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Ya era jueves y su jornada escolar acababa de terminar. Apenas y llegó a su departamento cuando su móvil comenzó a vibrar dentro del bolsillo de su pantalón. Claro, se trataba de una llamada, y sin necesidad de ver, Shoto sabía de quién se trataba.

—Hola, Momo.

Enseguida de que contestó el teléfono, se dejó caer de espalda contra su cama, agotado de un día pesado.

—Hola, mi querido mejor amigo.

Shoto bajó una ceja, extrañado por las palabras y el tono de voz de Momo.

—¿Sucede algo? Normalmente no me hablas de esa forma.

—No... bueno, en realidad, sí —declaró.

—Lo sabía.

—Sucede que, una amiga hará una fiesta por su cumpleaños el sábado, pero ella estudia en otra carrera por lo que asumo que invitará a personas que yo no conozco.

—Momo...

—Sabes que no te pediría un favor así, si no fuera necesario. Sé que no te gustan las fiestas ni nada parecido, pero le debo un favor a mi amiga así que no puedo no ir a su fiesta y..., no puedo ir sola. Eres mi amigo de mayor confianza, por eso te pido esto.

—¿No tienes alguna otra cita con quién ir?

Preguntar eso era una manera muy indirecta de decirle a Momo que no quería ir. Odiaba las fiesta, sobre todo las universitarias en donde solo había alcohol, música en un volumen de casi romperte los tímpanos; y gente alcoholizada bailando sin control, o enrollandose con gente que conocían ese mismo día en algún rincón que encontraran a la vista de todos.

Sin duda, no era un panorama muy lindo para él.

—No, ahora mismo no la tengo. Es por eso que te pido este favor a ti. Sabes que siempre respeto tu desición de no gustarte las fiestas, pero ahora en verdad lo necesito.

Shoto cerró los ojos y suspiró con fuerza, pensando sobre qué desición tomar. Lo cierto era que Momo le hacía favores cada vez que podía y como la buena amiga que era, nunca le pedía nada a cambio. Él también le hacía favores pero con mucha menos frecuencia, además sí le estaba pidiendo eso con exactitud, era porque de verdad era algo importante para ella. De acuerdo, no podría negarse. Era consciente que no era el mejor amigo posible pero tampoco quería parecer un aprovechado o algo así. Incluso si le molestaba, ir a una fiesta universitaria por única vez en el año, no lo dañaría.

—De acuerdo, iré. ¿A qué hora será? Para pasar por ti.

—Dado a que yo te invité, ¿lo correcto no sería si yo pasara por ti?

—Sí, pero me da más tranquilidad si el coche en el que iremos es mío.

Momo suspiró y esbozó una sonrisa al otro lado de la línea. Esa también era una forma indirecta de que Shoto pusiera una unica condición para ir. Le valía, no todo podía salir como ella lo quisiera siempre y cuando el evento principal tuviera éxito.

—De acuerdo, gracias por aceptar. La fiesta iniciará a las diez.

—Entonces pasaré por ti a esa hora.

—¡Gracias, Shoto!

Colgaron la llamada y ya solo les quedaba esperar a que el día mencionado llegara. Y lo hizo. El sábado había llegado antes del tiempo esperado y el bicolor no sabía cómo sentirse al respecto. No le emocionaba mucho una fiesta ni todo lo que eso implicaba, pero no podía dejar a Momo plantada quien seguramente ya lo estaba esperando. Le había prometido que por esa única ocasión, la acompañaría a la fiesta y la cuidaría. Ella podría embriagarse todo lo que quisiera mientras que Shoto tomaría solo refresco o agua para mantenerse bien. Tampoco le agradaba mucho la idea de estar bajo los efectos del alcohol, o al menos no en un lugar como al que estaban a punto de ir.

Sonido En El Silencio | TodoDeku (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora