Elvis
Veo salir a Madelen hecha una furia, dirijo la mirada a Pilar, la cual mantiene la cabeza gacha.
—¿Qué hiciste ahora? —le pregunto mientras siento que el dolor de cabeza está regresando.
—Llévame a casa, no me siento bien —camina a la salida dejándome atrás.
Al salir al estacionamiento, veo a Rosmery quitándole las llaves a Madelen y está subiendo al carro de Steven, me quedo como estúpido en el lugar viendo la escena que se desarrolla frente a mí.
—Elvis ¿nos vamos ya?
Quito el seguro del carro y ambos subimos, me siento tentado a seguirlos, pero teniendo a Pilar conmigo, no creo que sea buena idea.
Salimos del lugar para llevar a Pilar al apartamento, la dejaré allí y me voy a la oficina, no quiero arruinar mi día por una estupidez de Pilar, en la noche hablaré con ella.
Estaciono frente a la entrada del edificio y vuelvo a verla esperando que baje para irme, ella se sorprende, no imagino que solo viniera a dejarla y luego me marchara.
—¿Me vas a dejar aquí y simplemente te vas a ir? —me pregunta indignada.
—Si te sentiste bien como para ir al evento de mi hija y pelearte con Madelen, supongo que también te sientes bien para quedarte sola un rato —me quito el cinturón de seguridad y hago lo mismo con el de ella, con cuidado le abro la puerta— sube al apartamento, tengo cosas que hacer.
Se baja molesta del carro y cierra la puerta con mucha fuerza, las personas que caminan por el lugar voltean a vernos. Espero hasta que la veo entrar y luego me marcho.
Estoy a mitad de camino cuando uno de los chicos se contacta conmigo, están en un dilema y no saben cómo solucionarlo. Les informo que ya estoy por llegar.
Al entrar a la oficina, la primera sorpresa que me llevo es la sexi mujer que está detrás del mostrador atendiendo las llamadas.
—Elvis, estamos reunidos aquí —me llama Claudio— es la chica de Patricio, no está disponible — me informa con burla.
—¿Cuál es el gran problema que no pueden resolver? —les pregunto cambiando el tema.
Víctor me cuenta las últimas peticiones que hizo el cliente Wang en cuanto al diseño, si se añaden esas modificaciones, la estructura quedará con puntos débiles que pueden ser muy peligrosos, además que las dimensiones no cuadran con el espacio que disponemos para la construcción. Buscamos diferentes alternativas, aplicando una gran variedad de estrategias para que el cliente quede conforme.
Cuando logramos conseguir tres diseños lo suficientemente buenos para presentarlo al cliente mañana, decidimos irnos a casa, ya son pasadas las diez de la noche. Cerramos y nos vamos juntos al estacionamiento, me despido de los chicos subiendo a mi carro. Saco mi teléfono viendo más de veinte llamadas perdidas, todas de Pilar.
El drama que me espera será grande, ahora con lo del embarazo las cosas se pondrán peor, sospecho que por todo me sacara lo delicado de su embarazo.
Me tomo todo el tiempo que me es posible para llegar a casa, incluso me detengo en un café que aún está abierto para tomarme algo y luego reanudo el camino a casa. Aparco en la zona que me corresponde y sin ya no poder retrasarlo más, entro al apartamento, encontrando a Pilar en medio de la sala caminando de un lado a otro como león enjaulado.
—Es casi medianoche Elvis, te he dejado más de treinta llamadas perdidas y eres incapaz de contestar, ¿si me hubiera pasado algo? ya estaría muerta.
—Pero no ha pasado nada de eso, ya deja el drama. Estoy muy cansado y mañana debo levantarme temprano, tengo una reunión importante con un cliente —le respondo sin mucho ánimo de seguirle el drama.
Dejo mi maletín en su lugar y me voy a la habitación. La siento seguirme.
—No he terminado de hablar Elvis, no me dejas con la palabra en la boca —protesta elevando su tono de voz.
—Tú no quieres hablar, lo que quieres es pelear y estoy muy cansado para eso. Además que no se me olvida que temprano has llamado a mi hija escuincla ¿cómo te atreviste a llamar a mi hija así?
—Yo no dije eso, Madelen al ver que estabas allí busco una vil excusa para justificar la cachetada que estuvo a punto de darme —se cruza de brazos.
—Escuincla, es una palabra que te la he escuchado decir en varias oportunidades, pero nunca a Madelen. Te estás pasando de la raya y recuerda que mi paciencia es escasa.
—¿Me estás amenazando con dejarme?
—Tómalo como quieras Pilar.
Agarro mi paño y me voy al baño, ya no quiero seguir escuchándola, le paso seguro a la puerta en caso de que se le ocurra seguirme hasta aquí. Me despojo de la ropa dejándola en la cesta, abro la regadera y gradúo la temperatura, me coloco debajo del chorro dejando que el agua caliente relaje mis músculos tensos.
Estoy saliendo de la ducha cuando escucho un ruido en el cuarto, me coloco la toalla en la cintura y salgo rápido a ver qué ha sucedido. La encuentro sentada en la cama inclinada hacia adelante, su cara contraída y coloca su mano sobre su vientre.
—¿Qué sucede Pilar? ¿Te sientes mal? —Me inclino frente a ella, notando una pequeña mancha roja— estas sangrando, tengo que llevarte al hospital.
Busco algo que ponerme, me visto lo más rápido posible, asustado por lo que pueda pasarle a ella y al bebé.
—No te preocupes, ya debe estar por llegar la ambulancia que llame, acuéstate a descansar, mañana debes levantarte temprano, tienes una reunión importante ¿recuerdas? —se empieza a poner pálida.
—No es momento de pelear, si es verdad que ya llamaste una ambulancia, vamos a ir bajando, no podemos quedarnos aquí perdiendo el tiempo —la cargo con cuidado.
Al llegar a la sala, la dejo un momento de pie al lado de la puerta principal para abrir las puertas, llamar el ascensor y agarro las llaves del carro en caso de ser necesario. La vuelvo a cargar y vamos al ascensor, al llegar a la recepción se me acerca el vigilante asustado al vernos.
—Señor, acaba de llegar una ambulancia, supongo que es para ustedes —abre las puertas para nosotros.
—Así es, gracias.
Me dirijo a la ambulancia, al mismo tiempo el paramédico se me acerca y me ayuda a subirla. Nos vamos a toda prisa al hospital.
Al llegar al hospital es ingresada a emergencia, no me permiten ir con ella obligándome a permanecer en la sala de espera, camino de un lado a otro asustado por lo que podría pasar. Mi teléfono suena, es mi suegro, algo muy raro.
—Buenas noches señor Toledo.
—Buenas noches Elvis, acabamos de enterarnos de que mi hija está embarazada ¿es eso cierto? —su voz está cargada de reproche.
—¡Si que vuelan las noticias! no lo habíamos notificado porque el embarazo está presentando algunas dificultades y como ustedes decidieron darle la espalda a Pilar, preferimos esperar a un momento más apropiado —le explico.
—¿Como que presenta dificultades? explícate por favor —ahora se escucha preocupado.
—En este momento estamos en la emergencia, Pilar ha presentado un sangrado, si les interesa su hija, pueden venir.
—Ya vamos para allá.
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Mi amor de primavera
RomansaHa pasado un año desde la ultima vez que se vieron, muchas cosas han cambiado desde entonces. ¿Podrá el amor vencer la barrera del tiempo? Tanto Madelen como Steven tendrán que descubrirlo en cada giro del destino.