Madelen
Luego de desayunar y ver que no se nos quedaba nada, salimos las tres de la casa directo al lugar del evento.
Steven me llama para ofrecerse a venir a buscarnos, pero le indicó que ya vamos saliendo y que mejor nos veamos en el sitio. Solo espero que Elvis y Pilar sepan cómo comportarse y no arruinen este momento especial para mí pequeña.
—¿Y cómo van las cosas con Steven? —pregunta Rosmery mientras que vamos de camino.
—Me ha pedido que sea su novia y he dicho que sí —le cuento emocionada y sin poder evitar la sonrisa que se me dibuja al recordar el momento.
—Hasta que al fin le van a limpiar las telarañas a mi amiga —le doy un manotazo por el brazo— ¡Ahí, no aguantas broma!
—Alana nos acompaña, modera tu vocabulario por favor —veo a mi pequeña por el espejo retrovisor, está entretenida con su tablet.
Llegamos al teatro dónde será la presentación, estaciono a dónde se me indica y entramos las tres por el lugar reservado para los participantes, Rosmery se queda con Alana detrás de bastidores y me pide que me vaya a mi lugar que ella se encargará de atender a mi pequeña en lo que necesite.
Me dirijo a mi puesto asignado, en ese momento veo entrar a Steven, él se acerca dónde estoy con esa sonrisa qué hace que mi corazón se derrita.
—Hola preciosa, ¿Cómo va todo? —me da un breve beso en los labios y un abrazo.
—Bien por el momento, Rosmery se ha quedado con ella.
—Espero que no le de miedo al salir, esto está full.
Veo a mí alrededor viendo todo el teatro abarrotado. Hasta los balcones están casi llenos. Espero que no se sienta intimidada por la cantidad de espectadores.
Justo cuando nos vamos a sentar veo llegar a Elvis junto a Pilar, ambos tienen mala cara, al parecer han tenido una discusión, solo espero que no hagan alguna escena que hagan sentir mal a mi pequeña.
—Buenos días —saluda Elvis, poniéndole mala cara a Steven— pensé que solo vendría familia.
—Has traído a Pilar —replico enseguida.
Las luces del auditorio se ponen tenues mientras que la del escenario se enciende, la directora de la escuela de música sube al escenario caminando al centro donde hay un micrófono.
—Muy buenos días a los padres, amigos, tutores y demás personas invitadas... —así le da inicio a este maravilloso evento.
Todos nos sentamos en nuestros puestos escuchando atentos el programa que nos presentarán los alumnos. Inician la presentación los más pequeños de la escuela, enterneciendo al público con su maravillosa presentación.
Los solos son los últimos en presentarse, mi niña es la tercera en hacer su solo. Los nervios y la adrenalina empiezan hacer acto de presencia. Steven toma mi mano y me da un beso en el dorso, buscando la manera de tranquilizarme.
Cuando al fin llega el momento de mi princesa, estoy que me pongo de pie para aplaudirla, mis ojos se cristalizan y mi corazón se llena de orgullo por mi pequeña.
Mi pequeña entra al escenario con su cabeza en alto, se toma su tiempo para sentarse frente al piano y empezar con su melodía, en ningún momento se mostró nerviosa ni dudativa, la melodía se escucha perfecta.
Estoy tan orgullosa de ella.
—Disfruta este momento, este logro también es tuyo —Steven me pasa un pañuelo.
Siento la piel de gallina.
Cuándo finaliza su presentación se levanta, hace una reverencia hacia el auditorio y se retira dejándome impresionada por su temple ante semejante ocasión.
En este momento lo único que quiero es salir corriendo a dónde está mi hija y darle un fuerte abrazo y decirle lo orgullosa y feliz que me siento que todo el esfuerzo y la dedicación ha valido la pena.
Cuándo finalmente terminan todas las presentaciones y hacen el cierre del evento, salgo corriendo a dónde se encuentra mi pequeña, encontrándola junto a Rosmery.
—Muchas felicidades mi princesa hermosa —la envuelvo entre mis brazos dándole besos por toda su carita— estoy tan orgullosa de ti mi princesa, con esfuerzo y dedicación se puede lograr los objetivos.
—Gracias mami. Estaba muy nerviosa, pensé que se me olvidaría todo. Tia Rosmery me ayudó.
—¿Qué te parece si ahora vamos al restaurante del abuelito para celebrarlo?
—Siiiiiiii
—Afuera está Steven, tu papá y Pilar, ve a saludarlos mientras que hablo con tu maestra y la directora, Rosmery ve con ella.
Me acerco primeramente a la maestra de mi pequeña, agradeciéndole enormemente toda su dedicación y trabajo, pero sobre todo, por su paciencia, mi pequeña en ocasiones no es nada fácil.
Luego me dirijo a la directora para darle las gracias por la oportunidad qué le ha dado a mi hija al abrirle las puertas de su escuela, aunque mi pequeña con esto se retira, las puertas quedan abiertas para una próxima ocasión, quizás más adelante prefiera la música en vez del arte, el tiempo nos dirá en dónde está la vocación de mi pequeña, pero sea lo que sea la apoyaré.
Al salir a dónde está mi hija y Steven esperándome, encuentro que Elvis y Pilar aún no se han marchado, solo espero que ellos no se quieran unir a nosotros al almuerzo y que de alguna manera arruinen este día.
Pilar me ve acercándome a dónde están ellos y la veo caminar hacia mí, con pasó apresurado me detiene interponiéndose en mi camino.
—¿Qué quieres Pilar? —le preguntó cruzándome de brazos.
—Tan solo un favor, sé que no lo merezco y ni siquiera debería pedírtelo, pero realmente me urge. Es que Elvis está obsesionado contigo y pareciera que está dispuesto a destruir nuestro matrimonio por esa obsesión, él no te ama realmente y creo que tampoco me ama a mí, es solo que llevó a su hijo en mi vientre y quisiera que él esté a mi lado en estos momentos —actúa como un ángel, incapaz de hacer daño.
Hipócrita.
—¿Tú qué quieres que haga? Eres la menos indicada para pedirlo, tenía a una hija pequeña cuando le abrías las piernas, ahora te están dando una cucharada de tu propia medicina, aunque no soy yo la que le abre las piernas.
—Tan solo aléjalo de ti, es lo único que te pido, de lo demás me encargaré yo.
—Ni te imaginas cuánto me gustaría agarrar a mi pequeña, mis cosas e irme lejos de él, pero lamentablemente no puedo separar a mi hija de su padre y tampoco lo voy a hacer, así que, te guste o no, él y yo nos tendremos que mantener en contacto por nuestra hija y eso es algo con lo que tendrás que vivir siempre, ahora sí me disculpas, mi hija me está esperando.
Justo cuando voy a pasar por su lado ella me sostiene el brazo apretándolo con fuerza, su cara está roja de la rabia.
—No me importa lo que tengas que hacer, aléjate de él, vete del país si es necesario, pero no te quiero cerca ni a ti ni a esa escuincla ¿Entendido? —se transforma en un demonio, sacando sus verdaderos colores.
Ahora soy yo la que está encendida de la rabia, le voy a dar una cachetada cuando siento que me sostienen la mano en el aire, al voltear veo a Elvis que me ve sorprendido.
—¿Qué demonios te pasa Madelen? Ella está embarazada.
—Me resbala si está embarazada o no, —trato de controlar mi tono de voz. Respiro profundo para dirigirme a la estupida de Pilar— que sea la última vez que llamas a mi hija escuincla, si tanto te estorbamos entonces busca el modo de que tú y él se vayan de aquí, pero no creas ni pretendas por un segundo que quiénes van a dejar su vida atrás vamos a hacer nosotras, eso debiste pensarlo antes de aceptar casarte con este mujeriego.
Me zafo del agarre de Elvis y le pido a Steven que salgamos de aquí dejando a Elvis sorprendido con mis palabras.
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Mi amor de primavera
RomanceHa pasado un año desde la ultima vez que se vieron, muchas cosas han cambiado desde entonces. ¿Podrá el amor vencer la barrera del tiempo? Tanto Madelen como Steven tendrán que descubrirlo en cada giro del destino.