Cariño

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Pasaron algunos días de tranquilidad, hasta que Avaricia hizo acto de presencia en la casa de Soberbia, una visita que no quería tener, porque sabía lo que significaba.

—¿Los localizaste? -se apresuró a preguntar Conway-.

—No, neno, es muy raro, como si no existieran, ni siquiera se dónde está mi hijo, es como si se lo hubiera tragado la tierra, solo pude localizar al hijo de Pereza.

Alza una ceja —¿Dónde está?

—En Toronto, ayer estaba en España pero tomo un vuelo a Canadá.

—Maldito Toni -susurra y se aclara la garganta-. Talvez no buscaste bien, posiblemente los pasaste por alto, debes estar cansado mentalmente.

—No puedo mentirte, es verdad, tengo un mal presentimiento.

—¿De que tipo?

—No lo se, pero... algo pasará, hace unos días juro que sentí presencias divinas, pero desaparecieron muy rápido, talvez... solo talvez algún ángel fue desterrado y eso fue lo que sentí.

—Talvez... o algún ángel quiso ver qué todo estuviera en orden o algún ángel guardián haciendo acto de presencia.

—El angel guardián suena muy coherente, debe ser eso -suspira- supongo que estoy muy paranoico por tres de nuestros hijos en ese bar, mi locura ya está pasando factura. Lamento molestarte desde un principio, supongo que fue una perdida de tiempo.

—No te preocupes por eso, aquí estaré si necesitas algo.

Freddy se fue dejándolo "solo" , en eso Toni cayó del closet, todos los trajes del mayor no le dejaban mucho espacio y termino por ser empujado por estás.

—¿Porque tienes tantos malditos trajes? Literalmente puedes vestirte como quieras cuando quieras -se quejo el rubio-.

—Porque me gustan los trajes, cierra el pico.

—¿También Barbie? -le extiende una muñeca-.

—Dame eso -se lo quita- es mi objeto más presiado.

—Que desilusión, pensé que yo era tu objeto más presiado.

—No eres un objeto, gilipollas.

—A veces se me olvida.

Conway lo miro, dejo la muñeca a un lado y ayudo al otro a levantarse, después lo abraza, ese acto le extraño a Toni no sabía cómo reaccionar.

—Eres al demonio que más aprecio Toni.

—No seas ñoño Conway.

—Eres importante y vales mucho, que no se te olvide.

Ríe —¿Y ahora que te pico? Conway, no valgo mucho, en realidad puede que no valga nada, lo se porque soy hijo de la Lujuria.

—Eso no tiene nada que ver -lo toma de las mejillas- para mí eres muy importante.

—Conway... ¿Que te pasa? No eres así...

Unio sus labios con los del menor, este le siguió el beso pero no era como otros, era profundo, lento, sin dobles intenciones, era como... el de una serie, una novela, un sueño imposible, era único. Al separarse se vieron directamente a los ojos, los ojos de ambos brillaban como si tuvieran a lo más importante frente a ellos.

—¿Que sucede? -volvio a preguntar-.

—No se -le acaricia el cabello- no lo entiendo, pensé que era obra tuya.

—No he hecho nada en tí, no es cosa mía.

—¿Entonces que es?

Toni unio su frente con la contraria, utilizo el poder de la Gula para identificar el problema en Conway, para su sorpresa la Barbie si era el objeto más presiado del mayor, pero había algo más ahí, algo que comenzaba a formar parte de los deseos de ese demonio, pero no deseos pecaminosos, si no, todo lo contrario. Conway lo quería.

—Conway... eres... un pecado capital, no puedes... no deberías... no de mí... -retrocede-.

—Toni, no es algo que... yo me hubiera esperado, no entiendo cómo paso.

Desvía la mirada —Te quitaré esa idea de la cabeza.

—No me hagas eso, realmente te amo y si no quieres corresponder no tienes que hacerme algo así.

—Los Pecados no se pueden enamorar, hay consecuencias, lo se.

—Toni...

Lo mira a los ojos —No me amas... y olvidarás que en algún momento lo hiciste.

Conway ni siquiera pudo reaccionar a tiempo, solo paso, de un segundo a otro todo era confusión, tenía enfrente a Toni y no recordaba porque, el maldito mocoso otra vez estaba jugando con él, lo último que recordaba era estar con Freddy.

—Si Avaricia vuelve... -hablo Toni con la voz algo rota- también dile que tienes un mal presentimiento, ya... ya debo irme.

—¿Quieres llorar? -lo mira extrañado-.

—Me... ha entrado polvo a los ojos, soy... algo... alérgico al polvo -snif- hasta luego.

Se transportó a su departamento, justo estaba Horacio mirando la televisión, pero al ver la expresión en el rostro de su amigo apagó la tele, se le veía afectado.

—¿Estás bien, Toni?

—No -se sienta a su lado- no lo sé, me arden mucho los ojos, no se que me pasa -varias lágrimas se le escapan y estira su cabello- siento... siento que no puedo respirar -snif- y... no sé porque estoy llorando -intenta frenar sus lágrimas con sus manos pero parece imposible-.

—Toni -le toma las manos- está bien llorar, pero dime qué a pasado, no puedo ayudarte si no hablas con claridad.

—Los pecados no pueden enamorarse, es incorrecto, pueden pasar cosas muy malas.

Frunce el seño —Lo dice el demonio que tiene a dos ángeles viviendo en El Pueblo. Escucha, no entiendo, nada te a detenido hasta ahora para cometer actos... cuestionables, me dijiste que tienes a un mandamiento secuestrado, que hiciste que los mandamientos se matarán entre ellos, incluso das órdenes a nosotros, no entiendo que te detiene ahora. Dime la verdad ¿A qué le tienes miedo? ¿Al amor?

—Horacio, desde mi nacimiento solo me han querido por mi dinero, por el prestigio o por mi cuerpo, jamás nadie me a querido para algo serio, nadie me a amado nunca, yo... crei que si me enfocaba en los placeres de que... me follen, pues... me olvidaría de ello, pero... no es posible, ya no solo pienso en el sexo, si no, en más allá de eso, con todos ustedes en realidad, pero... es imposible.

—Es bastante posible, supongo que tú mejor que nadie sabes que es el poliamor y la polisexualidad, pero entiendo que ese no es tu problema, si no... que sientes que nuestros sentimientos no son reales y solo te querríamos por algo carnal. Toni nunca te he tocado, pero mis sentimientos por ti son reales, lo se y lo sabes, no todos somos unos degenerados, siempre hay algo de luz en la oscuridad ¿No? -lo ve asentir- Por cierto ¿Que pecado? Eso es... más impresionante, nunca mencionaste conocer a un pecado capital.

—Es... Soberbia.

Se escuchó algo romperse ambos voltearon hacia el sonido viendo agua en el suelo junto a pedazos de vidrio y junto a ellos unos pies, alzaron la mirada viendo a Gustabo shockeado ¿Cómo no lo estaría? Después de todo el es hijo de la Soberbia.

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¿Que dirá Gustabo ante lo recién revelado?

¿Que pasará con Conway después de haber removido uno de sus deseos de su mente?

¿Toni entrara en razón o seguirá huyendo de la verdad?

Festín [Tonibowl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora