CHAPTER TWENTY

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El Gran Maestre había cosido la herida de Maekar en su habitación, pero él no despertaba y las horas pasaron

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El Gran Maestre había cosido la herida de Maekar en su habitación, pero él no despertaba y las horas pasaron. La noche cayó sobre King's Landing y el príncipe seguía sin recuperar el conocimiento, lo que preocupaba cada vez más a su esposa, Rhaenyra. Ella no se había movido de su lado ni un solo segundo, su mirada llena de preocupación fija en el rostro de su esposo.

Rhaenyra, con una mezcla de angustia y un nudo en su garganta, acariciaba suavemente la mano de Maekar mientras reflexionaba sobre la situación. No podía creer lo que había sucedido. No esperaba encontrarse con esta situación tan preocupante después de regresar de su viaje diplomático de Dorne. Sin embargo, una vez más, se daba cuenta de que Maekar era todo lo que necesitaba a su lado. Él había defendido con uñas y dientes a sus hijos, Jace y Luke, y una vez más había resultado herido por ello.

Agradecía internamente a su prima Daerys, quien al verla tan angustiada, le había insistido en que se quedara al lado de Maekar mientras ella se ocupaba de los niños, Jace y Luke, explicándoles lo sucedido. Rhaenyra le agradeció profundamente a Daerys por su apoyo en ese momento tan difícil.

Mientras acariciaba la mano de Maekar, Rhaenyra también reflexionó sobre sus sentimientos hacia Daemon. Cualquier rastro de cariño que pudo haber sentido por él en el pasado había desaparecido completamente. Ahora, lo odiaba por haber insultado a sus queridos hijos y, lo que era aún peor, por haber herido a Maekar. Su deseo más ferviente era que en el Muro, Daemon experimentara un infierno.

La habitación estaba en penumbra, iluminada apenas por la luz de una vela que ardía en la mesita cercana. Rhaenyra se mantenía despierta, esperando el momento en que Maekar finalmente despertara.

Maekar despertó casi cerca de la madrugada, soltando un gemido ahogado por el dolor que aún persistía en su herida. Una leve sonrisa se dibujó en su rostro al ver a su esposa a su lado, demostrando el alivio de encontrarla allí.

Rhaenyra, con los ojos brillantes de emoción, se acercó a él y lo abrazó con ternura, expresándole lo mucho que se había preocupado durante su estado inconsciente.

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⏰ Última actualización: Apr 22 ⏰

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ULTRAVIOLENCE¹, rhaenyra targaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora