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—¡Nos vemos en la fiesta!

Con una gran sonrisa despidió a todos los alumnos que ya habían acabado sus labores de decoración.

Suspiró arrepentido de aceptar el pedido que su dulce maestra de historia le había dado; cerrar el instituto al haberse ido todos. Ese día no estaba de ánimos, sin embargo no pudo negarse ante su maestra al verla tan apurada y estresada.

Acomodó las telas que habían sobrado y procedió a cerrar el salón para luego salir y asegurar la puerta principal. El conserje se encargaría de colocar el candado al portón.

El patio delantero estaba tan solitario que le dio miedo, faltaban unos pocos metros para salir del campo y dirigirse hasta su casa.

Su sonrisa seguiría en el rostro si no fuera por el chico que intervino en su camino.

—Ey, precioso

Con solo la voz bastaba para fastidiarlo más de lo que ya estaba. Arrugó su nariz para demostrar el disgusto pero eso solo hizo reír al contrario.

—¿Qué quieres? —respondió.

Una mano se posó en su cintura y pronto fue acercado al cuerpo ajeno que le generaba incomodidad. Golpeó el pecho con fuerza más solo obtuvo presión. Aguantó las mil y una groserías que querían salir de su boca.

—No seas mojigato, Zayn. Solo divirtámonos un rato tú y yo solos.

Su cuerpo comenzó a ser manoseado por las grandes manos de Jack, Zayn chilló alzando su rodilla para golpearlo en sus partes nobles. El chico jadeó adolorido y cayó de rodillas, esa fue su oportunidad para correr y alejarse de él.

Todo eso ya le estaba cansando.

Salió del plantel despidiéndose apenas del portero con una leve reverencia.

Debía apurarse antes de que él volviera y ahora si lo lamentara.

Dobló a la izquierda en un callejón angosto, ya más cerca de su casa. Sintió alivio al ver esa casita a lo lejos, pero eso no duró tanto al sentir un fuerte jalón en su cabello.

—Pero miren que tenemos aquí, la zorrita de Payne.

El grupito rió y Jack también.

—Hicieron bien en detenerlo, este idiota me dio en los huevos.

Una lágrima resbaló por su mejilla, eso acabaría mal, muy mal. Él solo quería a su Alfa abrazándolo.

—Ba-basta, Jack, detente

Ante su suplica lo único que recibió fue un fuerte golpe en el rostro, el primero de muchos, uno que lo hizo caer al suelo húmedo de aquel callejón viejo. Miró un punto fijo, pensando en lo largo que sería la noche, pero el aullido de su Omega lo sacó de sus pensamientos.

<<Proteger. Cachorro. Abdomen>>

Como si de una orden se tratara, se abrazó a si mismo colocando sus dos brazos para proteger su vientre, en donde el fruto de su amor habitaba.

Las patadas empezaron y las risas no faltaron, todos burlándose de lo miserable que era y recordándole que no era más que un culo para los Alfas cachondos. Jack lo levantó de un solo tirón y lo empujó contra la pared mientras abría la bragueta de su cinturón.

Zayn negó rápidamente y abrió sus ojos a más no poder. Empujó el pecho fornido del hombre que intentaba abusar de él.

—A él no, a él no, Jack. No lo lastimes a él.

Lágrima tras lágrima bajaba por su rostro convirtiéndolo en una cascada sonrojada. Negando ante el sólo pensamiento de su bebé lastimado.

El Alfa gruñó sin entender. ZM lo imitó, sorprendiendo a todos los Alfas presentes, quienes bajaron sumisos la cabeza sin poder evitarlo. El lobo estaba harto de ver al humano no poder defenderse, ¿qué les había hecho esa cosita de ternura de cabellos azules? Nada. Solo estaban cegados por los celos de no tener a un Omega tan bello como lo era Zayn.

Alfa Protector |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora