Mujer solitaria y codiciosa

7- Aprendiendo del pueblo

Joan Turner

Al día siguiente al despertar, me encuentro con el rostro de Tim muy cerca del mío, y bueno teniendo en cuenta que ayer nos besamos y luego de ello dijo.

- Deberíamos dormirnos ya, es tarde y mañana te llevaré al pueblo -

Luego de que dijera aquello, nos acostamos, pero yo decidí darle la espalda, ¿Por qué parar? ¿Le incómoda? Si lo hace debería decirlo. Pero, está bien, él quiere que las cosas sean así, pues así serán así, no pienso rogarle por nada.

Son las 7:40 AM, cuando me levanto de la cama y me dirijo hacia el baño, al salir, él ya no está y la cama está tendida, escucho ruido en la cocina, así que aprovecho y me baño y cambio, vistiendo me con un conjunto blanco, que se conforma de un crop top en forma de corazón y un pantalón que se ciñe desde la cintura hasta los muslos, y de ahí en adelante en suelto, llevo un blazer rosa cupid, tacones de aguja rosados y el cabello suelto en unas pequeñas ondas, tomo mi bolso y cuando estoy saliendo, él entra.

- Ya está el desayuno - Me avisa.

Me limito a asentir pasar por su lado y seguir mi camino hacia la cocina. Cuando llego, hay dos platos de pancakes con miel, chocolate, fruta y un vaso de zumo de fresa y banano, huele delicioso; al sentarme, él me sigue, comemos en silencio, no hay un "buenos días" o un "¿Cómo dormiste?" De ninguno de los dos.

Al terminar, nos aseamos y él me lleva al pueblo, el trayecto a éste es silencioso e incómodo, así que decido poner algo de Lana del rey, pongo "Say yes to heaven" es mi canción favorita, así que la tarareo, él me mira de vez en cuando de reojo. Cuarenta minutos después, llegamos al pueblo, me dice.

- Bien, ¿Cuál negocio mirarás primero? -

- El más popular -

- Bien, comencemos por la tienda de ropa -

- ¿Que marca usan aquí?

- La que haya -

- ¿Que significa eso? -

- Eso, la ropa que haya, aquí no llegan las marcas de Chanel, Prada, ni nada de lo que llevas puesto, así que no saques las garras si te preguntan dónde conseguiste la ropa o te miran mal por ello. - Me dice, muy reacio, es como si le molestara que yo no supiera como se vive en éste pueblo.

Cuando llegamos a la tienda, nos recibe una señora de mediana edad, pensando que compraremos algo, pero él rápidamente le explica que no es así y le dice que fui enviada por mi padre para ver las finanzas de éste pueblo para ver si vale la pena comprarlo o no, al escuchar ésto, enseguida aclaro.

- No, no es para "comprarlo" pero si es para llevar ciertos negocios a la ciudad -

- Pero, aquí estamos bien, yo no quiero irme a la ciudad -

- ¿Que? - Es lo único que me sale, no puedo creer, uno les habla de darles una oportunidad y ya están diciendo que no cuando no saben de qué trata. - Mire, señora, usted no debe ir necesariamente a la ciudad, sino que se abrirá una sede allá, claro si su negocio es completamente auténtico y si a los citadinos les gusta su producto - Le explico un poco más de que va.

- Pues ya le dije, no quiero que revise nada de aquí, sea o no auténtico mi negocio, no pienso dejar abran una sede en la ciudad - Impactada por aquello intento hablar, pero Tim me saca de la tienda. Cuando estamos afuera, suelto mi frustración.