Mujer solitaria y codiciosa

15- Reencuentro

Timothy Baker

Luego de haber recibido y leído la carta, tomé la decisión de ir hasta New York y hablar seriamente con sus padres, y pues si es el caso de que no dejen que venga conmigo, lo cual es lo más probable, creo que terminaré siendo un fugitivo, si eso es necesario para estar con ella, pues que así sea.

Estoy empacando suficiente comida, bebida, ropa, herramientas por si me llega a pasar algo en el camino, botiquín de primeros auxilios y mantas por si me llego a quedar en un hotel, lo dudo, prefiero dormir en el carro que pagar 500 dólares por una noche mientras busco a Joan. Cuando he terminado de empacar todo, lo monto a su Range Rover, porque si, me voy en ella para que vea que ya está lista, además no ha salido a ningún lado, debe estar moviéndose para que no se dañe, ya que los fluidos dentro de éste pueden llegar a evaporarse y causar sequedad en las piezas del auto, incluso haber fugas, todo ésto debido al calor, también el polvo, aunque sigue limpio ya que Tom lo lavó, el polvo al acumularse y al estar mucho tiempo sin prender, al momento de hacerlo puede generar corto circuito ésto sucede en las terminales eléctricas, ésto llega a dañar fusibles y demás. Cuando he terminado de subir todo al vehículo, prendo marcha hacia New York, son alrededor de tres horas hasta que veo por fin, una estación de servicio, me bajo, vuelvo y lleno el tanque, compro más comida, no se me ha acabado, pero mejor prevenir, que lamentar, quince minutos después, vuelvo a poner en marcha el auto y la música que ésta mujer tiene descargada en su auto, lo admito no es mi estilo pero hay una que otra que me llama la atención.

Empieza a sonar "mujer perfecta" de Kurt, a decir verdad, no la describe como tal, pero si es una canción que me hace pensar en ella y en todos los datos curiosos sobre finanzas que lanzaba cuando estábamos viendo películas o besándonos, esa mujer definitivamente me volverá loco.

Son las 5:30 PM, cuando llego por fin a New York, busco un minimarket, y cuando lo ubico, me estaciono y bajo, compro agua y alguna comida instantánea, cuando vuelvo a la camioneta, me dedico a buscar hoteles cerca y baratos, cuando la red me muestra uno a unos metros, me dirijo a el; pido una habitación y cuando subo, por la fachada decía que era horrendo, pero al contrario, hay una buena cama, que no tiene los resortes rotos, el baño está limpio y tengo toallas de cortesía, por eso por ahí dicen, no juzgues a un libro por su portada. Son las 7:30 PM, cuando estoy cenando y son las 11:40 PM, cuando sigo rodando en la cama porque no puedo dormir de la ansiedad de verla de nuevo; han pasado cuatro días desde entonces, anhelo por verla, abrazarla, besarla, llevarla conmigo y con Laika.

7 horas después...

Seis de la mañana, son las seis de la mañana y yo dormí como tres horas solamente, rindiendome, me levanto, me ducho, me pongo mi mejor vestimenta y salgo en busca del amor de mi vida, pero primero mi desayuno, cuando he desayunado, vuelto al hotel y haberme lavado la boca, salgo de nuevo y me dirijo a la Range Rover que he dejado detrás del hotel, menos mal sigue ahí, tenía miedo de que algo le pasará, si me pregunta porque tengo ojeras, le diré que fue por su Range Rover y no por ella.

1 hora y media después, estoy frente a la empresa familiar Turner, joder, me quiero hacer un ovillo e irme rondando de aquí, pero luego recuerdo que soy un hombre que no se rinde fácilmente y menos por la mujer que ama, así que parqueo, bajo y le doy las llaves al valet parking, y me dirijo a la entrada, pero el guardia no me quiere dejar entrar porque no me conoce, aunque le muestro mi identificación me dice que no puedo entrar.

- Oye, amigo, mira, el amor de mi vida trabaja aquí, de hecho es la hija del señor Turner, por favor, déjame entrar, prometo no demorarme mucho, solo la buscaré, tengo que hablar urgente con ella, ¿Si? ¿O es que tú no tienes a una mujer a la que amas? - Intento persuadirlo, pero no resulta.

- Ya te dije que no te dejaré entrar. Dudo mucho que la señorita Turner te conozca, así que lárgate antes de que te denuncie a la policía por acoso. - Me dice mientras vuelve a cruzarse de brazos.

- Bien, como quieras. - Le digo, me doy media vuelta para caminar y despejarme un rato y poder pensar bien algo que lo persuada, pero antes de que empiece a caminar, escucho una voz, es ella. Joan.

- ¡¿Timothy?! - Volteo y ahí está ella, junto a tres chicas que me miran con sorpresa. - ¡Tim! - Grita mientras corre hacía mí, no dudo en tomarla en brazos cuando salga hacía mí, nos fundimos en un abrazo que es suficiente para volver a la realidad, joder, ésta es la vida que necesito.

Cuando nos separamos, veo la cara de confusión del guardia y de otros empleados y la cara de emoción de las mujeres que la  acompañaban.

- Pero, ¿Que haces aquí? ¿Cómo llegaste? ¿Por qué no me avisaste? - Me ataca con preguntas.

- A ver, calma una pregunta a la vez, respondiendo la primera, regresando por ti, no me pienso ir de aquí sin ti, ¿Entendido? - Le tomo la cara entre mis manos y plantó un beso suave, pero apasionado en sus bonitos labios color rosa.

- Te amo, Timothy, como no tienes idea. - Me dice tomándome ella ahora de la cara  y plantando otro beso en mi boca, suave, pero apasionado, esos son los besos de la mujer a la que amo, me podrían vendar los ojos y que otra persona y ella me besaran y la reconocería tan fácil, que a muchos les sorprendería.