Mi amor de primavera

20. No soy Madelen

Elvis

Mi visita en casa de Madelen resultó... algo extraño, siempre pensé que la obsesión de mi ex suegra por mí era por el dinero o algo así, pero por lo que me he enterado es posible que sea algo más que eso.

Observo a Madelen en estado de shock, quizás aun procesando lo que acaba de hacer su madre, pensé que se iría tras ellos para aclarar las cosas con Steven, pero en cambio se ha quedado de pie junto a la puerta como si estuviera congelada.

—Tranquila todo va a estar bien, mañana hablaras con él y aclararás las cosas —me acerco a ella envolviéndola en mis brazos.

—Aléjate de mí —me empuja con fuerza separándome de ella— despídete de Alana y lárgate de mi casa.

Se va a toda prisa a la cocina, cierro la puerta principal y me voy a la habitación de mi pequeña cumpliendo sus órdenes, últimamente está muy mandona.

Toco la puerta del cuarto de mi niña y entró.

—Alana, me tengo que ir —me acerco a ella viéndola con su pijama puesta, la ayudo con los botones.

—No quiero que te vayas —pone esa carita triste que hace que mi corazón se oprima.

—Ya verás cómo la semana se pasa volando y pronto estaremos juntos otra vez —le doy un beso en su frente.

La ayudo a meterse en la cama y salgo de la habitación. Encontrando a Madelen al pie de la escalera.

—Ya está en cama con su pijama puesta —le informo llegando a ella.

—Bien, ahora vete —me señala la puerta.

—¿Algún día tendré tu perdón? —me acerco a ella con sigilo, temiendo su rechazo.

—¿Cuántas veces más quiere que te perdone? ¿No crees que te haya perdonado más que suficiente? La vida te ha dado más de lo que mereces, confórmate con lo que tienes. Largo.

—Aunque no lo creas, aún tengo sentimientos hacia ti, he cometido muchos errores, pero el que nunca me voy a perdonar... es el haberte perdido.

Justo cuando paso por su lado para dirigirme a la puerta, me detengo, la tomó por sorpresa y la beso. Se resiste e intenta alejarme, la agarró con fuerza.

—Suéltala idiota —escucho, al mismo tiempo en que siento que me toman del brazo y me separan de ella con brusquedad.

Steven ha regresado.

Un fuerte golpe en mi mejilla hace que sienta la piel quemándose y mi cara gira sin poder evitarlo, me siento aturdido.

—No te atrevas a ponerle un dedo encima o te arrepentirás —amenaza Steven.

—Largo de mi casa, no eres bienvenido aquí —Madelen se contiene de no gritar.

—Soy el padre de tu hija, no te vas a deshacer de mi tan fácil.

Salgo de la casa sintiéndome molesto y no entiendo porque, se supone que ella es agua pasada y de quién estoy enamorado es de Pilar, además que tendré un bebé con ella.

Subo al carro y me voy a mi apartamento, quiero ducharme y dormir, quizás mañana piense con claridad. Es posible que el cansancio y la noticia me estén afectando.

Al llegar al apartamento, dejo mi saco y el maletín en el mueble, voy por un vaso de agua a la cocina encontrando a Pilar haciendo la cena, algo que me sorprende.

—¿Qué haces aquí? pensé que estarías en la casa de tu amiga —voy por un vaso y me sirvo agua bajo su atenta mirada.

—Creí que con la noticia que confirmamos hoy, volveríamos a estar juntos, dijiste que no me dejarías sola —me ve confundida— lo mejor en este momento es estar juntos.

—Las cosas están pasando muy rápido, necesito tiempo para procesarlo y pensar que voy hacer, no creo que lo mejor sea que regreses, además, Alana aún está muy alterada por la noticia, necesito arreglarlo.

—¿Arreglar que Elvis? ¿Acaso piensas que este bebé es un error? —Pilar empieza a alterarse.

—No te vayas por otro lado, porque no he querido decir eso, es solo que... hay cosas que no se pueden forzar, tan solo dame tiempo, en este momento estoy lidiando con muchas cosas.

—Bien, entiendo perfectamente. Solo te diré una cosa, no soy la tonta de Madelen que te va a estar perdonando cada una de tus metidas de patas —se quita el delantal tirándolo en el mesón— te daré unos días, si no me has dado respuesta para entonces, desapareceremos.

—No puedes llevarte a mi hijo, no puedes alejarlo de mí.

—Es tu decisión, no la mía —sale de la cocina.

Estas mujeres me vuelven loco, solo espero que el bebé que viene en camino sea un niño, tener a alguien en mi equipo no estaría mal.

Voy a la habitación y me encuentro a Pilar en el suelo, corro hacia ella y la sostengo en mis brazos llevándola a la cama, saco mi teléfono llamando a una ambulancia. Busco un poco de alcohol y algodón, espero que sea suficiente para que reaccione. Aparta mi mano y abre los ojos poco a poco.

—¿Qué te ha pasado? ¿Te sientes bien? —le pregunto preocupado.

—Me he mareado, creo que algo no anda bien, me está doliendo Elvis —se sostiene la parte baja de su vientre.

—Una ambulancia viene en camino, puede ser peligroso moverte en este estado, esperemos a que lleguen los paramédicos —le sugiero asustado.

—No podemos esperar, nuestro hijo puede morir. No me hagas esto por favor, salva a nuestro hijo —empieza a llorar descontroladamente.

—Te voy a cargar y llevarte hasta el carro, si sientes más dolor o algo extraño dime de inmediato —le pido, aun temiendo de que no sea buena idea.

Con mucho cuidado la levanto de la cama y bajo las escaleras con cuidado, hago maniobras para abrir la puerta principal. En el pasillo me encuentro con un vecino y le pido el favor de que llame el ascensor. Cuando llegamos abajo, viene llegando la ambulancia.

—Mi esposa está embarazada, se ha desmallado y tiene dolor —le informo al paramédico que se acerca a mí.

—Colócala en la camilla, eso no puede ser bueno.

Pilar se aferra a mi camisa, la dejo con cuidado en la camilla y la suben con cuidado, me dan ir con ella y sostengo su mano por todo el camino, esperando que nada malo les suceda.

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Hola, feliz sábado. Espero que lo estén pasando maravilloso.

Ahora Elvis dice estar confundido, Pilar esta con dolor ¿Sera solo parte de su estrategia para retener a Elvis?

Steven los vio besarse, ¿ Que creen que pasara entre ellos?

Tenemos maratón el día de hoy. Espero que lo disfruten. Recuerden dejar su voto, comentar y compartir.