CHAPTER TWO

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Más tarde en esa misma noche, Maekar no esperaba la visita de nadie en su habitación, Por lo que prefirió buscar la compañía del alcohol y desahogar todas sus penas

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Más tarde en esa misma noche, Maekar no esperaba la visita de nadie en su habitación, Por lo que prefirió buscar la compañía del alcohol y desahogar todas sus penas.

El aire fresco de Driftmark lo acompaña y el choque de las olas es perfecto para ayudarle a despejar sus pensamientos de lo que su esposa podría estar haciendo en ese momento, el miedo lo consume pensando que ella podría estar con Daemon.

Y sin quererlo las lágrimas comienzan a recorrer sus ojos, había sido muy estúpido todos estos años, ahora tenía a dos hombres con los que competir por el favor de Rhaenyra.

La vida es tan injusta con él, siempre creyó que podría tener una familia con ella. Es lo que él más deseaba, la imaginó sentada en el Trono de Hierro con la corona dorada en la parte superior de la cabeza que corresponde a su aspecto real y su derecho de nacimiento que gobierna los siete reinos, mientras él está de su lado brindándole ayuda si lo necesita, aunque él sabía sería un inútil cuando se trata de gobernar de todos modos. Aparte de eso, ya juró protegerla a ella y a sus hijos, de hecho, él está dispuesto a morir por ella y serle fiel hasta el final de sus días.

Creció creyendo eso, pero la realidad es todo lo contrario. Maekar nunca podría ser él hombre con el que su hermana mayor deseaba pasar el resto de su vida, sí, ella está a solo un poco de distancia, pero el siente que está muy lejos de alcanzarla.

Tan cerca, pero tan lejos al mismo tiempo. Pensó, mientras bebía el contenido restante del alcohol de la botella que sostenía.

Escuchó pasos en el exterior de su habitación, pero los ignoró y tomó otra botella de alcohol. Esperaba que fuera su madre, se preparó listo para las posibles bofetadas que obtendría de ella, además de irritarse cada vez que Alicent lanzaba insultos contra su esposa.

Abrió la botella de alcohol y se apoyó en la columna del balcón con su camiseta desabrochada de algunos botones. Escuchó la puerta abrirse y suspiró cansado, mientras quitaba con su mano sus lágrimas. Se recostó más en el balcón, la luz de la luna iluminaba su piel y hacia resaltar su hermoso cabello castaño.

ULTRAVIOLENCE¹, rhaenyra targaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora