Cambios

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—¿Enserio?

—Solo estando drogado no me doy cuánta de lo que me hacen.

—¿Y que? ¿No dices nada?

—No puedo evitarlo, se ponen agresivos -suspira- normalmente alguien como yo debería tener la facilidad de rechazar a esos sujetos con tan solo decirlo, pero yo no hago eso, prefiero no llamar la atención de nadie, pasa todo lo contrario porque no sigo mi naturaleza.

—Tch -niega con la cabeza- es asqueroso lo que dices. Puedo protegerte.

—¿Porque lo harías?

—Porque algo así es lo que le sucede a mi hermano, y lo que te pasa es monstruoso. Los pecados no interfieren entre nosotros, es por eso que al estar cerca tuyo no soy alguien dominante, y por eso no me atraes como a esos incompetentes, pero puedo ayudarte con terceros, justo como lo hice hace rato ahuyentando a ese degenerado.

Hace una mueca pensativa —No lo se hace poco me fui con alguien que me prometió casi lo mismo y... no le hablo, por eso es que estaba en el bar, no sé si sea conveniente.

—No es obligatorio, puedes irte cuando quieras, te llevarás muy bien con mi hermano, lo se.

—Esta bien, pero... solo un par de días.

—Pues vamos, no es muy lejos de aquí.

Ambos caminaron un rato hasta unos departamentos de aspecto deplorable, Toni frunció el seño ¿Ahí vivía ese chico? Pero... no tenía sentido, volteo a ver al contrario como si buscará una respuesta.

—A mi hermano no le gusta que haga ese tipo de cosas, intento no hacerlo por él.

—Entiendo...

Entraron a la habitación, era tan pequeño que solo había una cama, una televisión y un refrigerador, trago saliva nervioso, eso era inhumano.

—Esto no es justo... -dijo mirando el pequeño cuarto-.

—A diferencia tuya, el hecho de que no use tanto mi habilidad me deja en este tipo de situación, no, no significa que tenga que dominar a todo el mundo para obtener lo que quiero, pero...

—Lo entiendo, no hace falta que te expliques.

—Lo hago por él...

En ese momento la puerta es abierta dejando ver a un chico de cresta color azul, al momento de que intercambio miradas con el rubio sonrió y corrió hasta él abrazándolo, al instante fue correspondido.

—Crei que estabas de viaje -dijo el de cresta-.

—Acabo de volver, es bueno verte Horacio.

—¿Ya se conocían? -pregunto Gus sorprendido-.

—Si, lo conocí en el centro, después nos vimos una vez y al final solo nos mandamos mensajes porque se había ido a México... creo.

—Si... -se rasca la cabeza nervioso- pero aquí estoy de nuevo.

—No es por ser grosero, pero ¿Que haces aquí?

—Me afreci a protegerlo -dijo Gustabo desviando la mirada-.

—¿Tu? ¿Ofreciéndote? ¿Sin que te lo pidan?

—Callate -le da un empujoncito- tan imprudente como siempre.

Toni sonríe y mira al rededor —No necesitan de esto, tomen sus cosas, vendrán a mi departamento.

—¿Que? -preguntraron a la vez asombrados-

—¡Vamos!

—Toni, no seguir mi pecado me deja en estas condiciones, eso significa que tendrás el mismo destino -volvio a decir Gustabo advirtiéndole que era mala idea-.

—Pero no seguir el mío hace que todos me cojan, sigo recibiendo dinero -se encoge de hombros, tengo la pasta suficiente para vivir, así que deja de quejarte y vámonos.

—¿Pecado? -Horacio se queda mirando a Toni anonadado- ¿Eres hijo de un pecado?

Baja la mirada —Si ¿Tú no?

Gustabo toce llamando la atención de ambos —Dejemos este lugar, ya tendremos tiempo de hablar.

El trío en unos minutos llegaron al pequeño departamento del rubio, no era muy grande, pero era mucho mejor que el cuarto en el que estaban.

—En el refrigerador hay comida, tengo cable en la televisión y... mmm creo que es todo.

—Toni -el nombrado miro al de cresta teñida- ¿Cuál es tu pecado?

—Mi pecado fue confiar en que mi madre me amaba, ese es mi pecado -da media vuelta- buenas noches.

—No fue la mejor forma de preguntarlo -le dijo Gustabo haciendo una seña de que se acostara-.

—¿De que hablas? -se acuesta en el sillón-.

—Estos pecados los tenemos por culpa de nuestras madres, no porque el pecado capital haya elegido a una mujer al azar para engendrar -le tapa con una cobija- son pactos, pero ellos no eligen a cualquiera que lo pida, si no, solo a mujeres deleznables -suspira- o hombres, no se, desconozco si ellos son solo hombres, mujeres o... talvez ni siquiera tienen género.

—Pero... cada pecado elige a una persona que haya cometido o tenido alguna vinculación con ese pecado ¿No?

Desvía la mirada pensativo —Ssssi... es eso, pero es difícil saber si tu madre o padre cometió esos pecados, normalmente abandonan a este tipo de prole, por lo que es prácticamente imposible saber.

—Y tu ¿Lo sabes?

Se estira un poco el cabello —Mi madre era... impredecible, no sé si lo que te diga pueda ser verdad, es incierto, son recuerdos muy lejanos.

—Si fueras mi hermano de sangre habrías tenido una madre fabulosa.

Frunce ligeramente el seño —¿A qué te refieres?

—Mi madre era muy dulce conmigo, me amaba mucho, me consentía, me cantaba y contaba cuentos al dormir, aún puedo recordarlo como si hubiera sido hace nada -suspira- la extraño mucho.

—Nunca lo has mencionado y no quiero incomodarte pero... ¿Que le paso?

Suspira —La encontraron muerta en un rio, dijeron que fue un suicidio pero... no es verdad, yo sé que no, ella era muy feliz y no me iba a dejar solito, ella... me dijo que volvería rápido, que no tardaba, solo iría a un mandado pero... cuando se tardó más de lo que esperaba avise a los vecinos, y la encontraron en la orilla, sin signos de lucha -un par de lágrimas escapan de sus ojos- aún me sigo preguntando porque no volvió, si... realmente quiso acabar con todo o... si me la arrebataron injustamente.

—Lo lamento mucho Horacio -le lempia las lágrimas- no debí preguntar.

—La extraño.

—Lo se, estás en tu derecho de hacerlo, suena a qué fue una madre fantástica.

Asiente —Bastante, pero me duele ya no poder recordar su voz.

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¿Porque las madres abandonan a los hijos de los pecados?

¿Que hay detrás de la muerte de la madre de Horacio?

Festín [Tonibowl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora