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—¡Malditasea, Liam. No! —Louis tocó el puente de su nariz frustrado al ver que su hermano no comprendía las palabras.

—Es que no entiendo, Lou —puchereo como un niño pequeño.

—Quién te viera en la escuela haciendo temer a todos pero en la casa eres un completo berrinchudo —esta vez habló uno de los mellizos, Ed.

—Pues no tendría por qué hacer berrinche si me explicaran bien las cosas —respondió ofendido.

Niall intervino antes de que la pelea empeorara.

—No es difícil, mira, no veo este afán de ayudarte en esto, sabes lo necesario —se levantó de la cama, quedando frente a ellos— Sabrás que hacer cuando llegue el momento. Sólo depende de ustedes, de cómo querrán que vayan las cosas

Louis asintió dándole la razón.

—Sólo confía —agregó el pelirrojo.

❤️🐺🐺💛

—¿Y Zayn? —el rizado volteó a ver al rubio.

—Creí que estaba contigo —respondió confundido.

Había visto a su mejor amigo salir corriendo del salón sin dar explicaciones, su pensar fue que estaba muy emocionado de ver al Alfa que lo traía loco desde hace mucho.

Pareció pensarlo, viendo fijamente a la cara del Alfa que lo tenía abrazado de su delgada cintura. Él lo miro con la ceja alzada.

—¿Tengo algo en la cara? —Harry negó.

—Estoy pensando en donde puede estar Zaynie —contestó. Louis frunció su ceño.

—¿Y si está en el baño?

Liam asintió caminando dispuesto a ir por él.

❤️🐺🐺💛

Su frente estaba mojada debido a las frías gotas de sudor que resbalaban por ella. De su vientre provenían punzadas dolorosas y su olor comenzó a expandirse por todo el baño que estaba cerrado con seguro para prevenir.

Como pudo, buscó desesperado las patillas para su celo, tiró todo al suelo con la esperanza de encontrarla, de su mochila salieron bolas de papel, envolturas, libretas, lápices y snacks, ninguna señal de lo que esperaba. Jadeó asustado. Si no hallaba eso su olor comenzaría a esparcirse por todo el campo universitario, llamando a todos los Alfas que estaban en él.

Lloró, lloró tanto que sus ojos dolieron. Pensaba lo peor, no quería ser tocado por otro estúpido Alfa que solo seguiría los malditos instintos de su lobo guiado por el poderoso aroma del Omega.

Quería a su Alfa con él.

Los toques en su puerta lo hicieron temblar de miedo.

—Omega. Soy yo —se levantó del suelo y abrió la puerta.

Abrazó al más alto esperando protección. El aroma llegó a Liam y gruñó al ver a un Alfa castaño pasar por el mismo pasillo. Él se alejó con miedo, huyendo del lugar.

—Te llevaré a casa —el peliazul negó.

—Quiero estar contigo, quiero tu marca.

—¿Estás seguro? —carraspeó desviando la mirada— Digo, estamos en la Universidad, no hemos acabado nuestra carrera y... —fue interrumpido por el Omega.

Su panza punzó y su lobo no pudo evitar salir a dar la cara. Sus ojos acaramelados dejaron de serlo para pasar a un color azul brillantes, tan encantadores y llenos de vida, con las pupilas dilatadas y soltando susurros para llamar a su Alfa.

—Alfa

Liam tragó grueso. Cargó al Omega, tomándolo de los muslos, Zayn hundió su cara en su cuello para calmarse con el ponte olor a Naranja junto con la tierra húmeda. Le tranquilizaba sus dolores en el abdomen.

Su pareja no sabía qué hacer. Claro que quería estar con él, quería ayudarle a calmar su dolor, formar su lazo y marcarle para sentirse más tranquilo de que nadie se fijaría en él, y no es que no le tuviera confianza a Zayn, solo que tenía miedo de que otro Alfa lo mirara con malas intenciones, teniendo su marca sabrían que meterse con el Omega sería muy grave. Aún después de querer con todas sus ganas eso, también tenía miedo recorriendo su ser, ¿Y si lo lastimaba en el proceso?

No quería lastimarlo, no era un experto y temía hacerle algo mal. También tenía miedo de al anudarlo dejarlo en cinta, después de todo, Zayn era un Omega de sangre pura, capaz de tener a cuántos cachorros quisiera, y aunque quería una manada, eran muy jóvenes apenas.

¿Qué debía hacer ahora?

Dejó sus pensamientos a un lado cuando sintió al Omega moverse en sus brazos.

—Espera, Zaynie.

Tomó su celular como pudo, ya que tenía al peliazul encima de él. Sin esperar más, decidió llamar al amigo de su pareja.

¿Ajá? —la voz dulce contestó.

—Necesito el número del padre de Zayn —un gemido ahogado por parte del Omega hizo que el contrario no preguntara por qué.

¿No piensas ayudarlo? —Harry preguntó.

—No sin antes preguntarle a su padre.

El Omega detrás del celular bufó.

Ya te lo paso —colgó luego de eso y a los pocos segundos el número del Alfa llegó por mensaje.

Debía hacerlo ya antes de perder el control y hacer algo que no. Zayn al darse cuenta de lo que haría, comenzó a moverse para evitar su acto, el celular estuvo a punto de caer, pero los buenos reflejos del rubio lo evitaron.

—No lo lograras, Omega —rió con burla y la llamada al mayor sonó.

¿Aló?, ¿Quién habla? —el rubio suspiró aliviado al escucharlo.

—Mucho gusto... Mmh, señor Malik —respiró antes de seguir— Soy Liam Payne, la pareja de su hijo —el Alfa contestó con un sonido ahogado.

¿Esta llamada se debe a algo?

Sus palabras quedaron en su garganta al escuchar al Omega jadear y gemir con fervor. Entró al baño antes de que alguien más lo escuchara, de tan sólo pensar en eso, hacía a su lobo gruñir celoso.

Oh, Zaynie entró en celo, ¿no?

—Sí... Yo-

El mayor comprendió todo, interrumpió antes de que el Alfa menor contestara algo más.

Si tu llamada es para pedir permiso de ayudarlo, no debiste. Los dos son lo suficientemente grandes para saber lo que hacen. Confío en ti, Liam. Eres el Alfa de mi bebé después de todo. Por cierto, la casa está sola.

El pitido del celular le hizo confirmar que la llamada había acabado. Suspiró y le sonrió al Omega que seguía gimiendo adolorido.

Ese día, Alfa y Omega se unieron como uno solo, entregando su alma al otro y amándose en todo momento. Porque ellos estaban destinados desde siempre, porque Zayn Malik y Liam Payne se amaban desde que el primer latido de su corazón se escuchó.

Alfa Protector |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora