Joan Turner
Cuando llegamos a casa esa noche, mamá me recibió con una bofetada, yo la recibí con lágrimas traicioneras. A los dos días siguientes, me dijeron que no volvería a ver y que él desaparecería de mi vida para siempre, tuve miedo, tuve demasiado miedo. Hasta que al día siguiente que estaba en mi oficina, llamaron a mi puerta, diciendo que tenían algo para mí y que solo era para mí, confundida acepté el paquete, y cuando ví el sobre, mi fe volvió a la vida y junto a ella, yo y todo mi amor por él.
Al abrir aquel sobre, mis lágrimas empezaron a rotar por mis mejillas, al terminarla de leer unas dos veces más y rectificando sus sentimientos hacia mí y viceversa, volví a vivir, y tomé la decisión de responderla. Plasme mis sentimientos y pensamientos sobre él, sobre lo hermoso que ha sido conocerlo, y sobre lo encantada que estoy de saber que me ama y lo orgullosa que estoy de que él sepa que lo amo con todo mi ser, también escribí que lucharía por nosotros, que no me importaba lo que mis padres dijeran sobre nuestra relación, mi corazón siempre latiria por él y solo por él, terminando con un "te amo, Timothy Baker".
Esa misma tarde, mis amigas las cuales al contarles sobre éste hombre misterioso como le llaman ellas y al cual aceptan, me llevaron al spa y luego a uno de mis restaurantes favoritos.
- Ya, pero, cuenta, ¿Que tan guapo es? - Pregunta Sofi, una de mis mejores amigas y más aún que acepta que esté con Timothy sin importarle su clase social, ahora que lo pienso bien, a ninguna nunca le importo eso, con tal de que los chicos las tratarán bien, ellas contentas, no les importa nada de eso, ellas son mi familia, y lo agradezco en serio, porque no tengo con quien desahogarme.
- Ya te dije que mucho. - Le respondo cansada de responder la misma pregunta.
- Ya, solo dijiste que era rubio y de ojos verdes, aquí hay muchos rubios de ojos verdes, mujer. No puedes decir solo, ¿No tienes una foto? - Si, la tengo, pero no quiero que también se enamoren de él, no literalmente, porque todas están comprometidas con buenos hombres si me lo preguntan.
- No, no tengo una foto. -
- Joder, ¿Cómo es posible que hayan estado un mes juntos, y ni una foto tienes? - Me reprocha Azul, la morena más elegante que he visto en mi vida, y como su nombre lo dice, tiene ojos azules y tiene ascendencia africana, es hija de abogados súper prestigiosos y es la futura dueña del bufete que representa a la empresa familiar de todas aquí.
- Ay, ya, basta con el tema. Pero eso no es lo importante, lo importante es que me ha enviado una carta diciéndome que me ama. - Digo, sonrojandome. Dios, no puedo creer que esté pasando ésto, parezco una adolescente enamorada.
- ¡¿Una carta?! - Gritan las tres al unisono. A éste paso me dejarán sorda.
- Si, una carta y la he respondido. - Afirmo, con una sonrisa de oreja a oreja.
- Dios, es que son tan hermosos los dos, se envían cartas, se dicen que se aman, luchan por estar juntos, ¿Que más les falta? ¿Damas de honores? Porque yo si que me ofrezco como tributo. - Pregunta Josephine, ella es una del linaje más poderoso en Inglaterra, sus padres tienen el monopoly de empresas, tanto de ropa, cosméticos, ropa deportiva, zapatos, tienen cadenas de restaurantes, hoteles y quién sabe que más.
Suelto una risita a su comentario. - Josephine, calma, ¿Si? Es muy pronto para formar un matrimonio. -
- ¿Cómo que pronto? - Cuestiona Azul.
- Si, digo, solo convivimos un mes, y ya ustedes me quieren casar con él, ni siquiera lo conocen. -
- Para eso está la boda. - Dice Sofi.
- Muy graciosa, pero no, cálmense, por favor. Tenemos que luchar por el otro por ahora, y si quiere y se puede, ya luego nos casamos. - Les digo, con una luz de esperanza que todo salga bien.
- Está bien. Pero recuerda que cuentas con nosotras, sin importar que. - Me dice Josephine tomando mi mano por encima de la mesa.
- No, sin importar que, no. Si llegas a dejar a ese hombre que te ha hecho suspirar y que ha hecho que respondieras una carta de amor, yo no te apoyo, te asesino. - Dice Azul, y le secunda Sofi estando totalmente de acuerdo con ella. Wow, bueno, ya saben, si aparezco sin sesos, ya saben quiénes fueron.
- No lo dejaré. De verdad, confíen, primero mi familia lo acepta a que yo lo deje. - Dicho esto, todas soltamos a reír, la gente de las mesas a nuestro alrededor nos miran mal y murmuran. No me importa, algo que aprendí de Tim, es que no importa como eres, la gente te juzgará, nunca estarán conformes con lo que eres, y te critican no para que cambies, sino para que te vayas, y es algo que no pienso hacer, o bueno, no hasta que me largue de ésta ciudad y sea para irme con Timothy y Laika.
Cuando hemos terminado de reír, seguimos comiendo y comentando sobre Timothy; al terminar de comer, pagamos cada una su cuenta, ellas me dejan en mi casa y yo me voy sonriente a mi habitación, hasta que es la hora de bajar para cenar, y aún con mi sonrisa y con las estúpidas preguntas que me hacen del porqué tan sonriente, los ignoro y sigo pensando en él. En el hombre que considero mi todo, el amor de mi vida, el hombre con el que quiero despertar todos los días de mi vida, hasta que mi corazón deje de latir y ya mis huesos sean completamente cenizas. Hasta ese día, hasta que no quede nada de mí, amaré a Timothy Baker, gustele a quien le guste, no me importa y no pienso cambiar mis gustos por alguien que no vale la pena y solo se concentra en criticar la vida de los demás antes de ver la suya.
*Bien, el capítulo de hoy hasta aquí. Las cartas serán publicadas luego del epílogo. Una aclaración, la historia está ambientada en EE.UU, no está en Inglaterra, hago la aclaración para que no se confundan cuando mencioné cierto país, Josephine es de Inglaterra, pero se fue a vivir a Estados Unidos. Tengan buen día, tarde o noche, no olviden tomar agua y comer muy bien. *
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Mujer solitaria y codiciosa
RomanceJoan Turner, licenciada en gestión y finanzas, hija de uno de los empresarios más poderosos, es enviada por su padre a un pueblo muy lejos de la ciudad que nunca duerme, en éste pueblo, no hay tiendas de marcas de lujo, no hay restaurantes con estre...