Alfa Protector |Ziam|

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Lamió sus labios nervioso y acomodó su chaqueta de cuero, su camisa, y quitó cualquier rastro de polvo en sus pantalones ajustados. Estaba temblando. Revolvió su cabello húmedo debido al baño que se había dado anteriormente, y tocó la puerta de madera frente a él.

Deseó que Zayn estuviera a su lado, pero tanto le odiaba la vida que no era así. Su Omega no había podido acompañarlo a casa como le había prometido anteriormente, así que tuvo que ir solo a darse un baño rápido y caminar hasta la casa del chico para conocer a su padre.

La puerta chilló al ser abierta y un hombre alto, de cabello largo y aura superior, lo recibió con una sonrisa igual a la de su novio. El hombre corrió a él para otorgarle un gran abrazó y rodear su cara con sus grandes manos, apretando las esponjosas y tiernas mejillas del Alfa menor.

-¡Pero que Alfa tan lindo tiene mi cachorro!

Un color carmín se apoderó de sus mofletes y sonrió apenado. Zayn llegó a ellos con un lindo conjunto que consistía en shorts de rayas azules y blancas acompañado de una camisa blanca que dejaba sus hombros al descubierto y se ajustaba a su cintura, su abdomen plano acaramelado se asomaba. Su cabello estaba peinado con una diadema de flores aromáticas. ¡Era tan lindo!

Cerró su boca cuando sintió un hilo de saliva a punto de salir. Zayn era el hijo de Afrodita, estaba seguro.

Yaser rió bajito al ver la mirada embobada del Alfa y como broma cedió un golpe leve a la cabeza de éste.

-¡Vayamos a comer que se nos enfría la deliciosa comida que hice con amor!

Los chicos asintieron y esperaron a que el mayor se adentrara a la casa para poder darse un beso.

-Te ves hermoso, Zaynie. No puedo creer que alguien tan lindo como tú se pudiera fijar en un idiota como yo.

El Omega apretó sus labios en protesta e imitó la acción de su padre, solo que esta vez en la frente.

-¡Auch!

Sobó la parte golpeada y miró al peliazul con un puchero.

-No me mires así, no debiste decir eso, Oso. Te amo, los dos valemos lo mismo, y si estamos juntos es porque la vida así lo quiso. Mejor entremos antes de que papá nos reclame.

Asintió y entró al hogar cerrando la puerta detrás de él y pasó a sentarse en la mesa amplia que tenía comida exquisita a la vista.

-Y... Liam, ¿Qué tal el lazo?

Arqueó su ceja llevando un trozo de carne a su boca y saborearlo.

-De maravilla, señor Malik. Zayn es una persona increíble, no puedo creer que tenga en mi vida a alguien tan bello como él, que se haya fijado y enamorado de mi. El lazo a veces es difícil pues vivimos separados y nuestros lobos nos piden estar siempre cerca, pero fuera de eso, es especial.

El corazón de Zayn se estrujó y soportó las ganas de llorar por las palabras de su novio.

-¿Esa es una indirecta para decirme que te quieres llevar a mi hijo de la casa?

Una sonrisa traviesa apareció en su cara y levantó sus cejas mientras juntaba sus manos sobre la mesa esperando su repuesta. Liam tosió aturdido a la pregunta.

-Bu-bueno... Yo... No he hablado de eso con Zee, pero quisiera llevarlo conmigo a un departamento cuando terminemos la universidad -respondió- De igual forma, tengo que hablarlo primero con mi Omega para saber su opinión y tratar más ese tema.

Dio un sorbo a su bebida, limpiando las manchas que quedaron en sus labios. Yaser sonrió complacido y Zayn imitó su acción.

❤️🐺🐺💛

Sonrió divertido al ver a Zayn correr atrás de Scooby, como todo un niño pequeño.

Se encontraba sentado en una banca del patio trasero con un vaso de limonada y un plato con frituras mientras veía a su novio reír fuerte. Yaser estaba a su lado, observando la gran sonrisa enamorada que habitaba en la cara del Alfa menor. Sabía que Liam era el chico que su hijo necesitaba y viceversa. Una linda pareja que se apoyaba en todo momento.

-Cuidalo mucho, por favor.

El mayor rompió el silencio entre ellos, dando un trago a su limonada, viendo como la pareja de su hijo lo miraba asistiendo.

-Lo cuidaré, lo amo y no me perdonaré si algo le pasa -lamió sus labios tragando el nudo que comenzaba a formarse- Señor Malik, de verdad amo a su hijo y estoy feliz de que él también me ame, de haberme unido a él de por vida. Daré lo mejor de mí, lo prometo.

Sus ojos brillaron humedecidos. No sabía porque quería llorar ante esa confesión pero no le avergonzaba. El amor que sentía por el chico de cabellos azules era tan inmenso que no podía describirlo. Su corazón latía tan rápido al verlo sonreír, jugar y reír de alegría, se llenaba de un amor difícil de explicar por tantas emociones que sentía al mismo tiempo, era abrumador pero tan hermoso que le gustaba sentir eso. Amaba agarrar su mano en las caminatas que daban a casa bajo el cálido sol que los cubría con cariño, amaba hacerlo sonrojar con palabras y muestras de cariño, amaba esos ojitos ámbar que reflejaban el universo bañado en estrellas brillantes, con ese hermoso tacto de hermosura que le hacía único, amaba todo de Zayn que le daba miedo no tenerlo a su lado dándole cariñitos y diciéndole lo lindo que se veía actuando rudo ante otros. Quería bajarle la luna, las estrellas, la galaxia y el mundo entero con tal de verlo feliz. Porque era su bebé que brincaba por todo. Tan tierno, hermoso, bonito, tan etéreo.

Amaba a su lindo Omega que hacía temblar su cuerpo con solo un te amo.