Ochaco entró a su casa mordiéndose el labio inferior, sea lo que sea que había empezado con Katsuki le hacía feliz.
-Rei mira a tu hija- exclamó su padre desde uno de los sillones. SU madre salió de la cocina preocupada
-¿Qué ah pasado?
-Que soy feliz, que los quiero y que amo vivir- confesó con la mirada perdida. Sus padres la veían confundidos.
-La perdimos...-murmuró Enji.
-Dios amor ¿Qué te sucede?- preguntó su madre tocándole la frente, esta negó y luego se dirigió a las escaleras.
-Yo sé que le pasa...pero creo que aún no estoy preparado para esto...-suspiró
*****
Un día después el rubio estaba tratando de concentrarse en su trabajo y no en Ochaco. No dejaba de pensar y preguntarse ¿Qué había hecho? Pero tampoco podía negar que anhelaba algo con ella.
-¿Qué sucede hermanito?-preguntó Izuku que estaba sentado en el sofá de la oficina- Te noto raro ¿Qué pasó con la chica?
Katsuki lo miró de reojo, quería contarle a su hermano pero había tomado la decisión de dejar a la familia fuera de esto. Él y Ochaco solo se conocerían mejor, ambos esperarían a que se diera algo más que una amistad.
-Nada fuera de lo normal, le di su celular y ella me dio el mío. Fin de la historia- respondió restándole importancia.
-¿Por qué será que no te creo nada? No sabes mentir Kacchan, cuéntame, somos hermanos.
-Aunque fueras mi padre no te contaría nada- dijo el mayor concentrándose en su computadora- ahora salte de mi oficina, estoy ocupado.
Izuku río levantándose del sofá dispuesto a irse.
-Espero que lo que escondas sea bueno, quiero una cuñada y tal vez otro sobrino-comentó antes de cerrar la puerta.
El rubio sonrió recordando la alegría que sintió el día que Kai nació; por su puesto que le encantaría volver a sentir esa alegría, pero era demasiado pronto para pensar en eso. Sacó su teléfono buscando el número de la castaña en su lista de favoritos-era la única en el lugar- presionó el botón de llamada a la espera de su respuesta.
-¡Katsuki!...Hola ¿Qué sucede?
-Hola ¿Quería saber si te gustaría comer conmigo ¿Estás ocupada?- hablo dejando aún lado el trabajo concentrándose en la castaña.
-No, hoy tuve día libre y claro que me gustaría comer contigo ¿Dónde te veo?
-Mejor dime dónde estás, pasaré por ti.
-Si eso quieres esta bien- suspiró empezando a dictarle la dirección.
****
Conducía despacio mirando a todos lados, estaba en el lugar que Ochaco le había indicado; el barrio era seguro y bonito, los niños corrían por las calles, habían niños en el parque, Ochaco le había dicho que ahí estaba pero él no la veía.
Bajó del auto y activó la alarma antes de empezar a caminar había el parque. Tomó asiento en una de las bancas observando el lugar ¿Dónde esta Ochaco? ¿Qué hacía en un lugar como ese?
Unas manos cubrieron sus ojos privándolo de su vista.
-¡Hola!- exclamó la voz femenina en su oído, el tomó las delgadas manos entre las suyas y tiró de ellas. La castaña rodeó la banca para tomar asiento junto a él aún con las manos entrelazadas.
-¿Te gusta el lugar?- preguntó la chica sonriendo.
-Es agradable- contestó observando el sonrojado rostro de Ochaco- De hecho es hermoso.

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Padre Soltero
FanfictionAclaro que los personajes no me pertenecen, pero serán parte de un bonito fanfic!!