CHAPTER FOUR

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Al entrar al cuarto de los niños, Rhaenyra inmediatamente sentó a Jace y Luke en la silla y llamó al maestre para que los atendiera

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Al entrar al cuarto de los niños, Rhaenyra inmediatamente sentó a Jace y Luke en la silla y llamó al maestre para que los atendiera. Él tardó varios minutos, limpiando y vendando las heridas de los jóvenes príncipes.

— La herida sanará pronto, princesa. — Dijo el maestre. — Afortunadamente, la herida no es tan profunda en la frente del Príncipe Jacaerys, es solo una pequeña abertura, mientras que el sangrado de la nariz del Príncipe Lucerys finalmente se detuvo y no está rota. Ambos sanaran pronto, pero por ahora solo necesitan descansar un poco.

Daemon y Ser Harwin estaban presentes en la habitación, es suficiente para acompañar a los dos niños, pero tan pronto como el maestre dijo que estaban bien, los dos príncipes intentaron bajarse de la silla y no fueron a la cama sino directamente a la puerta.

— ¿A dónde van? ¿No acaban de escuchar lo que el maestre les aconsejó que hicieran? — Su madre trató de evitar que corrieran hacia la puerta.

— Queremos ver a nuestro padre. —  Exclamó Jace: — Él también está herido, madre.

Rhaenyra inmediatamente se congeló.

Mierda, casi olvidó que Maekar está gravemente herido. ¿Cómo pude olvidarlo? Pensó.

Estaba demasiado preocupada con el cuidado inmediato de sus hijos sin saber que su esposo requiere lo mismo. Además, está enojada con él, cómo podría no hacerlo, Maekar tuvo las agallas para imponer un castigo a Luke cuando, a sus ojos, su dulce niño no hizo nada malo y solo es culpa de la otra parte.

— Se lastimo por nuestra culpa. — Dijo Luke llorando — Es culpa nuestra. Él siempre viene a defendernos cuando estamos en problemas. —Rhaenyra trató de consolarlo, inclinándose y abrazándolo. — Papá nunca me perdonará por lo que le hice al tío Aemond.

— Shhhh. Luke, tu padre no es ese tipo de persona. Él los ama a los dos. — Rhaenyra dijo con una manera suave y reconfortante y mientras sus hijos lloraban, los tres se miraban: Daemon, Harwin y ella.

Todos ellos sabían claramente que el verdadero padre es el caballero y le duele a Harwin ver que sus propios hijos aman y aprecian a otro hombre y lo llaman padre, cuando a quien le deberían decir así es a él. Quería decirles que él está justo a su lado todo el tiempo, pero el riesgo es demasiado grande. Así que Harwin simplemente se quedó allí en silencio mirando y escuchando como sus hijos aman al príncipe Maekar.

ULTRAVIOLENCE¹, rhaenyra targaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora