Eco

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Toni y Nick terminaron llegando a México dónde el castaño pasaba su tiempo trabajando con sus amigos, osea mafia y drogas, el menor se la pasaba en la casa rentada de la mafia.

La mayor parte del tiempo se encuentra drogado para olvidar ese destino al que está obligado.

—Ya llegamos reina -escucho Toni a un calvo de tes de morena-.

—Buenas tardes señoritas -respondió levantándose del suelo tambaleandose-.

—Son las cuatro de la mañana.

—¿Que? Carajo... -se sienta en el sillón- se me fue el tiempo.

—Con droga encima por lo que veo -dice Hunter mirando en la mesa algo de polvo blanco-.

—No seas exagerado, eso de ahí es polvo que quedó de los besos de nuez -saca uno del empaque y lo come dejando un poco del polvillo en sus labios- fumé, no aspiré.

—¿Y si mejor me besas a mi? -incinuo el calvo-.

—Que asco Prieto, que te bese tu abuela la chimuela -le enseña el dedo medio-.

—Tranquilo bonito.

Alzó las manos y se fue, tras de él fue el resto de la mafia riéndose de la contestación de Toni que dejó en ridículo a Prieto.

Hunter se sentó a su lado y le quita la bolsa de chuches comiendo una, el menor solo lo miraba esperando algo, cualquier cosa, pero al ver que nada pasaba decidió hablar.

—¿Me ibas a regañar?

—Claro que no, sería muy hipócrita de mi parte decirte que no te drogues. Saben a mota -dice mientras mira el empaque-.

—Me las vendió un dealer, están deliciosas.

—¿Cómo las pagaste? -alza una ceja-.

—Me follo -ríe- buen pito por cierto.

Lo mira en silencio algunos segundos para después suspirar —Quizas deberías dejarlo un poco.

—¿Porque debería? Así no siento nada, nada de nada, a veces se me olvida lo que pasa.

—Pense que no querías ser tratado como un objeto.

Rueda los ojos —Deja el tema.

—Ya no me siento tan atraído hacia tí.

Frunce el seño y lo mira —¿De que hablas?

—No me lo tomes a mal, aún siento algo por tí, pero no es tan asfixiante como antes, ya no es como si me sintiera obligado, ahora es bastante... real, después de todo has estado más conectado a tu lado incubo.

—Significa que ya no atraería a los demás hijos -hace una mueca- pero a estas alturas ya no me preocupa, después de todo tu lo dijiste, difícilmente nos encontraríamos entre si, la mayoría están en Los Santos.

—Bueno, es que...

—Hunter -aprieta los puños- ¿Que pasa?

—¿Cómo te explico? -se rasca la cabeza- creo que será imposible que escapes de ellos, no entiendo porque, debí decírtelo antes.

—¿Antes? ¿Desde hace cuánto que lo sabes? -pero al no recibir respuesta aprieta los dientes y se levanta- no quiero volver a verte Nick Hunter.

Trono los dedos y desapareció de la vista de H, este se sintió mal, ya no sentía su presencia, su aroma embriagante que lo atraía como abeja al azúcar, trono sus dedos intentando que pasase algo, pero nada, él muy a diferencia de Toni no tenía esa habilidad de transportación, tampoco tenía alas, no sabía cómo ir hasta él, talvez si intentaba soñar con él pero... no quería hacerle eso.

Festín [Tonibowl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora