—Todo está perfecto, ese pequeño está creciendo más y más cada día —comentó Iida ayudando a Ochaco a incorporarse.— Pero tienes que cuidarte, no quiero que hagas demasiada fuerza y tampoco que andes de aquí para allá.
La castaña rio acomodándose la ropa, ya tenía seis semanas de gestación; su bebé había crecido más eso le emocionaba bastante. Sus síntomas se habían intensificado; las constantes idas al baño, los antojos, los cambios de humor.
—Gracias Iida, haré lo que sea necesario para mantener a mi bebé seguro —prometió acariciando su vientre.
Aún no había visto el tamaño de su bebé; quería verlo hasta que también fuera posible conocer el sexo. Pero aún así confiaba en que Iida era un excelente médico y cuidaría a su bebé y a ella también. El azabache sonrió observando su acción, tenía que hablar con Ochaco antes de que su embarazo avanzará más... ella se llevaría una sorpresa.
—Bueno creo que eso es todo por hoy, ¿o tienes que decirme, algo más que sientas...? —Ochaco negó poniéndose de pie.
—Muchas gracias, Iida. —dijo colgándose el bolso al hombro.
Iida abrió la puerta para ella, la castaña sonrió antes de salir seguida por el chico.
—Entonces nos vemos en tu siguiente cita —comentó mientras caminaban por el pasillo del hospital.
—O tal vez cuándo mi tío tenga su quimioterapia —insinuó Ochaco— ¿Crees que vaya a funcionar?
—Su enfermedad es muy difícil, linda. Afortunadamente tu tío se sometió a tiempo al tratamiento.
—¿Es normal su aspecto?... él se ve cansado y un poco demacrado. —confesó interesada en hablar de eso con Iida ya que él era el mismo doctor que atendía a su tío.
—Las quimioterapias son fuertes, tu tío lleva dos; y la segunda suele ser la más difícil. —explicó el chico.
—Ya veo... —murmuró— Bueno, toma... —le entregó la invitación que Izuku le había pedido darle al doctor.— Shoto e Izuku se casan mañana, les gustaría mucho que estuvieras ahí, después de todo te has portado de maravilla con todos nosotros.
Iida tomó el papel sin despegar la vista de el rostro de la castaña.
—Creía que tu hermano me odiaba —musitó causando la risa de la chica.
—Sí, pero le está permitiendo a Izuku invitar al que quiera; así sea la persona él que más odie.
El azabache le mostró la lengua indignado.
—Supongo que esa persona soy yo.
—Tal vez —dijo Ochaco deteniéndose frente a las puertas del hospital.— Ojalá vayas, pero si no... entonces nos vemos después.
—Iré por si a alguien se le ocurre emocionarse tanto hasta el grado de desmayarse —bromeó Iida, Ochaco rio y se despidió de él con un beso en la mejilla.
Salió hacia el estacionamiento dónde había dejado su auto, nadie había podido acompañarla a su cita con el médico pues todos estaban muy ocupados con los últimos detalles de la boda. Ella no estaba lista, Katsuki estaría ahí, era obvio; de sólo pensar que se lo encontraría sus nervios aumentaban. Pero no había nada más que hacer, sólo esperar a que el momento llegara pues el destino sabía lo que les tenía preparado.
* * * *
Rei observó a su hija; la chica se balanceaba al compás de la mecedora mientras sostenía con una mano el libro de maternidad que había comprado unas semanas atrás y con su otra mano se acariciaba el vientre.
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Padre Soltero
FanficAclaro que los personajes no me pertenecen, pero serán parte de un bonito fanfic!!