecía realmente apropiado para estos humanos.

El grupo aguantó mejor de lo esperado.

Tenían las armas de Gong Pildu y el 'Puñetazo de Montañas' de Lee Hyunsung, que asestaban golpes efectivos a las catástrofes. La gran cantidad de insectos y monstruos también les servía para ganar tiempo.

A este paso, podrían proteger el castillo. Esto fue lo que pensó Lee Jihye hasta que unas nubes negras cubrieron el horizonte.

—¿Qué es eso? — Lee Jihye dudaba de sus ojos.

[El rey de las catástrofes ha recibido el efecto de mejora del escenario.]

[Se han eliminado algunas de las restricciones de verosimilitud en la Constelación 'Soberano de las Ocho Cabezas'.]

—Qué locura, ¿cómo derrotamos eso?

Algo del tamaño de una enorme fortaleza se acercaba hacia allí. Tenía ocho cabezas y una cola.

Perspectiva Del Lector OmniscienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora