Cacciatore

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—Seria una sorpresa si esto no pasará, pero los pecados a veces hacen de las suyas y dejan hijos en el mundo, no muchos y normalmente no suelen juntarse, no tendrían porque, hay cinco continentes las probabilidades son muy bajas entre tanta gente.

—Me sorprende saber que la lujuria no tiene hijos por doquier.

—Tiene otras ocupaciones, al igual que los demás pecados.

—Pero ¿Cómo sabes todo esto?

Sonríe —He hecho mis investigaciones, me hago preguntas muy raras mientras estoy drogado y pude llegar a respuestas bastante coherentes.

Suspira y se hecha para atrás en el sillón —¿Que más sabes?

—Te he estado observando y también mis investigaciones han llegado a una conclusión. Los hijos de la lujuria suelen mostrar rechazo a los hijos de los demás pecados, pero contigo hay una excepción a la regla, tu no sientes atracción por las personas, rechazas tu naturaleza, por lo cual te sucede todo lo contrario, te atraen y atraes a esa prole.

Frunce el seño pensativo —Eso seguiría dejándome ver cómo un objeto, no sé si es bueno o malo, pero si es cierto que es difícil toparnos entre todos supongo que puedo estar tranquilo.

—Para tu mala suerte todos están en esta ciudad.

—¿¡Que!?

—A demás de que por aquí está la Soberbia.

—¿La soberbia? ¿El pecado está en esta ciudad? ¿Porque?

—A mi también me gustaría saberlo, creo que lo tengo como enemigo, sabe que investigue demaciado a demás de que tengo ciertos cargos tras de mi.

—¿Eres un criminal? Fantástico ¿Hay algo más que deba saber? -se cruza de brazos-.

Ambos se quedaron mirando en completo silencio, Toni se sentía algo intimidado pero no sé sentía incómodo, era una sensación diferente y no fue diferente al ver cómo se acercaba a él hasta dejar muy poco espacio entre ambos.

—Detente -dijo el señor H en modo de amenaza-.

—No es a propósito, atraigo a todos, pero... se siente diferente.

Ambos unieron sus labios en un beso desenfrenado lleno de pasión en el que juntaron sus lenguas, Toni intento tocar el cuerpo contrario pero sus manos fueron detenidas y el beso se acabó.

—No está bien -admitio H-.

Desvía la mirada —L~lo siento, creo que eres el primero que se detiene, nunca me había pasado, ni siquiera cuando yo lo he querido.

Le da un beso más tranquilo y corto —Es lo que tiene ser hijo de un pecado, por más irónico que suene.

—¿Eres ...? -lo mira asentir- es incómodo, lo siento, no es mi intención.

—Lo se, ya te lo había explicado.

—¿Sabes de quienes debo... cuidarme?

—Aun lo estoy investigando, pero talvez debas descubrirlo tu mismo, en algunas horas me iré, necesito cruzar la frontera sin que la ley se de cuenta.

Asiente y susurra resignado —De acuerdo.

—No te pongas así, volveremos a vernos pronto -vuelven a besarse una vez más- god bye My Boy.

—¿No puedo contactarte?

—Te llamare, encontraré el modo.

Y se fue, Toni quedó solo con muchas preguntas rondando su cabeza ¿Lo habían respetado? Sonrió con tristeza y estuvo un rato pensando en aquel hombre, hasta que recibió un llamado, no quería ir pero fue arrastrado hacia un sueño donde lo primero que hizo aquel sujeto que soñaba con él fue besarlo y arrancarle la ropa a la fuerza.

Un sueño en el que no quería estar, para el se trataba como de una pesadilla que suele vivir constantemente.

Cuando aquel sueño termino Toni volvió a su habitación sintiéndose sucio, corrió al baño dándose una ducha con bastante jabón, pero a la mitad recibió otro llamado, tampoco quería ir y una vez más fue obligado apareciendo recostado en los asientos traseros de un auto, no sería la primera vez que lo follan en un auto pero... no parecía ser la intención ahora.

—Que co... -se sienta correctamente- señor H.

—Debiste venir conmigo.

Algo que a aprendido en este tiempo es que los sueños muestran lo que realmente uno quiere o desea.

—Podria acompañarte.

Rie —Eso me encantaría, ya no me sentiría tan solo.

Le toma la mano —Entonces debemos acompañarnos para no sentir la soledad.

—Ya estoy algo lejos de los Santos.

—Pero soy el hijo de la lujuria -le guiña el ojo- despierta.

H despertó en la cama del hotel que había rentado, su sueño...

Vio frente a él al rubio con una pequeña sonrisa apenada, parecía que quería decir algo pero no sabía las palabras correctas.

—Si... ¿Si querías que estuviera aquí? -fue lo primero que atino a preguntar-.

Asiente —No puedo dejar de pensar en tí, no sabía que podías hacer esto.

—Normalmente siempre vuelvo a mi habitación cuando terminó, pero está vez no quiero irme.

—Entonces ven y acuéstate, será un largo viaje en auto.

Baja la mirada —No ahora, no me lo tomes a mal pero... hace unos minutos un pervertido me... -se aclara la garganta- no termine de bañarme y aún me siento... horrible.

—No mereces que te traten así. Puedes darte un baño, tomaté tu tiempo.

—Gracias.

Entro al baño y se desvistió para bañarse, se tomó su tiempo, talla fuertemente muchas partes de su cuerpo lastimando un poco su piel, comenzó a faltarle el aire y tallo con más fuerza, sus honbros fueron sujetados fuertemente, miro al castaño quien lo veía preocupado, en ese momento se dió cuánta que estaba llorando y el agua se estaba tiñendo de rojo, miro el dorso de su mano y parte del brazo, tenían sangre, se tocó un poco el cuello y miro aquel líquido en sus dedos, no había sentido aquel dolor hasta ahora ¿Cómo pudo pasar algo así?

—Ya a Sido suficiente.

Lo saco del baño colocándole una toalla encima, lo sento en una silla y le seco el pelo con cuidado, Toni comenzó a calmarse por aquel tacto tan delicado, talvez se fiaba demaciado de un extraño pero... quería seguir con ello, solo esperaba no salir lastimado al final.

—Puedes llamarme Hunter.

—¿Cómo? -lo mira-.

—Mi nombre es Nick Hunter, pero nadie me llama Nick, me llaman Hunter o Hunty.

—¿Sono la tua preda, cacciatore?

—¿Que has dicho?

Ríe —Nada, no importa.

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¿Que podría pasar al estar Toni y Hunter juntos?

Festín [Tonibowl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora