CHAPTER SEVEN

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— Su majestad, insisto en que usted y su familia extiendan su estadia aqui en Driftmark

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— Su majestad, insisto en que usted y su familia extiendan su estadia aqui en Driftmark. — Habló Lord Corlys  abiertamente con la reina y el rey. — El príncipe Aemond todavía no está en condiciones de viajar. Al igual que el príncipe Maekar, el maestre me dijo que estaba a punto de sufrir una pérdida de sangre anoche.

Alicent apretó los labios en una fina linea después de que la Serpiente Marina le diera la noticia a la familia. Se sintió incómoda cuando sintió que las miradas de algunos miembros de la familia se posaban en ella.

— Eso es muy hospitalario de su parte, mi señor, pero creo... — Otto estaba a punto de declinar la invitación en nombre del rey, pero Viserys lo interrumpió.

Desafortunadamente para el anterior maestro de la ley y Mano del rey: Lord Lyonel Strong, se enfermo por una razón desconocida. Por lo tanto, Otto regresó como la Mano actuando en su nombre.

— Gracias por su hospitalidad, mi Lord. —  Viserys sonrió. — Creo que lo que sugieres es genial. Hasta que mis hijos esten listos para viajar, partiremos hacia Kings Landing.

Lord Corlys le devolvió la sonrisa.

— Es usted muy bienvenido en nuestra casa, su majestad.

Poco después de terminar el desayuno, una vez más se retiraron a los lugares que les correspondían.

El Lord y la Lady de la casa comenzaron sus labores diarias mientras Laenor se ocupaba de acompañar a las hijas de su difunta hermana.

Aemond está sujeto a su cama y se le exige que descanse durante todo el dia y los próximos dias; la reina nunca se aparto de su lado sin importarle visitar a su otro hijo.

El rey también se retiró a sus aposentos, pero luego decidió caminar por la playa junto con sus caballeros y su mano.

Daemon no se encontraba en ningún lugar, al igual que su dragón Caraxes, por lo que se espera que él volara a Dios sabe dónde en la espalda de su dragón.

Si bien su familia mantuvo el aire toxico a su alrededor, la familia de Rhaenyra difiere de eso.

Maekar todavía descansa mientras sus dos niños le cuentan historias a su padre, mientras su madre los escucha atentamente. Hablan de dragones, de sus sesiones de entrenamiento, de como juegan con sus primas/tias, etc.

— Mamá, ¿qué hora es? — Jace le preguntó a su madre.

— Ya pasó el desayuno, cariño. — Rhaenyra respondió.

— Ah, tengo que irme. Vuelvo más tarde.

— ¿Adónde vas? — interrogó Maekar a su hijo, al verlo que se dirigía rápidamente a la puerta.

— El va con ya-sabes-quien. — Su esposa dijo esto con una sonrisa traviesa en su rostro que coincide con las risitas de Luke. Entonces supo de inmediato a quién se refería su esposa.

— Mi hermano encontró una mariposa albina con alas grandes y antenas rizadas descansando en la pared de nuestro dormitorio ayer, planeaba dársela a la tía Helaena como siempre lo hace, — Explicó Luke. — Cada vez que encuentra un insecto que es hermoso, lo captura, lo pone en un vaso, lo ata con una cinta y se lo da. Dice que son extrañamente hermosos y que le recuerdan a ella.

Maekar y Rhaenyra intercambiaron miradas.

— ¿Jace dijo eso? — Cuestionó Maekar divertido, y su hijo menor le dio una de esas sonrisas tontas como si acabara de compartir algo secreto que solo él y su hermano sabian. — Nunca pensé que mi dulce Jace ya se estaba convirtiendo en un todo un caballero.

— Es un secreto, ¿de acuerdo? — Aclaró Luke, preocupado. — Se enojará conmigo si se entera que se los dije.

— Está bien, lo prometemos, — dijo Rhaenyra, tratando de sonar seria. — No se lo diremos.

Poniendo fin a la preocupación del niño quién solo les sonrió a sus padres.

(...)

El pasatiempo de Jacaerys era regalarle a su tía sus insectos favoritos y era conocido por sus padres, el joven corrió por el pasillo sabiendo que Helaena está de una forma u otra en el jardin de Driftmark. Jace se aseguró de que el caballero de su abuela no lo viera pasándole algo a escondidas a la única hija de la reina, así que pasó desapercibido entre los arbustos del jardin. Porque después de lo sucedido con Aemond, él ya conocia a la reina, o mejor dicho, su abuela, que los odiaba hasta los huesos, le prohibiría hacerse amigo de su hija.

Incluso antes de que su hermano pequeño le cortara el ojo a su tío, Jace siempre notó cómo Alicent los trataba de manera diferente. Nunca les gritó ni los maltrató físicamente, pero siempre tenía esa mirada en sus ojos cada vez que los ve diciendo implícitamente que son diferentes.

Una vez, el niño le preguntó a su madre sobre el comportamiento de la reina, pero Rhaenyra trató de responderle de una manera que no debería odiar a la reina, pase lo que pase. Entonces, incluso si Alicent intento cuestionar públicamente su legitimidad varias veces, el respeto de Jace por su abuela aun existe por el hecho de que él ama a su papá.

Emocionado, se topó con la doncella de Helaena, quién estaba a punto de ir a buscar un trozo de pastel de limón que era el favorito de la princesa, — Lo siento, joven príncipe, ¿te he lastimado?—  Ella preguntó en un suave susurró.

Ser Cole está lejos de ellos, pero no quiere levantar sospechas ya que ella sabia por qué el principito estaba allí de nuevo.

— No, mi Lady. — Jace inmediatamente dijo que estaba sacudiendo las hojas que estaban en su ropa. — Solo quiero ver a la princesa para darle esto. — Sus ojos marrones brillan cuando levanta el vaso con la enorme mariposa en él.

La doncella de la princesa le dedico una calida sonrisa y dijo: — Seguro que le encantara. Está allí, bajo la sombra de ese árbol. — Señaló una parte sombreada del jardin, escondida de cualquier mirada indiscreta desde el balcón del castillo.

— Gracias, mi Lady.—  Jace asintió con cortesia, incluso si solo estaba hablando con una doncella de una casa menor, no olvidaba las enseñanzas que sus padres le enseñaron, que es respetar a todos, ya sean trabajadores o plebeyos.

Al extender su gratitud a la doncella, el principito fue inmediatamente al lugar. La mujer le sonrió con adoración: cada vez que él visitaba a la princesa, esa era la única vez que ella podía ver las sonrisas y risas de Helaena.

Sabia que todavía eran jóvenes, pero esperaba que la princesa estuviera comprometida nada menos que con el hijo mayor de su media hermana y de su hermano. Observó cómo Jace disminuia de su vista antes de volver a sus tareas habituales. También planeo traer más pastel para darle al principito, ya que también es su favorito.

 También planeo traer más pastel para darle al principito, ya que también es su favorito

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ULTRAVIOLENCE¹, rhaenyra targaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora