Sol de mediodía

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JERUSALÉN ✈️ INGLATERRA

— CAMILA

Camila se despertó lentamente. Su cuerpo desnudo envuelto en la sábana era cálido, un calor agradable que arrullaba su somnolencia. Debido a esta somnolencia, le tomó unos momentos recordar la noche anterior.

Cuando recordó, se despertó y abrió un poco los ojos. La habitación estaba parcialmente iluminada debido a los débiles rayos de sol que penetraban la cortina de la ventana.

Poco después, pudo sentir el cuerpo de la princesa junto al suyo; ella estaba acostada con la cabeza sobre su hombro, su brazo alrededor de su cuerpo y su pierna sobre la de ella.

Lentamente, levantó la mirada hacia su rostro. Su expresión era serena, sus ojos estaban cerrados, pero pronto los abrió y miró en su dirección. Ella siempre estaba hipnotizada por esa mirada en sus ojos.

Se acurrucó en su hombro, con la cara casi en el hueco de su cuello, y sintió que la mano de ella tocaba su espalda en una ligera caricia. No sabría explicar la paz que sentí en ese momento.

—No te fuiste... —Murmuró Camila, sus ojos se cerraron de nuevo.

No tenía idea de qué hora era y tampoco tenía intención de irme en los próximos minutos. Su vuelo a Inglaterra estaba programado para las 11 am, por lo que no tenía que preocuparse por levantarse muy temprano y correr hacia el aeropuerto.

A juzgar por el brillo, no podía ser mucho más tarde de las siete de la mañana. Los rayos del sol aún eran tímidos y opacos.

Laurenebti se movió ligeramente para rozar sus labios contra su cabello, sus dedos trazaron un camino acariciante a lo largo de la curva de su espalda. Ese contacto sin pretensiones hizo que su piel se erizara, inquietando su cuerpo. ¿Sería siempre así?

—No, no lo hice. —Respondió la princesa en voz baja, su voz ronca como siempre llegaba a la mujer cubana de esa manera abrasadora. —Me gusta verte dormir... Me gusta el calor de tu cuerpo, escuchar el sonido de tu respiración y los latidos de tu corazón...

Camila suspiró. No pudo evitar recordar la noche anterior, su cuerpo les respondía; el beso, las caricias, la sensación de placer... Sin poder evitarlo, su cuerpo ya ardía de nuevo.

Laurenebti sintió el cambio en su estado de ánimo, nuevamente esas oleadas de sensaciones fluían a través de ella hacia ella, haciendo que la princesa sintiera esa misma inquietud de la noche anterior.

Camila fue muy intensa. Y no estaba acostumbrada a esa intensidad, era la primera vez que probaba esas emociones y eran vertiginosas incluso para alguien como ella.

Notó su ligero movimiento, sus ojos se encontraron por un instante, sus ojos marrones se veían cansados pero brillaban de una manera diferente.

Un breve intercambio de miradas, y luego sus labios se tocaron. Camila no tuvo que hacer ningún movimiento ni indicar que la deseaba, su cuerpo irradiaba eso y Laurenebti no pudo resistirse, no dudó en iniciar ese beso.

Un beso que fue tranquilo, pero al mismo tiempo inquietó sus cuerpos juntos. Camila no pudo evitarlo, cada célula en ella parecía estar rogando por ella, nunca había sentido algo así y por eso era tan difícil controlar los escalofríos que iban y venían por su columna, haciendo que su cuerpo se moviera inquieto. mientras ese beso tomaba forma y sus manos princesa ahora la acariciaban.

Camila se movió y se paró sobre ella, las manos de la princesa fueron a su cintura, deslizándose por su espalda con una ligera presión y volviendo a subir. Laurenebti le dio un empujón y se sentó, acercándola a su regazo, la sábana se deslizó revelando sus cuerpos desnudos.

The Chosen (Camren) - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora