Sentimientos

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GIZA, EGIPTO

CAMILA

Al día siguiente, se despertó temprano y Dinah llamó a su puerta para darle la noticia de que Waller había obtenido su permiso. La embajada pidió veinticuatro horas para la liberación y hasta entonces no pudieron hacer mucho más que esperar.

Camila estaba inquieta e irritada esa mañana y no entendía muy bien por qué, podría ser desde el cansancio hasta la aparición de un posible síndrome premenstrual. Todo el asunto estaba consumiendo su cordura, al mismo tiempo que quería encontrar esas piedras, tampoco podía arriesgar su trabajo, si no tenían éxito allí en Egipto, entonces todo terminaría. Y se preguntó cómo reaccionaría la princesa egipcia ante eso.

—¿De verdad crees que esta irritación es solo tuya? — La voz de Laurenebti interrumpió sus pensamientos mientras se sentaba en la cama, tratando de distraerse con algo en su celular para pasar el tiempo.

Y allí estaba ella. Había tardado en aparecer.

—Sería bueno si pudieras encontrar una manera de avisarme cuando decidas aparecer, ¿Sabes? Así que no siempre tengo un ataque al corazón gratis—, se quejó Camila. Siempre la asustaba con sus apariciones repentinas.

La princesa ni siquiera se molestó en responder a su queja.

—Tú eres la que necesita encontrar un camino aquí, para proceder con la investigación de las criptas. Esto es importante, Camila. ¡Tenemos que encontrar esas piedras!

Camila colgó el teléfono y la miró, irritada por la forma en que hablaba.

—Ya lo sé, ¿De acuerdo? Pero lamentablemente no hay nada que pueda hacer, en caso de que no te hayas dado cuenta. Si no hay nada en esa cripta en Alexandria, nuestra investigación está muerta. No tengo poder para dar órdenes a nadie.

—Necesito esa daga completa. ¡Y tienes que hacer todo lo que esté a tu alcance!

—¡¿Puedes dejar de ser egoísta por al menos un minuto?! —Camila explotó, poniéndose de pie de un salto, frente a ella. —Es mi trabajo, mi futuro lo que está en juego aquí. ¡No voy a arriesgarme a perder todo lo que he logrado hasta ahora, por unas estúpidas piedras! No puedo permitirme esta aventura tuya en busca de venganza, si los institutos acaban con eso, entonces es un final. ¡Acéptalo!

Laurenebti quería responder de la misma manera, pero era la primera vez que la veía tan enojada y la tomó desprevenida. Más recuerdos surgieron en su mente, mezclando pasado y presente ante sus ojos como destellos, dejándola confundida. Sabía que su comportamiento exteriormente dulce enmascaraba su temperamento tempestuoso, tal como la recordaba del pasado. Poco a poco, las piezas fueron cayendo en su lugar.

La princesa se quedó allí, mirándola hasta que Camila se dio cuenta de que había sido bastante grosera. No es que no se lo mereciera, después de todo, ella había comenzado a lanzar púas primero. Aun así, se sintió un poco mal y retrocedió.

—Lo siento. No sé por qué estoy así hoy, estoy irritada... Pero no quería desquitarme contigo. Toda esta locura me ha consumido estos últimos días—, dijo en voz baja, sentándose en el borde de la cama, ahora con la cabeza gacha.

—Realmente no tienes idea, ¿Verdad? —Laurenebti murmuró.

—¿De que estas hablando?

—Esto no es solo una 'aventura de venganza' como dices. Es mucho más que eso, Camila. Es redención y salvación —, respondió ella con tono amargo. —No es solo a mí a quien estoy tratando de salvar, o a mi familia... También eres tú. Te dije que nuestros destinos están entrelazados, y espero que pronto entiendas el significado profundo de esto. ¿De verdad crees que Set no irá tras de ti también? Puedo sentirlo cada vez más cerca ahora. No podemos darnos el lujo de rendirnos ante el primer obstáculo que se nos presente.

The Chosen (Camren) - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora