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Por mucho tiempo tuvo miedo. Aunque Liam fuera de linaje puro, al igual que él, ser así le traía desconfianza.

Un Omega de linaje puro era un problema para cualquiera, su olor era demasiado fuerte en tiempos de celo, y podía traer a tantos cachorros al mundo que perderías la cuenta, los Omegas así, eran considerados una fuerte atracción de problemas, otros los utilizaban para formar manadas grandes. Golpeados, torturados y asesinados. Era suerte la que tenía por no pasar eso.

Ocultó parte de su olor con supresores desde que tenía memoria, al ser su aroma muy fuerte no se podía ocultar todo así que dejaba a la luz parte de él.

Mordió su labio nervioso mientras esperaba a su novio sentado en una banca afuera de la escuela. Pronto la sonrisa de Liam se dejó ver entre toda la orda de estudiantes. Este le dio un tierno beso en la mejilla y se sentó a su lado.

—Quiero hablar contigo, Alfa —el mencionado pareció palidecer y el lobo del Omega aulló al sentir a su Alfa preocupado.

Aún si no estaban enlazados podían sentir lo del otro por ser predestinados.

—¿Terminarás conmigo? —preguntó mirando el suelo.

—¿Enserio estás pensando eso? —posó su delgada mano en el hombro del castaño—. Te amo y eso no cambiará, solo quiero hablarte de algo por que no pienso ocultarlo más. Como pareja predestinada debemos mantener la confianza si planeamos formar una familia —Liam lo miró sonriendo levemente.

<<¡Nuestro Omega quiere formar una manada en el futuro!>> LP aulló contento.

—Entonces cuéntame, bebé —su cuerpo pareció titiritear.

Vio a todos lados, y cuando se percató de que eran los únicos en el patio por fin habló.

—Te oculté esto por miedo, no porque no confiara en ti —tomó la mano del más alto—. Sé que puede parecer algo tonto ya que tú también posees esto pero los Omegas son tratados mal cuando son como yo y tenía miedo, mucho —tragó saliva— Soy un Omega de linaje puro, Liam —la boca del Alfa se abrió sorprendido.

<<Por eso habíamos sentido mucho su aroma>>

Su lobo le habló.

<<¡Tendremos una manada enorme!>>

Rió al sentir como el animal de pelaje castaño oscuro corría revolcándose, mostrando la pancita.

—Omega, te amo —una lágrima se derramó por su mejilla, el peliazul le imitó.

❤️🐺🐺💛

El Omega juraba que ese día no era para él. Primero le contó lo que tanto ocultó al que dentro de un futuro sería su Alfa, y ahora estaba camino a la casa de este para conocer a su familia. ¡Podía sentir su corazón latir veloz!

El ahora rubio le tomó de la mano al verlo tan nervioso. Sí, su alfa se había pintado el cabello y se veía más que perfecto.

—Sólo es una cena, cariño. Mis padres son muy cariñosos y alegres, te reirás como nunca —asintió sonriendo.

Queriendo distraerse se acercó más a su pareja para acariciar su corto cabello. No le había tomado mucha importancia a su nuevo color por los nervios de la mañana. Las hebras rubias se colaban por sus largos y delgados dedos, quedando de nuevo en su lugar.

—Me despeinarás —Zayn rió.

—¿Dejarás crecer otra vez tu cabello, Alfa? —Liam asintió a la pregunta.

—El año pasado no le dejé crecer mucho y me arrepiento —un mojin apareció en sus labios—. Aunque sé que me lo tendré que cuidar más y eso me da pereza —los dos pararon frente a la estación, esperando por el próximo camión que los dejaría cerca de la casa.

El peliazul miró su muñeca, 20 minutos para que llegara el transporte, le daba tiempo.

—Iré a darme un retoque en el baño. No pienso llegar mal a tu casa —soltó la mano del Alfa para ir al local frente a ellos.

Un chica se acercó a él cuando vio al Omega salir de su vista. Acomodó su falda y desabrochó los tres primeros botones de su camisa.

—Ey, Alfita —el lobo del rubio gruñó al ser llamado así por alguien que no era su Omega.

—Buenas —respondió amable.

La Alfa se pegó a su brazo, friccionando sus pechos con este. Liam se soltó de ella, haciéndose a un lado.

—¿Ese es tu Omega? —el rubio no respondió y la chica cruzó sus brazos molesta—. No tienes aroma impregnado en ti, ¿Aún no lo marcas? —rió— Eso es bueno. Podemos divertirnos por un buen tiempo sin que ese idiota se entere —los ojos del Alfa brillaron en rojo.

Mordió su labio tratando de contener al animal agresivo que quería salir a devorar a la chica que insultó a su novio. Falló.

Apartate de mi, apestosa Alfa —la castaña se alejó de él temerosa—. Que no lo haya marcado no significa que yo no tenga dueño —las personas a su alrededor salieron corriendo.

Si todos sabían algo, era que un Alfa de alto rango no era bueno estando enojado. Más aún si habías insultado a su pareja. Maya juntó valor y dio un pasó con el pecho inflado pero las piernas temblando.

—Un Omega no puede ser dueño de un Alfa, menos de uno de linaje puro. Tú serias dueño de él —Zayn corrió al ver el espectáculo, sabía de lo que era capaz su novio—. Soy una Alfa, te convengo. Te daré cachorros puros, no como ese, él te dará unos inservibles —Liam se abalanzó a la chica en su forma de lobo y no tardó para que esta hiciera lo mismo.

—Ya —el Omega se atravesó en su camino, evitando la mordida que sería clavada en la garganta de la loba. —Déjala —se arrodilló frente a él, acariciando su cabeza y orejas.

El lobo gruñó antes de comenzar a caminar y dejar a una Alfa con los pelos de punta.

Zayn siguió al Alfa por detrás.

Alfa Protector |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora